Ataque al fraude en inmigración

Ataque al fraude en inmigración

La demanda de visados ha aumentado el número de estafas en países como la India.

TORONTO.- Canadá, Australia y el Reino Unido anunciaron este martes el inicio de una campaña conjunta para detener la proliferación de falsos agentes de inmigración que prometen a sus clientes un acceso más rápido a los países con mayor demanda a cambio de dinero y falsificación de documentos.

Los representantes de las agencias de servicio fronterizo de los tres países implicados -Citizen and Immigration Canada, UK Border Agency y Australian Department of Immigration and Citizenship- emitieron una declaración conjunta para alertar sobre los peligros del fraude en inmigración, especialmente en el Sureste asiático.

Para ello, recomiendan a los ciudadanos que quieran emigrar a los países anglosajones que eviten tratar con agentes que, a cambio de dinero y de documentos falsificados, prometen acelerar la obtención de visados. Advierten de la existencia de falsos oficiales de la embajada y de páginas web que son una copia de los portales oficiales.

“Los falsos agentes de inmigración a menudo animan a los solicitantes a que presenten documentación falsa o a aceptar matrimonios de conveniencia” dijo Sidney Frank, responsable de la inmigración canadiense en el Sur de Asia. “No se deje engañar. Perderá su inversión, le pillarán y le denegarán la entrada a Canadá”.

Por su parte, Thomas Craig, director regional del UK Border Agency para el Sur de Asia, dijo que tendrían “tolerancia cero” hacia el fraude, mientras que daban la bienvenida al Reino Unido a visitantes, estudiantes y trabajadores “genuinos”. “Le recomiendo a cualquier persona que desee un visado para el Reino Unido a no escuchar a los agentes que venden documentos falsos y que dicen que puede garantizar un visado. Tenemos un sistema muy eficaz para detectar el fraude y trabajamos con nuestros socios internacionales y las autoridades indias para hacerlo”. También recordó que, en caso de destaparse el fraude, que suele implicar falsos certificados de idiomas, el solicitante se enfrenta a una prohibición de diez años sin entrar en territorio inglés.

El representante australiano, José Álvarez, recordó que el fraude “es un delito en Australia y puede conducir a severas sanciones para los involucrados”. También dijo que “en última instancia, la responsabilidad de una solicitud de visado la tiene el solicitante”, con lo cual el castigo lo sufriría no sólo el estafador sino también la víctima.

Los tres países insisten en recurrir a los procedimientos oficiales, cuya información y formularios están disponibles en los sitios web del gobierno, de forma gratuita.