Piden extender a todo el país la restricción a los analgésicos

Piden extender a todo el país la restricción a los analgésicos

Los expertos aplauden la decisión del Gobierno provincial de Ontario de no seguir financiando el OxyContin, pero advierten que las medidas para hacer frente a la adicción a este tipo de fármacos no serán eficaces si no se adoptan en el contexto de un plan nacional.

La oxicodona es un analgésico opioide, efectivo por vía oral, muy potente y potencialmente adictivo

El Popular. Toronto.- Diversos expertos en adicciones han aplaudido las nuevas restricciones impuestas en Ontario al fármaco OxyContin y al medicamento que lo sustituirá, pero añaden que Canadá necesita una estrategia de carácter nacional para poder hacer frente al creciente problema de abuso generalizado de analgésicos (medicamentos contra el dolor) que se adquieren con receta.

La decisión adoptada la semana pasada por el Gobierno provincial de Ontario de eliminar el OxyContin y su sucesor, OxyNeo, de la lista de los fármacos que reciben financiación pública de manera automática es “muy positiva, en general”, señaló el doctor Irfan Dhalla, del Hospital St. Michael de Toronto, en declaraciones recogidas por la agencia The Canadian Press.

Según el médico, sin embargo, la imposición de controles más estrictos sobre las recetas “no resolverá por si sola el problema, aunque supone un gran paso adelante”.

Una investigación realizada por este especialista concluyó que la inclusión de tratamientos prolongados con oxicodona (la sustancia contenida en el OxyContin) en el plan de medicamentos de Ontario, en el año 2000, coincidió con un aumento de las muertes relacionadas con el consumo de opiáceos.

El fabricante de OxyContin dejará de fabricar este fármaco en Canadá a finales de este mes, y lo reemplazará con una nueva fórmula llamada OxyNeo.

El pasado viernes, los responsables del departamento de Salud de Ontario indicaron que este nuevo medicamento será financiado por el programa sanitario de la provincia solo en casos excepcionales, lo que implica que las recetas estarán sometidas a regulaciones más estrictas.

Teniendo en cuenta que otras provincias están estudiando asimismo si incluir o no en sus programas de salud el medicamento OxyNeo, expertos como Dhalla han instado a Ottawa a que tome la iniciativa en la lucha contra lo que se ha convertido en “una crisis de salud nacional”.

En este sentido, Benedikt Fischer, director del Centro de Investigación Aplicada en Adicciones y Salud Mental de la Universidad en la Simon Fraser, dijo a The Canadian Press que la adopción de “medidas concertadas” podría ayudar a prevenir el contrabando de la droga a través de las fronteras provinciales.

“Si, por ejemplo, en Manitoba o en Quebec no existen restricciones, la demanda en el mercado negro de Ontario crecerá, y es muy posible que los medicamentos lleguen desde las provincias vecinas”, explicó. “Este tipo de medidas deben llevarse a cabo de un modo armonizado en todos los ámbitos”, añadió Fischer.

Manitoba y la Columbia Británica son dos de las pocas provincias que todavía tienen que decidir si financian el OxyNeo una vez que se interrumpa la fabricación del OxyContin. La Isla del Príncipe Eduardo y New Brunswick ya han optado por no financiar el nuevo fármaco, lo que hará más difícil su abuso.

A diferencia del OxyContin, la tableta del nuevo medicamento es más difícil de machacar, y cuando se añade a un líquido forma un gel espeso que evita que la oxicodona pueda ser extraída para ser inyectada. No obstante, en opinión de Fischer, “esto no va a ayudar a los que han desarrollado la adicción a este fármaco en forma de píldora, que pueden seguir tragándoselo simplemente”.

Un fármaco muy potente y potencialmente adictivo

La oxicodona es un analgésico opioide, efectivo por vía oral, muy potente y potencialmente adictivo. Se sintetiza a partir de la tebaína.

A partir de la introducción del OxyContin en 1995 empezaron a darse casos de abuso. Al contrario que el Percocet, cuyo potencial de abuso se ve limitado por la presencia de paracetamol, el OxyContin contiene únicamente oxicodona y excipientes.

Algunos consumidores trituraban los comprimidos de OxyContin para evitar el mecanismo de liberación sostenida y los reducían a polvo, administrándoselos por vía intranasal, intravenosa, intramuscular o subcutánea, o incluso por vía rectal para facilitar su rápida absorción en el organismo.

La gran mayoría de muertes relacionadas con la oxicodona se han atribuido a la ingestión de cantidades relativamente elevadas de la droga junto a otras sustancias depresoras del sistema nervioso central como el alcohol o algunas benzodiacepinas. Así, mientras que dosis elevadas de oxicodona pueden ser letales para alguien que no sea adicto o haya desarrollado tolerancia, no es lo más común.

Se creyó en su momento que los opioides “de combinación” (aquellos preparados que contienen otros ingredientes no opiáceos) eran menos susceptibles de abuso, por ejemplo cuando se usa en combinación con el paracetamol. En este caso, un consumo elevado es susceptible de producir daños hepáticos severos y molestias estomacales.

No obstante, se ha demostrado que los que buscan el “subidón” producido por la oxicodona no se frenan ante las perspectivas de sufrir daño hepático o estomacal. Los adictos descubrieron rápidamente que existían métodos fáciles para separar el principio activo de los excipientes, por ejemplo mediante extracción en agua fría, extracción que es posible debido a la gran diferencia de solubilidades de los alcaloides y los analgésicos en agua. Una estrategia parecida, usada por el gobierno canadiense, les llevó a distribuir la metadona en combinación con Tang, una bebida refrescante en polvo, pero aun así se dieron casos de abuso.

La oxicodona tiene efectos similares a la heroína y la morfina, y tiene una tipología de abuso parecida. Se han dado casos de atracos a farmacias donde el atracador se llevó únicamente OxyContin, el medicamento que contiene únicamente oxicodona como analgésico. En zonas como el este de EE UU, el OxyContin ha sido la droga que más ha preocupado a las autoridades policiales.

Debido a que está regulada, adquiere precios elevados en el mercado negro. El precio en Washington, por ejemplo, ha llegado a ser de 50 centavos a un dólar por miligramo, siendo por tanto de 30 a 60 veces más caro que el oro .

El 10 de octubre de 2003, el locutor radiofónico estadounidense Rush Limbaugh hizo pública su adicción a los analgésicos opioides, entre ellos la oxicodona, y anunció su intención de someterse a una terapia de desintoxicación. También en 2003, la actriz y cantante Courtney Love fue detenida por posesión de OxyContin. En agosto de 2005, algunas personas en Miami (Florida) fueron detenidas por haber sido partícipes de una red de tráfico de oxicodona, la cual habían obtenido mediante recetas médicas falsificadas. Fueron declarados culpables por las autoridades y condenados a penas de hasta 20 años.

Diversos medios de comunicación basados en testimonios, aseguraron que un abuso en el uso de esta sustancia fue lo que acabó con la vida del artista Michael Jackson el 25 de junio de 2009.