RSF sitúa a Al-Asad a la cabeza de los predadores de la libertad de prensa

RSF sitúa a Al-Asad a la cabeza de los predadores de la libertad de prensa

AMÁN (JORDANIA).- Sirios residentes en Jordania se manifiestan contra el presidente sirio Bachar Al Asad en Amán, Jordania.

París.- En lo que va de año han sido asesinados 21 periodistas y encarcelados otros 161, anunció este miércoles Reporteros Sin Fronteras (RSF), que coloca al dirigente sirio, Bachar Al-Asad, como uno de los grandes “predadores” de la libertad de prensa.

La organización, que con motivo de la celebración mañana del día mundial de la libertad de prensa dio a conocer su balance anual, denunció “el ritmo desenfrenado” de violencia contra los trabajadores de los medios, a razón de un asesinato cada cinco días.

RSF indicó que la mayoría de las muertes se han producido en zonas de conflicto, como Siria y Somalia, y subrayó que los cuatro primeros meses han sido “particularmente violentos para aquellos cuya vocación es informar”.

En su “club de predadores”, elaborado desde 2001, la asociación añadió este año a seis nuevos miembros, lo que eleva a 41 el total de gobiernos, personas u organizaciones que ostentan ese dudoso honor.

El grupo islamista Boko Haram, “que hace reinar el terror en Nigeria”; el Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas de Egipto, que para RSF releva al dictador derrocado Hosni Mubarak en lo relativo a los ataques a la libertad de informar, son dos de los primeros.

Al coreano Kim Jong-un se le suman el ministro de Información del Gobierno de transición en Somalia, Abdulkadir Husein Mohamed; los servicios de inteligencia de Pakistán y Vasif Talibov, dirigente de la región azerbaiyana de Najicheván.

RSF indicó que aunque las rebeliones populares de 2011 han derribado a ciertos dictadores que se encontraban en su lista, como el libio Muamar el Gadafi o el yemení Ali Abdalah Saleh, las nuevas adiciones no han posibilitado que su número total disminuya.

Y pese a no haberlos contado este año, apunta que otras personalidades, como el presidente de Yibut, Ismail Omar Guelleh, o los jefes de Estado de Sudán y Uganda, Omarel-Béchir y Yoweri Museveni, “están muy cerca” de formar parte.

Para RSF, este primer trimestre ha demostrado “ampliamente” que los predadores, con Al-Asad y las milicias somalíes a la cabeza, pueden comportarse “como verdaderos carniceros”.

Entre las tendencias destacables figura a su juicio el hecho de que un número creciente de países, seis en este caso, sufre la presencia de dos predadores a la vez.

Somalia, Pakistán, Azerbaiyán, Rusia, los territorios palestinos e Irán se encuentran en esa difícil situación, mientras que ese último país y Eritrea, China, Turquía y Siria se mantienen como algunas de las “principales prisiones del mundo” para los periodistas.

RSF dedica una mención especial a las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), que aunque habían reducido “considerablemente” sus represalias siguen en la lista y han hecho que resurja su hombre tras la desaparición el pasado abril del periodista francés Roméo Langlois.

El presidente cubano, Raúl Castro; el grupo paramilitar colombiano Águilas Negras, la organización terrorista ETA; el presidente de Zimbabue, Robert Mugabe; o su homólogo en Guinea Ecuatorial, Teodoro Obiang Nguema, son otros de los 41 integrantes de ese “siniestro” listado.

RSF aprovecha para rendir homenaje a los periodistas independientes, “cada vez más numerosos en la cobertura de los conflictos” y “último bastión de la libertad de informar cuando los gobiernos se esfuerzan por reprimir al amparo de las miradas exteriores”.

Y ante el auge el año pasado de la primavera árabe, llama a no bajar la guardia ante las promesas lanzadas, pues cree que están lejos de haberse cumplido y que hay que permanecer vigilantes ante “los intentos de manipulación de nuevos gobiernos que quieran hacer pasar los movimientos de protesta por movimientos “terroristas”.

Su balance se cierra además con una serie de recomendaciones, como la invitación a que la prensa reflexione sobre la protección de sus trabajadores y fuentes, y a que los Estados “traduzcan en actos” las disposiciones internacionales relativas a la protección de los periodistas.

E igualmente, incita a los países a adoptar “de manera urgente” el plan de acción y el proyecto de decisión sobre la seguridad de los periodistas y el peligro de la impunidad, elaborados por la UNESCO en marzo de 2012.