Demencia senil será uno de los graves problemas de salud de Ontario
Demencia senil será uno de los graves problemas de salud de Ontario

Gran parte del problema es que los abuelos no reciben un tratamiento integral y tiene que ir de un lugar a otro para ser atendidos de todos sus males.
OTTAWA.- En los próximos años uno de los grandes problemas que tendrá Canadá será el envejecimiento de su población, para Ontario este será uno de los grandes retos en salud, al que se le suma otro más, y es que según organismos especializados uno de cada cinco ancianos de la provincia sufrirá de demencia senil, lo que arrojará al sistema 5.600 nuevos enfermos mentales.
Según un informe de la Sociedad de Alzheimer de Ontario, actualmente 18.400 residentes de la región, con más de 65 años ya fueron diagnosticados con demencia y en el 2020, ese número se podría elevar a 24.000, lo que ya obliga a los organismo de salud a planificar que van hacer para atender a tantas personas, porque se considera que se debe dar el trato de una epidemia.
Entre las regiones más afectadas según la proyección será el este de Ontario, le siguen la zona de Hamilton-Niágara y en tercer lugar los suburbios de Toronto.
Los expertos advierten que la cifra que ya de por si es alta, es muy conservadora y se esta subestimando el problema que puede ser aún mayor, como lo afirmó el Dr. Frank Molnar, un geriatra del Este de Ontario y coautor del informe.
La sociedad de Alzheimer esta haciendo un llamado urgente a las autoridades de salud provinciales y regionales para hacer más para prepararse para la “creciente” problemas de demencia en las personas de la tercera edad y buscar los mecanismos para mejor la atención de estos pacientes que sufren por el debilitamiento de su cerebro.
Para los médicos hay que tener en cuenta que estos enfermos mentales a parte de ello también sufren otras enfermedades, como la insuficiencia cardíaca, accidente cerebrovascular, la diabetes y enfermedades del pulmón, por lo que son pacientes más difíciles de tratar y también más costosos.
Agregan además que una gran mayoría de estos abuelos consumen drogas múltiples, requieren intervenciones costosas tales como la diálisis renal durante mucho tiempo, y son transportados habitualmente entre los hospitales, atención domiciliaria, médicos de familia y especialistas médicos.
Uno de los grandes problemas detectados es que los ancianos no tienen un tratamiento integral y son atendidos por diferentes proveedores de salud que los mandan de un lugar a otro, hasta que terminan en un hospital por largos meses, generando grandes costos.
Los realizadores del informe señalan que hay un uso innecesario de muchos servicios, lo que aumenta los costos de los tratamientos de estas personas y proporciona una menor calidad de vida de los ancianos y sus familias.
“Necesitamos un plan para la provincia”, dice David Harvey, jefe de la política pública para la Sociedad de Alzheimer. “Tenemos que sensibilizar a las personas que son responsables de la planificación del sistema de salud, no sólo acerca de la demencia en sí, sino también sobre el impacto de la combinación de la demencia con otras enfermedades crónicas, que causan un efecto dominó en el sistema de salud.”
La edad es el principal factor de riesgo para la demencia, lo que significa que la epidemia está siendo impulsada por un aumento constante en el número de personas mayores que viven hasta los 80 años o más y que es el segmento de más rápido crecimiento de la población de la región.
Y a pesar de la demencia se considera una enfermedad de la mente, porque se pierde la memoria, para los médicos esta se debe tratar también como una enfermedad física por sus consecuencias.
Expertos dicen que una mejor supervisión de las personas mayores – especialmente los que tienen controlada la presión arterial alta, diabetes y enfermedades del corazón, que están en alto riesgo de desarrollar la demencia – se traduciría en un menor número de personas afectadas por todos estos males.
De hecho, la demencia no diagnosticada es uno de los problemas, porque su tratamiento luego resulta más costoso, dice el director médico del Programa Regional de Geriatría del este de Ontario.
Muchas personas mayores hasta se les olvida comer, tomar sus medicamentos y son más propensos a caerse y hacerse daño, lo que genera más gastos por falta de una atención oportuna.
En 2008, cerca de 650 personas mayores que no padecen demencia, duraron varios meses en los hospitales, porque no tenían otro lugar donde atenderlos o donde llevarlos, por lo que se debe pensar en una tención domiciliaria de buen nivel.
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