Ford y Harper acuerdan plan contra violencia en Toronto

Ford y Harper acuerdan plan contra violencia en Toronto

El primer ministro, Stephen Harper, estrecha la mano de alcalde de Toronto, Rob Ford en la estación de policía de la División 43 donde hablaron sobre como enfrentar a los violentos.

TORONTO.- El problema de violencia de Toronto y el caos que han armados las pandillas, generó un encuentro entre el primer ministro Stephen Harper y el alcalde de Toronto Rob Ford, quienes se pusieron de acuerdo en adelantar un plan que baje el alto índice de criminalidad que se ha registrado en los últimos días en las calles de la ciudad más poblada de Canadá.

Harper se reunió con el alcalde en una comisaría de policía de Scarborough durante unos 30 minutos y luego salió para sacarse una foto frente a los medios en compañía del alcalde quien no quiso revelar los acuerdos a que llegaron con el Primer Ministro.

Por su parte Harper se limitó a decir que se discutió a profundidad el tema para buscar una salida a la delincuencia armada que afecta la ciudad. Destacó que se buscaran medidas más fuertes en el sistema penal que eviten que esto siga pasando.

“He hecho algunas sugerencias específicas para el alcalde, como él me las hizo. Ambos vamos a estudiar algunas medidas judiciales adicionales que también se pueden tomar”, dijo Harper.

Por su parte el alcalde que ya se ha reunido con la policía de Toronto y el primer ministro de Ontario Dalton McGuinty declaró que por ahora hay una gran victoria contra la delincuencia y es el ingreso de mayores recursos para financiar un plan que enfrente a las pandillas, lo que permitirá contratar más policías y agentes especiales.

Dijo por ahora hay disponibles $ 5 millones anuales, dinero con el cual se va contratará un escuadrón especial para enfrentar a los violentos.

Los recursos que se han conseguido por ahora servirán para adelantar un programa especial denominado TAVIS, una estrategia diseñada por la policía y los organismos de seguridad, como plan de acción contra los violentos y para evitar que se sigan registrando tiroteos en las calles de Toronto.

McGuinty se comprometió a dar $ 7.5 millones en financiamiento permanente para el plan de choque y especialmente para financiar las unidades especiales que se encargarán del mismo.

El alcalde había dicho que quería buscar un compromiso similar con el Primer Ministro para aumentar los recursos de financiación, pero no informó si lo logró.

Hasta ahora el financiamiento provincial que se anunció es sólo para la policía, pero se requieren más recursos para los programas sociales que se quieren adelantar en los barrios afectados por las pandillas.

El concejal Adán Vaughan dijo que acoge con satisfacción la financiación de un plan para ampliar el número de policías en la ciudad, pero que se requiere mucho más para realmente encontrar una solución al problema.

Dijo que hay que trabajar mucho más con la comunidad, y que la Policía haga un contacto más humano con las personas que están en los barrios afectados, para hacer las conexiones que se necesitan para salir de este problema.

“Si vamos a hablar de justicia penal y no hablamos de justicia social, no vamos en la dirección correcta”, dijo el político para quien la acción de la policía debe ir de la mano del trabajo social con las comunidades.

Dijo que se debe crear un programa especial para ayudar a los jóvenes a salir de los grupos violentos y mejorar las viviendas donde viven las personas que están afectadas por los delincuentes.

“Si usted no tiene un fuerte sistema de la justicia social, seguirá persiguiendo a los delincuentes y a los que disparan en la ciudad. Hay que enfrentar el problema y ​​la manera de hacerlo es con un enfoque integral y no simplemente hablando ley y el orden “, agregó.

Para Nicholas Russell el aumento de la policía no es suficiente, porque nunca había visto tantos oficiales patrullando el extremo oriental, “y aun así la violencia es peor.”

Para los especialistas y algunos concejales el aumento de policías en la ciudad no es suficiente para bajar el problema de los tiroteos y la delincuencia, porque se requiere también hacer un trabajo social en los barrios afectados.