HABLEMOS DE CINE

HABLEMOS DE CINE

Rosemarie Hewitt y Emily Blunt en YOUR SISTER’S SISTER

Por Jorge Gutman

 YOUR SISTER’S SISTER. Estados Unidos, 2011. Un film escrito y dirigido por Lynn Shelton. Elenco: Mark Duplass, Emily Blunt, Rosemarie Dewitt

Este film fue una de las agradables sorpresas de la última edición del TIFF, confirmando la habilidad de Lynn Shelton en tratar temas que despiertan interés por la forma  original de contar una historia. Tal como lo hiciera en “Humpday” (2009), su trabajo precedente en  donde efectuaba un examen de la psiquis masculina y la inseguridad que conlleva frente a situaciones límites utilizando en gran parte un diálogo improvisado, aquí nuevamente acude a ese recurso a través de una historia diferente donde enfoca las relaciones entabladas entre dos hermanas y el amigo de una de ellas.

Un año después de la muerte de su hermano, Jack (Mark Duplass) que vive en Seattle, aun siente el impacto emocional de su desaparición. En una reunión de gente recordando al ausente, Iris (Emily Blunt) que es gran amiga de Jack y fue la novia de su hermano, le propone que se desplace por unos días a la casa perteneciente a su familia que está ubicada en una isla cercana;  es posible que la tranquilidad del lugar le ayude a reordenar sus pensamientos y recuperarse para seguir adelante. Sin haber sido advertido, ahí se encuentra con Hannah (Rosemarie DeWitt), la hermana de Iris, quien por su parte se encuentra apenada por una ruptura sentimental después de haberse separado de una compañera con quien convivió durante siete años. En ese encuentro, ambos comienzan a compartir sus problemas personales y la soledad que los envuelve comienza a mitigarse en compañía de una botella de tequila; los efectos estimulantes de la bebida les conducen a un encuentro sexual. Después de una noche de apacible sueño, a la mañana siguiente se encuentran con la sorpresa de la llegada inesperada de Iris y es allí que Jack sugiere a Hannah de ocultar a su hermana la aventura pasajera que vivieron la noche anterior.

A partir de ese momento Shelton continúa su relato a través de un camino no previsible  permitiendo que el vínculo amistoso-romántico-fraternal entre los tres personajes adquiera características distintivas que por la naturalidad de su exposición de ningún modo resulta incongruente.

Aún cuando la realizadora haya escrito el guión, hay momentos en que los diálogos resultan tan rápidos como  improvisados delatando la libertad de acción que han tenido los actores para expresarse, brindando así un  toque de notable autenticidad.  En todo caso, lo que realmente trasciende de este film es que con pocos recursos se halla logrado una trama sencilla e íntima demostrando cómo gente esencialmente buena y decente puede generar situaciones absurdas a través de acciones espontáneamente realizadas.

La directora contó con la colaboración de un trío de excelentes intérpretes como Duplass, Blunt y Dewitt quienes transmiten completa credibilidad en sus respectivos roles. Tanto la ternura que despierta el sincero cariño entre las dos hermanas así como la calidez de Jack hacia cada una de ellas –aunque con connotaciones diferentes- permiten que esta comedia trascienda por su buen análisis de las relaciones humanas.

Conclusión: Con una original y convincente historia romántica respaldada por la participación de eficientes actores,  Sheldon ofrece un film cálido con personajes lo suficientemente agradables para ganar fácilmente la complicidad del espectador.

Keira Knightley y Steve Carell en SEEKING A FRIEND FOR THE END OF THE WORLD

SEEKING A FRIEND FOR THE END OF THE WORLD. Estados Unidos, 2012. Un film escrito y dirigido por Lorene Scafaria. Elenco: Steve Carell, Keira Knightley

Éste es otro nuevo film sobre la hecatombe apocalíptica pero aquí bajo el disfraz de una comedia cuasi romántica. Sin el rigor de un cine de autor, como lo que el año pasado se vio en  “Melancholia” de Lars Von Trier, aquí no hay ningún elemento especial que haga relevante la trama planteada por la realizadora Lorene Scafaria; su relativa atracción  descansa en los nombres de  sus dos intérpretes principales.

Si en la película de Von Trier se trataba de un planeta que prontamente se estrellaría contra la Tierra produciendo el fin del mundo, en este caso es un asteroide que producirá el exterminio de nuestro planeta, aunque en ningún momento se lo vea asomar a lo largo del relato. Ésa es la excusa argumental para encontrarnos con Dodge (Steve Carell), un vendedor de seguros solitario y decaído después de que su esposa lo dejó, quien decide efectuar un viaje para reencontrarse con la noviecita de su juventud así como al hogar de su distanciado padre (Martin Sheen) antes de morir. Como la historia resultaría demasiado monótona sin algún acompañante, el guión introduce a  Penny (Keira Knightley), una joven vecina extravertida y de libre espíritu que lo acompañará en la travesía.

El público se encuentra con una nueva película del camino, en tanto que la amenaza de la extinción de la humanidad queda relegada a un segundo plano muy distante, sin que exista por ende la sensación de temor o angustia latente. Sin ninguno de los efectos especiales que pueda disimular la  debilidad del relato, aquí no hay matices que otorguen interés especial a un material estereotipado ya expuesto en numerosas ocasiones. A medida que Dodge y Penny efectúan el viaje van encontrándose con distintos personajes que reaccionan de manera diferente a lo que habrá de acontecer. Sin embargo, nada es relevante o que permita destacarse, con excepción de la nota simpática que ofrece una empleada latina (Tonita Castro) que semanalmente realiza la limpieza en el departamento de Dodge; cuando éste decide prescindir de sus servicios ante el inminente final, termina conmiserándose con ella dado que ella quiere seguir trabajando para él.

Como no podía faltar un poco de romance a la historia, resulta fácilmente predecible que Dodge y Penny terminen haciendo el amor y que a la postre se sientan unidos aguardando la hecatombe hasta el minuto final.

Carell, bien conocido por su actuación televisiva (The Office), no desentona dentro de las limitaciones de su papel; algo semejante puede decirse de  Knightley quien es capaz de brindar muy buenas interpretaciones (A Dangerous Method, Atonement) cuando hay un rol sustancial que le exija, justo al revés de lo que sucede en este film.

Conclusión: Un relato intrascendente en un film que sin ser malo tampoco ofrece  razones para recomendarlo

THE STORY OF FILM: AN ODYSSEY. Gran Bretaña, 2011. Un film documental escrito, fotografiado  y dirigido por Mark Cousins

Este film de Mark Cousins basado en su libro escrito en 2004 constituye una hazaña titánica. Presentado como primicia mundial en la última edición del TIFF, ahora se estrena comercialmente en Canadá.

Como su título lo indica, el documental -que llevó seis años de preparación- se refiere a la historia de la cinematografía internacional, desde su nacimiento en Francia en 1895 hasta lo que es el cine de hoy día,  con una perspectiva hacia el futuro y teniendo en cuenta las innovaciones realizadas a través del tiempo.

No es la primera vez que se aborda la historia del cine, pero hasta ahora se lo hizo con una visión geográfica más reducida; por el contrario, el ambicioso trabajo de Cousins engloba a la cinematografía mundial donde gran parte de lo que se exhibe ha recibido escasa o nula  divulgación en el mundo occidental. De esta forma, además de hacer referencia a nombres emblemáticos como Charles Chaplin, Buster Keaton, Federico Fellini o Ingmar Bergman, entre los grandes maestros, este film nos instruye sobre algunas personalidades  no muy conocidas de la cinematografía africana y asiática.

Si los  extractos y clips de cientos  de films representan un material valioso de examen y revisión, también resultan instructivos los comentarios en off del director y la forma en que intercala escenas de películas diferentes para ilustrar la influencia ejercida por algunos directores en otros para la realización de sus filmes (por ejemplo una escena sexual de la película de Jean Luc Godard “Une Femme Mariée” y la forma en que Paul Schrader la reproduce en “American Gigolo”). No menos importante han sido los viajes realizados por el equipo de producción a  Egipto, India, Shangai, Beijing, Japón, Sydney, Los Ángeles y a diferentes lugares de Europa a fin de realizar entrevistas a Youssef Chahine (el padre del cine africano), Amitabh Bachchan  (el actor asiático de mayor popularidad), Kyoko Kagawa y nombres más familiares que incluyen a Stanley Donen, Gus van Sant, Lars Von Trier, Alexander Sokurov, Bernardo Bertolucci, Wim Wenders, Jane Campion, Baz Luhrmann y Claudia Cardinale, entre otros.

A pesar de su duración de 15 horas, subdividido en capítulos de una hora cada uno, este film no puede abarcar por completo lo que a nivel mundial se ha producido durante casi 120 años de existencia. Sin embargo si alguna objeción merece este  monumental trabajo es que no siempre se ha logrado un equilibrio adecuado entre las diferentes cinematografías del mundo. Así, por ejemplo, se destina más tiempo del necesario para destacar los filmes de Bruce Lee o el cine de Bollywood, en detrimento de la cinematografía de América Latina apenas considerada.

Más allá de la objeción apuntada, hay que admitir que en cualquier proceso de selección entra a jugar el criterio subjetivo de quien lo hace; en todo caso y como balance final cabe apreciar el esfuerzo realizado de Cousins en haber logrado un valioso documental merecedor del máximo respeto.

Conclusión: Un film altamente recomendable para los cinéfilos y una buena lección de cine para los estudiantes de esta carrera.

Hebe Duarte y Germán de Silva en LAS ACACIAS

LAS ACACIAS. Argentina-España, 2011. Un film de Pablo Giorgelli. Elenco: Germán de Silva, Hebe Duarte

Ganadora de la Cámara de Oro en oportunidad de su primicia mundial en el Festival de Cannes del año pasado,  esta  película siguió obteniendo distinciones en otras muestras internacionales (San Sebastián, Londres, Biarritz)  y la semana pasada  recibió el premio Cóndor de Plata al mejor film de Argentina de 2011. El secreto de su éxito radica en que el novel director Pablo Giorgelli  ha sabido relatar una historia  pequeña pero definitivamente atractiva  por su contenido humano.

Uno de sus dos personajes es Rubén (Germán de Silva), un experimentado e introvertido camionero sin familia a quien su jefe le pide que traslade con su viejo vehículo a Jacinta (Hebe Duarte), una mujer paraguaya,  y a su bebita de 5 meses (Nayra Calle Marnami) a  Argentina donde ella piensa vivir  con unos familiares esperando lograr un empleo.  Lo poco o mucho –según como se lo considere- que acontece durante el trayecto de los 1500 kilómetros que separan a  Asunción del Paraguay del lugar de destino en el conurbano de la ciudad de Buenos Aires es lo que conforma el libreto escrito por el realizador con la colaboración de  Salvador Roselli.

Si bien al inicio del viaje hay una cierta aprensión y cautela de dos personas que prácticamente no se conocen y en donde nada aparentemente sucede, el público llegará a saber de los mismos en forma gradual a través de un lenguaje gestual y de miradas elípticamente significativas; posteriormente y a medida que comienzan a surgir los escasos diálogos de los viajeros, van reflejándose algunos aspectos de sus personalidades, donde queda claro que la soledad es un elemento común que los identifica.

Con gran sutileza el realizador describe cómo a medida que pasan las horas y el viaje avanza, Jacinta y Rubén se van abriendo tímidamente a través de  una rara comunicación intimista que irá transformándolos a lo largo del mismo. Así él descubrirá en ella la belleza de su alma, la importancia de una vida familiar y la responsabilidad que implica la paternidad, en tanto que la chica podrá atisbar la posibilidad de  convivir con alguien para sentirse protegida y ahuyentar la soledad.

Este es un buen ejemplo de un cine sencillo y expresivo, donde el realizador demuestra una gran sensibilidad retratando a dos seres humanos que  van revelando sus sentimientos adormecidos hasta que se produce el milagro de un encuentro inesperado.

Conclusión: Con limitados recursos, Giorgelli relata una poética historia capaz de conmover. Sin duda, un bello film que evidencia la madurez de un promisorio realizador.