Canadá amenaza con represalias si la UE boicotea las arenas
Canadá amenaza con represalias si la UE boicotea las arenas
El Popular. Redacción.- Canadá ha amenazado a la Unión Europea con tomar represalias a través de la Organización Mundial del Comercio (OMC) si prosperan los planes de la UE de calificar las arenas bituminosas (llamadas también arenas aceiteras o petroleras) como uno de los combustibles más contaminantes y dañinos para el medio ambiente.
David Plunkett, el embajador canadiense ante la UE, escribió una carta el pasado mes de diciembre en la que afirmaba que “Canadá no aceptará un boicot a las arenas bituminosas”. “Canadá explorará todas las vías a su alcance para defender sus intereses, en particular, a través de la OMC”, escribió Plunkett en su misiva, remitida a Connie Hedegaard, la comisaria europea de Acción por el Clima.
La carta fue obtenida por la organización no gubernamental Amigos de la Tierra Europa, con sede en Bruselas, a través de una ley de acceso a la información, y ha sido publicada en diversos medios de comunicación, incluyendo la cadena pública canadiense CBC, y el diario británico The Guardian.
Canadá y la UE negocian desde 2009 un amplio acuerdo de cooperación comercial y económica. El Gobierno federal ha reconocido que las exportaciones del petróleo producido a partir de las arenas bituminosas de Alberta, una de las principales exportaciones de Canadá, pueden resultar afectadas por las medidas europeas para reducir sus emisiones de gases, y está preocupado por el tratamiento propuesto en la Directiva de Calidad de Combustible de la UE de los recursos obtenidos de las arenas.
Según las autoridades canadienses, el petróleo producido a partir de las arenas debería ser tratado de forma similar a otras fuentes de crudo, y las decisiones deben estar basadas en “pruebas científicas sólidas”.
La explotación de las arenas bituminosas de Alberta se ha convertido en un controvertido asunto por sus implicaciones medioambientales, ya que el crudo se encuentra mezclado con arena, lo que hace su extracción y refino especialmente laborioso.
La extracción del crudo implica el dragado de gigantescas extensiones de terreno (se necesitan dos toneladas de tierra por cada barril de petróleo producido) y el uso de enormes cantidades de agua y energía para separar la arena del petróleo.
Greenpeace calificó la explotación de las arenas bituminosas como un “crimen climático” y ha señalado que genera 40 millones de toneladas de dióxido de carbono al año, más que todos los vehículos que circulan en Canadá, y que cada día consumen más agua que una ciudad de dos millones de habitantes.
Se estima que las arenas bituminosas de Alberta contienen entre 1,7 y 2,5 billones de barriles de petróleo, aunque sólo una fracción es recuperable con la actual tecnología, lo que las convierte en una de las mayores reservas de crudo del mundo.
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