Sospechas de brutalidad policial en la última protesta de Occupy Toronto
Sospechas de brutalidad policial en la última protesta de Occupy Toronto
Toronto.- La Unidad Especial de Investigaciones (SIU) de Ontario está averiguando las circunstancias que rodean las lesiones sufridas por la activista Angela Turvey en Toronto el pasado fin de semana durante una protesta de Occupy Toronto.
La víctima, de 36 años, estuvo implicada en un altercado con la policía el viernes cuando se disponía a grabar la detención de un deshauciado, John Erb, en Osgoode Hall.
Al parecer, la mujer desoyó el aviso de la policía para dejar de filmar y, acto seguido, dispusieron a su detención. Al resistirse, y según testigos, la mujer recibió un golpe en la cara con las esposas de la policía, provocando una fractura ósea.
Otro ocupante que estaba grabando el forcejeo entre los agentes y la mujer también fue arrestado por la grabación y así hubo hasta cinco detenciones en cadena.
Miembros de Occupy Toronto visitaron los hospitales para comprobar la condición de los detenidos, que presentaban heridas de diversa gravedad.
El SIU, que es el organismo de vigilancia policial provincial, ha asignado a tres investigadores y un forense para el caso.
Turvey sufrió una fractura de nariz y una fractura de hueso orbital durante el arresto. Un video de la detención, publicado en YouTube poco después del incidente, ha puesto en el punto de mira a la policía, acusada de excederse contra los activistas.
En la grabación, se puede escuchar a Turvey aquejándose de unas lesiones en el cuello y gritando que no se resistía al arresto. La mujer compareció ante el tribunal la mañana del sábado, donde fue liberada bajo fianza y se le ordenó no regresar a Toronto hasta su comparecencia ante el tribunal el 26 de abril.
Ahora el asunto queda a expensas de las investigaciones del SIU, una agencia que estudia los casos policiales en los que se hayan producido muertes, lesiones graves o denuncias de asalto sexual. La policía tenía orden de desalojar a los ocupantes que instalasen tiendas de campaña en la calle. Sin embargo, los miembros de Occupy Toronto aseguran que ninguno de los detenidos, acusados de obstruir la labor policial, incumplía esta normativa.
Tras salir en libertad bajo fianza, Angela Turvey dijo a la prensa que la policía le había roto la nariz y el hueso orbital. Su rostro estaba hinchado, cubierto de hematomas y la ceja suturada. “Siento mucho dolor en la cara y el brazo izquierdo está un poco adormecido.
Mi brazo derecho peor, a consecuencia de haber sido tirada al suelo” dijo al salid del tribunal de Old City Hall. “Yo no estaba resistiendo el arresto”, añadió.
La incidencia provocó una marcha pacífica la noche del viernes en la comisaría 52 de de Dundas Street, cerca del palacio de justicia, exigiendo que se retirasen los cargos contra los cinco arrestados.
Las manifestaciones continuaron el sábado, con uncentenar de personas bloqueando la calle de Dundas fuera de la estación de policía. Esa noche, dos personas más fueron detenidas, ambas acusadas de delitos contra la propiedad.
Los eventos del fin de semana han marcado los momentos más tensos Occupy Toronto. La rama local del movimiento internacional de protesta, que exige una distribución más equitativa de la riqueza, comenzó en octubre con una acampada de cientos de tiendas de campaña en St. James Park.
La policía desmanteló la protesta después de varias semanas en una operación lenta y cuidadosa que atrajo los elogios del público. Desde entonces, Occupy Toronto ha organizado protestas esporádicas dirigidas a los recortes presupuestarios del alcalde Rob Ford. En su programa de radio semanal, el alcalde de Rob Ford y su hermano, el concejal Doug Ford, hablaron del caso.
“Creemos en las manifestaciones y si alguien quiere salir y protestar pacíficamente, que Dios los bendiga”, dijo Doug Ford. “Pero si alguien quiere romper la ley -y no estoy diciendo que lo hicieran- si alguien quiere acampar en frente de algún lugar que no debería, entonces deberían marchar”.
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