Augusta exige a ORNGE el pago de 1.8 millones de dólares
Augusta exige a ORNGE el pago de 1.8 millones de dólares
TORONTO.- La compañía italiana de helicópteros “AugustaWestland” quiere recuperar 1.8 millones de dólares que en su día pagó a Chriss Mazza y su equipo.
Se añade de esta forma el enésimo capítulo al polémico caso ORNGE, la compañía de ambulancias aéreas investigada por la justicia desde que su antiguo jefe, Mazza, fuese acusado de lucrarse con el dinero que el gobierno cedía a su organización y que provenía enteramente del contribuyente.
La cantidad que ahora reclama la firma italiana forma parte del sustancioso acuerdo económico, 4,7 millones de dólares, por el que Augusta se hizo con los servicios de Mazza para que éste abriese el mercado buscándole nuevos compradores. La compañía de helicópteros también explica que tenían preparado un segundo contrato por valor de dos millones que nunca se llegó a ejecutar.
“No estamos satisfechos con el resultado final del negocio”, explicó el portavoz de Augusta, Dan Hill, “Mazza y su equipo no nos entregaron lo que acordamos”
El comité de Queens Park y la OPP investigan ahora esta millonaria transacción, que se remonta al año 2008, cuando ORNGE pagó 144 millones a “AugustaWestland” por una flota de 12 helicópteros. Fue tras esta operación cuando la compañía italiana se hizo con los servicios de Mazza y su equipo. Un equipo de trabajo en cuyo organigrama figuraba como vicepresidenta la novia de Mazza e instructora de esquí, Kelly Jong.
Dan Hill mantiene que los funcionarios de ORNGE se desentendieron del negocio antes de que finalizase y que Mazza no se ocupó de aquello para lo que fue contratado. “Lo único que exigimos es una cantidad de dinero que consideramos que nos pertenece”
Para intentar recuperar su dinero, Augusta ha interpuesto una demanda contra las organizaciones con ánimo de lucro que Mazza creó para vender seguros de alta gama a usuarios adinerados y que ya han quebrado. Las tres organizaciones creadas a partir de ORNGE contaban cada una con 330000 dólares cuando colapsaron a principios de año.
La batalla legal que dirimen ambas partes, otrora estrechos colaboradores, se está calentando y las dos compañías reclaman dinero.
Cuando a partir del pasado diciembre se empezó a destapar la polémica, una de las compañías de Mazza le exigió a AugustaWestland el pago de 250000 como anticipo de un total de dos millones de dólares por un acuerdo relacionado con el marketing. Uno de los administradores de esa compañía afirma que Augusta todavía no se ha hecho cargo del pago.
Los documentos y pruebas de estas quiebras en las filiales de ORNGE demuestran, entre otras cosas, que se les debían más de 6 millones de dólares a los acreedores. También refleja que parte del dinero recaudado por la venta de la casa de Mazza, unos 650000 dólares, sirvió como fuente de ingresos.
Comprada por Mazza en 2010 a un precio de 735000 dólares, la casa original fue demolida y levantada de nuevo, pera ser vendida en 2012 por 1.4 millones. La policía y MPPS investigan ahora una serie de pagos y préstamos realizados por esa época desde una de las filiales de ORNGE a Mazza.
Actualmente, Mazza reside en una casa de campo, en el Norte, y su abogado ha escrito al consejo de administración de las empresas quebradas que su cliente no está en condiciones de hablar sobre sus finanzas. En cualquier caso, Mazza tendrá que acudir a la corte el próximo septiembre.
La última vez que lo hizo fue el pasado 18 de julio, después de varios meses regateando las peticiones del tribal alegando que no se encontraba mentalmente preparado para hablar.
En esta última intervención, Mazza señaló que el gobierno estuvo al tanto en todo momento de los negocios que llevaba a cabo ORNGE. Incluso señaló que mantuvo una breve reunión al respecto con la ministra de Sanidad, Deb Matthews y desmintió gran parte del testimonio que la ministra enunció durante su declaración, que tuvo lugar hace unas semanas.
En este sentido, tanto conservadores como demócratas exigen una nueva comparecencia por parte de la ministra.
La versión que Matthews dio sobre ORNGE en su declaración fue la de una compañía opaca y rebelde, que diseñó un complejo entramado de filiales con las que lucrarse. Mazza, por su parte, desmintió que hubiese hecho nada para enriquecerse personalmente y afirmó que “el gobierno siempre estuvo al tanto de sus operaciones y jamás hizo o dijo nada”
El ex director de ORNGE apuntó que todo lo que hizo fue por el bien de la población. Su versión, en cualquier caso, contrasta con la postura adoptada por el gobierno de unos meses a esta parte, en los que a optado por criticar la “nefasta gestión” de ORNGE, y las “”vergonzosas e inexcusables” actividades, como las calificó la ministra de sanidad, que allí se llevaron a cabo.
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