Rafael Nadal, 26 años, siete Roland Garros
Rafael Nadal, 26 años, siete Roland Garros
Luis Miguel Pascual
París.- El español Rafael Nadal se convirtió este lunes en el tenista masculino que más veces ha levantado el trofeo de Roland Garros, siete, una más que el sueco Bjorn Borg y los mismos que la estadounidense Chris Evert.
A sus 26 años el tenista de Manacor (Mallorca) marca la historia del Grand Slam de tierra batida, su auténtico jardín, donde sólo ha perdido un partido, en 2009 frente al sueco Robin Soderling.
La serie increíble de Nadal en el Grand Slam de París sólo tiene un precedente, el del estadounidense Pete Sampras en Wimbledon.
Nadal debutó en Roland Garros con 18 años, mucha ilusión y con poco currículum. Ese 2005 había ganado los Masters de Montecarlo y Roma y había escalado desde el puesto 50 del mundo hasta el cinco antes de aterrizar en la Porte de Auteuil.
Expeditivo en cada uno de sus partidos, Nadal tuvo su duelo más complicado en semifinales contra el suizo Roger Federer, entonces número uno mundial, al que sorprendió antes de derrotar fácilmente en la final al argentino Mariano Puerta, que le robó la condición de jugador revelación del torneo.
Al año siguiente, su solidez sobre la tierra batida estaba a prueba ante un extraordinario Federer, que venía de ganar Wimbledon, el Abierto de Estados Unidos y el de Australia y que pensaba conquistar los cuatro de forma consecutiva, algo que sólo habían conseguido el estadounidense Donald Budge (1938) y el australiano Rod Laver (1962, 1969).
Nadal había mostrado su superioridad sobre el polvo de ladrillo en la final de Roma, donde remontó dos bolas de partido a Federer. En la final de Roland Garros, el suizo se hizo con el primer set (6-1) antes de sucumbir a la fuerza mental del mallorquín.
Al año siguiente, de nuevo el suizo llegó a París con opciones de conseguir el Grand Slam (los cuatro grandes consecutivos) y con la moral alta tras haberle derrotado una semana antes en la tierra batida de Hamburgo, lo que rompió una racha de 81 triunfos consecutivos del español sobre esa superficie.
En 2008 Nadal firmó un torneo perfecto, no había cedido ningún set hasta la final y, en la misma, barrió de la pista a Federer, que sólo sumó cuatro juegos. Se convirtió en el primer ganador de París sin perder una manga desde Borg en 1980.
Aquel año lo completó con una victoria en Wimbledon, ante un Federer que había ganado las cinco anteriores ediciones, y con el oro olímpico en los Juegos de Pekín.
En 2009, Nadal dejó escapar el único borrón en una inmaculada hoja de servicios. Físicamente mermado por una rodilla dolorosa, con problemas de concentración tras el divorcio de sus padres, el español cayó en cuarta ronda ante el sueco Robin Soderling, que terminó perdiendo en la final contra Federer.
Al año siguiente volvió con las pilas cargadas y con un nivel, de nuevo, próximo a la perfección. Llegó a París tras ganar los tres Masters 1.000 sobre tierra (Montercarlo, Madrid y Roma) y, en la final, se tomó la revancha con Soderling, a quien arrasó en tres sets. Por segunda vez se llevó el torneo sin ceder ninguna manga.
Como guinda al pastel, ese año ascendió al primer escalón de la clasificación mundial en detrimento de Federer.
Con los galones de número uno, Nadal llegó en 2011 tras haber caído en las finales de Roma y Madrid ante Djokovic y se mostró signos de debilidad durante todo el torneo, pero logró clasificarse para la final, donde por cuarta vez ganó a Federer que, sin embargo, estuvo más cerca de nunca de ganar en París por segunda vez.
Aquel triunfo le situó a la altura de Borg, con seis victorias, el récord conseguido en la arcilla de París por un tenista masculino.
Una marca que batió este año y que le situó en lo más alto de la leyenda de Roland Garros, junto con Chris Evert, que venció siete veces en París.
Nadal se mostró muy seguro, no cedió ningún set hasta la final y acabó derrotando al número uno del mundo, el serbio Djokovic.
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