Falta de médicos de familia afecta a los discapacitados
Falta de médicos de familia afecta a los discapacitados

Los discapacitados de las zonas alejadas de las grandes ciudades de Ontario sufren por la falta de médicos de familia, que son lo que pueden recomendarlos a los programas de ayuda del Gobierno y certificar que no pueden trabajar.
TORONTO.- La escasez de médicos de familia está afectando gravemente a la población de discapacitados en Ontario, quienes en muchas oportunidades no pueden acceder a las ayudas del gobierno o a los subsidios que existen para los medicamentos, porque no hay un especialista que certifique que la persona está impedida para trabajar.
En Thunder Bay la falta de médicos de familia es tan problemática que muchos de los discapacitados ni siquiera reciben atención médica y mucho menos el apoyo financiero que necesitan para sobrevivir según lo dijeron los denunciantes.
Darlene Veinot dijo que sólo puede permitirse el lujo de comer una vez al día con sus pagos de Ontario Works, pese a que sufre una lesión en la espalda que le impide conseguir un trabajo. “Me faltan dos discos y eso es muy, muy doloroso.”, dijo.
El personal del Distrito de Thunder Bay Junta de Servicios Sociales dijo que Veinot debe ser elegible para el programa mejor pagado por parte del servicio que presta Ontario a los discapacitados, pero el problema es que ella durante los últimos 16 años no ha tenido médicos de familia y sus expedientes médicos no pudieron ser encontrados.
El gran problema pese a que la mujer es discapacitada es que sin la documentación, el programa provincial denegó su solicitud de aumento dos veces. “No creía que tuviera suficiente mal en mí como para justificar que yo esté en la discapacidad”, dijo la afectada.
Despues de un año de su primera solicitud y luego que un tribunal anulara los procesos anteriores, Veinot recibirá pagos por incapacidad, pero el caso de ella se repite en muchas partes, porque según el representante del Gobierno que lleva el caso, Jackie Livingston, hay más personas en iguales circunstancias, que están dando batallas jurídicas para lograr algo a lo que tiene derecho. Según la funcionaria cerca de 200 personas en el distrito están aplicando por lo mismo.
“El médico de familia es el encargado de recomendarles el programa, pero el 65 por ciento de los clientes que he tratado en los últimos tres años no tenían médico de familia”, dijo Livingston.
Lo peor es que de acuerdo a los que manejan estos casos, el problema tiende a empeorar, porque médicos de familia en regiones apartadas se están retirando y sin ellos el programa no prospera pese a que la gente lo necesita. Livingston señaló que algunos médicos en los hospitales y clínicas ayudan para que los discapacitados hagan sus aplicaciones, pero el problema es que no existen las historias clínicas.
Por su parte Veinot, quien fue uno de los casos que se dio a conocer, manifestó que durante los años ella carecía de un médico de familia y que caminaba largos tramos para llegar a una clínica, pero no pudo obtener los expedientes para demostrar que estaba enferma, lo que le habría permitido recibir el auxilio que necesitaba en su caso.
La situación fue tan delicada que ella tuvo que visitar un profesional de salud mental para la depresión, enfermedad que también le habría permitido ingresar a un programa especial.
“Si no fuera por mi asistente social (Livingston) y mi abogado… Yo podría haber detenido el proceso…”, dijo Veinot. “Fue … muy, muy decepcionante … pregunte por el ayudar y no ser capaz de conseguirlo. “
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