El máximo tribunal de Ontario legaliza los burdeles
El máximo tribunal de Ontario legaliza los burdeles

Las prostitutas de Ontario ya no tendrán que trabajar en las calles donde seguirá siendo prohibido, lo podrán hacer en burdeles y lugares legalmente constituidos para ello.
OTTAWA.- En una decisión histórica el más alto tribunal de Ontario ha anulado la ley que prohibía los burdeles en la provincia. Un panel de cinco jueces decidió por unanimidad que a partir del próximo año se podrán prestar servicios sexuales en cualquier ciudad o lugar de la región, y que las trabajadoras o trabajadores quedarán protegidos por todos sus derechos legales laborales, porque este tipo de negocios deberán funcionar como empresas ordinarias.
Pese al fallo, el tribunal de la provincia dijo que la aplicación de la medida no será inmediata, para permitirle al Gobierno modificar el Código Penal. La suspensión de la prohibición de los burdeles se aplicará dentro de 12 meses, tiempo para que el Parlamento vuelva a redactar la legislación sobre el tema, donde debe quedar claro que no se puede violar la Carta Canadiense de Derechos y Libertades.

Este lunes muchas personas vinculadas el negocio del sexo, celebraron la decisión del alto tribunal de permitir los prostíbulos en Canadá, entre ellas Nikki Thomas, Directora Ejecutiva de Profesionales del Sexo de Canadá.
El alto tribunal considera que en las actuales circunstancias se estaban violando los derechos de las personas vinculadas a este negocio, porque la forma en que está escrito la ley vulnera especialmente los derechos de las prostitutas para entrar en relaciones comerciales libres de explotación.
“La prostitución es un tema controvertido, que provoca un acalorado debate sobre la moralidad, la igualdad, la autonomía personal y la seguridad pública. No es función del tribunal a participar en ese debate. Nuestro papel es el de decidir si la Ley viola o no la Constitución, que es la ley suprema del país”, dice la Corte.
Para el órgano judicial, al legalizar los prostíbulos y el proxenetismo lo que se busca es proteger a las prostitutas y prostitutos, por considerar que realizan un trabajo extremadamente peligroso, donde los riesgos inherentes al mismo se multiplican por las leyes que prohíben, que los obliga a trabajar en las calles y en muchos casos a ser explotados por personas que no les respectan ningunos de sus derechos constitucionales.
Para los jueces la mejor manera de brindar seguridad para las personas que prestan un servicio sexual es que trabajen bajo un mismo techo y con todas las garantías de seguridad social. Con el fallo se deberá remodelar la ley de proxenetismo, y la que se debe establecer que será ilegal vivir de los beneficios de la prostitución sólo “en circunstancias de explotación.”
Uno de los puntos en que los juristas no estuvieron de acuerdo es sobre la prostitución en las calles, porque según los jueces James MacPherson y Leonor Cronk, esto es inadmisible porque obliga a las prostitutas de la calle a negociar con sus clientes rápidamente, sin medir las consecuencias.
El fallo es probable que recorra un largo camino, porque aún debe enfrentar los temores de los políticos y los residentes de las zonas donde se ejerce la prostitución, quienes se preocupan por la afluencia de prostitutas en las calles de la ciudad.
El caso, inevitablemente será apelado ante la Corte Suprema de Canadá y la decisión final probablemente se conozca en un año.
Para el tribunal de apelación de Ontario, en su decisión que fue tomada el pasado lunes, queda claro que habrá un gran cambio, porque de ahora en adelante la policía no tendrá que perseguir a las prostitutas, sino no a los proxenetas violentos y manipuladores que las explotan, al mismo tiempo que ellas podrán contratar personal de seguridad que las proteja.
Los magistrados que presentaron el caso dijeron al final que la nueva ley busca a parte de brindar seguridad a las prostitutas, evitar el desorden que se presenta en las calles y en barrios de algunas ciudades de Ontario.
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Para ellos con la eliminación de la prostitución en las calles, se impide que hombres y mujeres sean sometidos a cosas no deseadas y ayuda a la policía en el control de tráfico de drogas, intoxicación pública por alcohol y enfrenta el crimen organizado.
Los tres jueces reconocieron que la ley puede evitar que las prostitutas corran un alto riesgo al que están sometidas por trabajar en las calles, donde muchas veces no son capaces de medir los clientes potencialmente peligrosos, antes de meterse en sus coches.
En su disposición quedó claro que el permitir y legalizar los prostíbulos, será un gran incentivo para que las prostitutas que trabajan al aire libre busquen trabajar en casas o sitios adecuados para ello.
Para los cinco jueces la ley que prohíbe el funcionamiento de prostíbulos, “es totalmente desproporcionada”, en su objetivo, que determina que es para evitar el desorden y mantener las normas de salud pública. “La forma más segura de vender servicios sexuales, es una prostituta en una zona bajo su control”, dijeron.
El tribunal hizo hincapié en que las prostitutas se ven obligadas a violar la ley y trabajan en las calles, donde el riesgo de ser asesinadas o mutiladas por los clientes es alto, aspecto de seguridad que mejora si lo hacen en un lugar determinado.
Los jueces admitieron que los burdeles se puede utilizar para ocultar las prostitutas menores de edad o las víctimas de la trata de países extranjeros, pero dijo que esos males se debe atacar de la mejor manera y para ello está la policía.

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