ALIANZA DEL PACIFICO, ESTRATEGIA REGIONAL
ALIANZA DEL PACIFICO, ESTRATEGIA REGIONAL
Por: Jorge Tadeo Lozano
10-06-2012
Primero que todo, aproximémonos al tema de lo que entendemos geográficamente como “cuenca del pacífico”; en efecto, con esta denominación señalamos aquí no solo la cavidad oceánica formada por el Mar Pacífico, el más grande del mundo, sino los dos macro-territorios continentales que en gran parte colindan con este, América y Asia, los que a su vez se subdividen así: A. La Cuenca Pacífica Americana en: i. la Cuenca del Pacífico Norteamericana que comprende tres países, Canadá, Estados Unidos y México; ii. la Cuenca del Pacífico Centroamericana integrada por cinco países, Guatemala, El Salvador, Nicaragua, Costa Rica y Panamá; y, iii. la Cuenca del Pacífico Suramericana conformada por cuatro países, Colombia, Ecuador, Perú y Chile; y, B. La Cuenca Pacífica Asiática, subdividida en: i. la Cuenca Pacífica de Asia Oriental formada por Rusia, Corea del Sur, Corea del Norte, Japón, China (Hong Kong) y Taiwán; ii. la Cuenca Pacífica del Sudeste Asiático integrada por Tailandia, Vietnam, Camboya, Malasia, Singapur, Filipinas, Brunéi Darussalam, Indonesia, Micronesia y Timor Oriental; iii. la Cuenca del Pacífico Sur formada por Australia, Nueva Zelanda, Melanesia y Polinesia, que además comprende más de 11 mil islas. O sea que, estamos hablando del área global territorial más grande del mundo en la cual habita más de la mitad de la población del planeta tierra.
El Mar Pacífico ha sido calificado por políticos y científicos como el mar del futuro, como la esperanza de la humanidad, no solo por ser el más extenso de la tierra sino por contener en sus entrañas las mayores riquezas biológicas y minerales del planeta, frente a un Océano Atlántico que le sigue en importancia, que fue en algún momento el máximo proveedor de riqueza biológica marina y el más amplio recurso de comunicación y tránsito en el mundo conocido hasta finales del siglo XV y, por ende hoy, mucho más explotado y contaminado que aquel.
De ahí por qué tanto interés de la humanidad en el Océano Pacífico, a tal punto que ha llevado a la creación de más de una docena de organizaciones no gubernamentales e intergubernamentales cuyos objetivos han sido encontrar caminos únicos de entendimiento e intercambio comercial, de cooperación y de integración económica; y la constitución de bloques regionales fuertes de países con proximidades territoriales, culturales, económicas, etcétera, situados en la misma cuenca, que les permita negociar favorablemente con otros bloques de otras latitudes de la misma cuenca pacífica.
El tema de la “cuenca del pacífico” ha sido una de mis mayores obsesiones como hombre público, en primer lugar porque me crie, me hice y crecí políticamente y como ser humano en una región abandonada, la más desatendida y desprotegida de mi país, precisamente situada en la costa noroccidental de Colombia, que cubre todo el litoral del mar pacífico colombiano, el “Choco-Biogeográfico”, habitada en un 90% por gente de raza negra, un 7% indígena y un 3% de mulatos, mestizos y blancos; y, en segundo lugar, porque su ubérrima naturaleza frente al bajo nivel de desarrollo de su territorio y de su pueblo, constituyó siempre un reto a mi inteligencia y a mi capacidad de lucha, así como a la inteligencia y capacidad de lucha de mucha gente.
Crecí viendo y padeciendo el injusto y discriminatorio trato que las autoridades de mi país dieran a dichos territorio y pueblo, hasta llevarlos a ser los de peores indicadores de desarrollo económico y humano de la nación en la actualidad, cuyos PIB e IDH solo son comparables con los de países como Haití y Nicaragua en América Latina; y en el mundo, solo cotejables con los de Santo Tomé y Príncipe y algunas subregiones solo equiparables con los de Tuvalu, según el “ranquin” de PIB del Banco Mundial.
Mi padre y yo nos hicimos políticos pretendiendo cambiar la historia de esta región, habiendo recibido por ello persecuciones y sindicaciones infames, sin que finalmente hubiésemos podido convencer al régimen de la necesidad de un sistema constitucional, legal y de ejecutorias administrativas diferente para el Chocó-Biogeográfico, que saneara tan protuberante desigualdad regional con respecto al resto del país y eliminara tan aberrante discriminación racial contra las razas negras e indígenas allí prevalecientes.
Observábamos igualmente –con envidia sana- la velocidad vertiginosa como crecían y prosperaban pueblos y territorios de los litorales del mar pacífico en el resto del mundo, tanto en el oriente asiático como en nuestro propio continente americano y de que manera estas naciones construían desarrollo armónico entre sus costas y el interior de sus territorios; ejemplo que Colombia solo copió en beneficio de una parte muy mínima del litoral pacífico.
Durante los años noventa, se incrementó el poder del capital y del mercado, y se intensificaron las fuerzas dentro del sistema internacional, que como los organismos multilaterales, empezaron a jugar un rol importante en las relaciones internacionales. El advenimiento de procesos importantes de integración regional de carácter económico también se afianzaron y fue así como en noviembre de 1993 la ratificación del Tratado de Maastricht marcó la creación de la Unión Europea y el Congreso de Estados Unidos ratificó el NAFTA (North American Free Trade Agreement). Poco después el Presidente Clinton propuso la idea de una comunidad Económica del Pacifico en una cumbre informal de APEC (Asia Pacific Economic Cooperation) en Seattle. Estos hechos fueron pasos fundamentales hacia la regionalización de importantes zonas industriales del mundo como: Europa, América del Norte y Asia. En estos continentes, entre 1980 y 1990 el comercio mundial mostró un dinamismo acelerado, ya que hubo un proceso casi ininterrumpido de concentración del comercio mundial.
Es así como el Pacífico Asiático ha logrado convertirse en polo de desarrollo y crecimiento económico de comercio e inversión a nivel internacional, y esto se ha visto intensificado por las estrategias informales de integración y cooperación, libres de regulaciones legales: el Sistema de Cooperación del Pacifico Asiático. Este sistema esta conformado por tres organismos: PBEC ( Pacific Basin Economic Council), PECC ( Pacific Economic Cooperation Council) y APEC ( Asia Pacific Economic Cooperation).
Surge ahora una nueva “alianza”, la “alianza del pacífico”, entre cuatro naciones de la cuenca pacífica latinoamericana: México, Chile, Colombia y Perú, que busca, como todas las anteriores, “integración económica” para promover -como bloque regional- el crecimiento de estas naciones.
El Acuerdo se protocolizó en las dependencias del observatorio de Cerro Paranal, en el norte chileno y contó con la asistencia de los Presidentes Piñera de Chile, Calderón de México, Humala de Perú y Santos de Colombia, habiendo asistido además observadores de Costa Rica y Panamá, dos países que manifestaron su deseo de ingresar al grupo.
La iniciativa contempla la libre circulación de bienes, servicios, capitales y personas, congrega a unos 215 millones de consumidores, con un Producto Interno Bruto (PIB) conjunto de aproximadamente dos billones de dólares.
No obstante ser esta nueva “alianza” de menor tamaño poblacional y económico que el Mercado Común del Sur, Mercosur (integrado por Argentina, Brasil, Uruguay y Paraguay) sus economías –las de los países de la “alianza del pacífico”- están más consolidadas y con menos tensiones internas que las de la mayoría de las naciones que integran el Mercosur.
La “alianza del pacífico” es considerada por algunos gobiernos de izquierda de latino-américa como un contrapeso ideológico de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América, Alba, promovida por Venezuela y que además integran Cuba, Bolivia, Nicaragua, República Dominicana, Ecuador y Antigua y Barbuda, cuyas economías (PIB) acumuladas son de todos modos de menor tamaño que las de la alianza.
En fin, la historia de la “alianza del pacífico” apenas comienza, falta mucho análisis comparativo cuando se conozcan a plenitud sus objetivos; y en algunos países como Colombia, veremos si la “alianza” beneficiará o no –por fin- al litoral pacífico colombiano y no solo a la región andina y a la costa atlántica del país.
Comentarios: jotalos@diarioelpopular.com (al periódico)
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