Un hombre de 42 años muere en otro tiroteo
Un hombre de 42 años muere en otro tiroteo

Los servicios de emergencias acuden al lugar del crimen, en el campo de fútbol de Jane con Eglinton Ave. West.
TORONTO.- Menos de 24 horas después del tiroteo en Scarborough que se saldó con dos muertos y 23 heridos, un hombre de 42 años ha muerto a tiros este martes en el extremo noroeste de la ciudad.
Clayton Wright, de Mississauga, fue asesinado alrededor de las 9.40 de la noche del martes en un campo de fútbol situado en la avenida Emmet, en el área de Jane y Eglinton Ave. West.
Los servicios de emergencia realizaron ejercicios de reanimación cardiopulmonar en la escena, pero Wright murió de sus heridas poco después. Con este ya son 29 las víctimas de homicidio en Toronto en lo que va de año.
La policía no ha dado a conocer los posibles motivos para el tiroteo aunque está trabajando con algunos testigos en la investigación. Los primeros indicios apuntan a que los disparos pudieron proceder de un todoterreno blanco.
El tiroteo se produjo en el exterior del campo de fútbol donde Wright jugaba habitualmente. La víctima había terminado de jugar un partido con unas 20 personas cuando recibió un disparo en el pecho.
El inspector-sargento Wayne Banks dijo este miércoles en rueda de prensa que una docena de los compañeros de Wright testificaron para la policía.
En principio, se había especulado con un ajuste de cuentas entre pandillas a raíz del incidente del lunes en Scarborough, aunque la policía no ha encontrado evidencia que respalde esta teoría.
Banks afirmó que era demasiado pronto para decir si el asesinato de Clayton Wright fue indiscriminado o premeditado, aunque se apresuró en descartar cualquier conexión con el incidente de Scarborough.
“No hay absolutamente ninguna información ni pruebas que vinculen el asesinato de Wright a la acción de pandillas”, declaró Banks ante la prensa. “Que sepamos, no existe amenaza de represalias de ningún tipo como resultado de este incidente”, añadió.
La policía calificó el tiroteo del lunes en una fiesta de barrio en Scarborough como el peor de caso de violencia en la historia reciente de la ciudad y muchos residentes temen que Toronto se convierta en el escenario de una guerra de pandillas al estilo norteamericano.
El nuevo asesinato pone en cuestión las palabras del alcalde Rob Ford, quien insistió este martes que Toronto era “la ciudad más segura del mundo” y prometió aplicar “toda la fuerza de la ley” contra los responsables del tiroteo.
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