Palo al Gobierno por las compensaciones a los veteranos
Palo al Gobierno por las compensaciones a los veteranos
El Defensor del Veterano denuncia que las cartas en las que el Ministerio informa a los antiguos soldados de que se han rechazado sus solicitudes son incompletas e inadecuadas, suponen una violación de sus derechos y acaban disuadiendo a muchos afectados de seguir adelante con el proceso, lo que pone en peligro sus medios futuros de subsistencia.

El Ministerio rechaza alrededor del 30 por ciento de las solicitudes por discapacidad presentadas por los veteranos de guerra. Foto: Julie Oliver / Ottawa Citizen
El Popular. Ottawa.- La información que el Gobierno federal proporciona a los veteranos de guerra canadienses sobre las razones por las que han sido rechazadas sus solicitudes de indemnizaciones y compensaciones es inadecuada e incompleta, supone una violación de los derechos de los antiguos soldados y pone en peligro sus futuros medios de subsistencia, según un informe de la Oficina del Defensor del Veterano (una institución oficial) hecho público este lunes.
El Defensor del Veterano, Guy Parent, señala que el Ministerio de Asuntos de los Veteranos, departamento dirigido por el ministro Steven Blaney, no está proporcionando explicaciones claras de sus decisiones, pese a que está obligado a ello por la Ley de Pensiones y por la Ley de Compensaciones para los Miembros de las Fuerzas Canadienses y los Veteranos.
Según Parent, el fracaso del departamento en el cumplimiento de este requisito está teniendo un impacto negativo en la capacidad de los veteranos para presentar apelaciones o buscar otras opciones de compensación.
“Los veteranos tienen derecho a saber cómo y por qué se toman las decisiones que les afectan”, indica Parent en el informe. “Necesitan tener garantías de que sus solicitudes para recibir las compensaciones por incapacidad total han sido consideradas con justicia”, añade.
El Defensor afirma que está preocupado por la posibilidad de que muchos veteranos que pueden haber sido mal evaluados no hayan podido continuar adelante con el proceso (o hayan decidido no hacerlo), debido a que las cartas de rechazo que recibieron del Ministerio no revelan en qué puntos pueden haberse cometido errores.
“Los procesos de apelación disponibles en caso de objeción son muy formales, llevan mucho tiempo, están llenos de inconvenientes, resultan costosos y, a menudo, intimidan a los veteranos afectados”, escribe el Defensor. “Antes de considerar si es posible presentar un recurso o no, los reclamantes deben conocer la base sobre la que se tomó la decisión sobre sus beneficios por incapacidad”.
El problema, en cualquier caso, no es nuevo. Fue identificado por primera vez por el Auditor General en el año 1998, y de nuevo por el propio Ministerio en 2004 y 2010. La Oficina del Defensor ha examinado un total de 213 cartas de rechazo enviadas desde 2001 hasta 2011.
“Ha habido algunas mejoras, pero, según se desprende de la cuidadosa revisión de casos que hemos llevado a cabo hasta el año 2011, todavía existen discrepancias”, dijo Parent este lunes.
El Defensor indicó que estos fallos no son intencionales, sino el producto de un “fracaso del sistema”.
El portavoz del Ministerio de Asuntos de los Veteranos, Jean-Christophe De Le Rue, dijo que el Gobierno tomará en cuenta las recomendaciones del Defensor y “actuará con rapidez”.
Guy Parent señaló que el Ministerio rechaza alrededor del 30 por ciento de las solicitudes por discapacidad presentadas por los veteranos de guerra, y que las cartas de rechazo constituyen la segunda mayor fuente de quejas de su oficina.
El informe especifica que en el 15 por ciento de los casos estudiados el Ministerio se limitó a informar a los afectados del resultado de la evaluación; en el el 65 por ciento de los casos se dieron explicaciones mínimas, remitiendo al interesado de forma vaga a la legislación vigente, a una serie de herramientas de evaluación y a documentos de apoyo; y solo en el 20 por ciento de los casos se proporcionó información detallada sobre la legislación, las herramientas utilizadas en la evaluación y los documentos de apoyo.
El Defensor concluye su informe realizando cuatro recomendaciones al Ministerio: La forma en que se redactan las cartas debe mejorar; el lenguaje en que son escritas tiene que ser un inglés claro y llano, y no estar lleno de términos técnicos, médicos y legales; deben revisarse los manuales para la redacción de estas cartas, de forma que los funcionarios sepan a qué atenerse; y debe establecerse un sistema de control de calidad para asegurar que se cumplen estos principios básicos.
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