Trabajadores dicen no a la huelga, pero aun hay peligro de una parálisis en Ontario
Trabajadores dicen no a la huelga, pero aun hay peligro de una parálisis en Ontario

Al cierre de las bibliotecas de Toronto se podrían sumar otras entidades del Gobierno si los trabajadores públicos llegan a un acuerdo general de sumarse a un paro total, ante los recortes que anunciara el Gobierno Federal y el Provincial.
TORONTO.- Este martes unos 23.000 decidieron por votación no realizar la huelga que tenían programada para el fin de semana, pero insisten en que si el Gobierno les impone unilateralmente un nuevo contrato saldrán a paro total en los próximos días, lo que podría paralizar gran parte de la provincia y afectar a miles de personas.
Según Tim Maguire presidente de CUPE Local 79, que representa a gran parte de los empleados públicos, miles de sus miembros participaron en una votación sobre la huelga y decidieron que no por ahora, pero condicionaron su decisión a que el no intente modificar los términos y condiciones de sus contratos para despojarlos de sus derechos laborales ya adquiridos, cosa que se podría dar el próximo 27 cuando se dé a conocer el nuevo presupuesto de Ontario. .

Si las marchas de protesta, los paros y los conflictos laborales siguen creciendo en la región, miles de personas se verán afectadas, porque probamente la próxima semana 23 mil empleados públicos dejarán de laborar cuando se conozca el nuevo presupuesto de la provincia.
Mientras tanto, el sindicato de trabajadores de la biblioteca de Toronto se reunió brevemente y afirmaron que su huelga, que comenzó el domingo sigue.
Los conflictos laboral que en gran parte se definirán esta y la otra semana, y que podrían generar una huelga en varias entidades del Gobierno, generarían una parálisis total de la administración en Ontario, que afectara a miles de personas.
Al el cierre de las bibliotecas, a los problemas que está generando el conflicto obrero-patronal en Air Canadá, a las marchas estudiantiles por los altos costos de las matriculas, se podrían sumar 23 mil trabajadores del Gobierno que se oponen al nuevo presupuesto provincial y a los recortes de personal que este plantea y que se dará a conocer la otra semana, lo que podría generar serias complicaciones en el manejo de la región, dicen los expertos.
Pero el momento crítico llegará el próximo 27 de marzo, la fecha en la cual el gobierno liberal de Ontario presente su próximo presupuesto para la provincia, presupuesto que se encargará de definir las medidas de austeridad diseñado para controlar el déficit de $ 16 mil millones de dólares y que se solucionará entre otras cosas con despidos masivos de empleados.
El ministro de Finanzas Dwight Duncan, dijo que el público debe estar preparado para “decisiones difíciles”, y reveló que habrá grandes recortes en el gasto en infraestructura en los próximos años, lo que seguramente generará una ola de inconformismo en diferentes entes del gobierno y sus respectivas protestas. Se estima que 23 mil trabajadores entrarían a paro la próxima semana si el Gobierno no acepta sus peticiones o intenta cambiarles los contratos.
Muchos canadienses ya están sintiendo los efectos de los conflictos laborales del sector público que involucran a conductores de autobuses en Halifax y bibliotecarios y profesores de Toronto, pero el punto máximo de esta disputa llegará cuando en el Parlamento se conozca el presupuesto para bajar el gasto.
Hasta el momento las relaciones laborales en Ontario habían marchado bien, porque los servidores públicos estaban protegidos y sus salarios venían subiendo normalmente, pero ante la recesión y el elevado gasto de los gobiernos se subió la deuda a partir de finales de 2008 y ahora las consecuencias son recortes por todos lados.
Para los analistas el conflicto laboral gobierno-empleados públicos, crecerá aun más por los recortes presupuestales y las fuertes diferencias entre los sindicatos federales y el gobierno conservador, que también afectan la región
Para Ottawa es claro que muchos canadienses tendrán poca simpatía con el Gobierno por los recortes que se realizarán en el servicio público federal, pero aclara que es imperativo hacerlo porque algunos trabajadores tienen una compensación excesiva por lo que hacen.
Según George Vasic, estratega de renta y jefe de economista de UBS Securities en Toronto, Canadá, las actuales circunstancias serán un reto para los canadienses, porque se afectarán los planes de pensiones y salarios, unos quedaran mejor que otros, pero nadie estará dispuesto a participar en un proceso de austeridad.
Para los expertos el gran reto es como enfrentarse a los déficits que tiene las provincias, que se hace aun más difícil porque ya varios Gobiernos enfrentan los crecientes costos ligados al aumento de la población de adultos mayores y todo indica que estos dineros saldrán de las filas de los funcionarios públicos que quedarán sin trabajo.
La gran pregunta en Ottawa es con qué rapidez se deberá hacer los recortes de personal, los despidos para enfrentar la crisis, pero sin crear otra que podría ser aun peor.
Para Claude Poirier, presidente de la Asociación Canadiense de Empleados Profesionales, el gobierno no puede despedir a todos por su costo, deberá hacerlo al menos durante un periodo de tres años y eso genera un desgaste.
De acuerdo con los sindicatos los recortes federales buscan generar unos $ 4 mil millones a $ 8 mil millones de dólares, lo que significa que se van a despedir entre 50.000 y 100 mil empleados públicos, lo que también afectara la economía del país. El Gobierno ha rechazado dichas estimaciones, pero no ha dicho cuántos empleos se perderán.
Lo cierto es que ambos presupuestos, el de Ontario el 27 de marzo, seguido por dos el del Gobierno Federal, van a desencadenar grandes cambios en todas las entidades y seguramente muchas protestas de los que quedarán sin empleo.
Por estas presupuestos se esperan meses de mucha agitación de los trabajadores públicos, pero también complicaciones en todos los empelados por las decisiones que se tomarán por las jubilaciones.
En la Columbia Británica, el gobierno provincial está amenazando con congelar el sueldo de los maestros y otros trabajadores del sector público. Ontario, una de las provincias más grandes y más endeudadas de Canadá, también se está preparando para hacer algo similar en los próximos meses, lo que podría generar los mismos problemas que hoy se presentan en BC con los profesores.
Los recortes no sólo afectan el grado de descontento de los empleados públicos, sino también tendrá un gran impacto sobre la economía en general. Varios economistas del sector privado han advertido que Ottawa puede poner en riesgo la recuperación económica al dar este paso.
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