Un documento demuestra que el gobierno sí conocía las actividades de Ornge
Un documento demuestra que el gobierno sí conocía las actividades de Ornge
TORONTO.- El escándalo de Ornge ha tomado un giro inesperado que deja en muy mal lugar al gobierno. Después de que la ministra de sanidad, Deb Matthews, asegurase en su comparecencia ante el juez de hace unas semanas no estar al tanto de la actividad fraudulenta que supuestamente protagonizó Chris Mazza, un documento descubierto por la comisión legislativa le quita la razón.
La comisión encargada de llevar a cabo la investigación sobre el escándalo de las ambulancias aéreas de Ornge, ha encontrado un informe, desconocido hasta el día de hoy, que puede resultar clave para el devenir del caso.
Se trata de un dosier que la consultora Meyers Norris Penny LLP envió al ministerio de Finanzas en septiembre de 2010 y que incluía hasta 26 advertencias negativas.
En el informe se le recomienda al gobierno que vigile de cerca la “muy sospechosa” estructura corporativa de Ornge, el no cumplimiento del convenio de objetivos, y la deficiencia en el mecanismo de presentación de informes. El documento, además, advierte sobre las decisiones “sospechosas” tomadas por la junta directiva de la empresa.
“En este punto es imposible que McGuinty y los liberales sigan fingiendo un desconocimiento total sobre lo que estaba ocurriendo con Ornge”, ha apuntado el crítico de Transportes del PC de Ontario, Frank Klees.
“Es innegable que el Ministerio de Sanidad ha ignorado muchas de las advertencias sobre Ornge durante los últimos dos años”.
Este informe, que ha sido objeto de estudio durante toda la jornada del jueves, fue encargado por el ministerio de Hacienda en el año 2008. En él se advertía al ministerio de Sanidad de las varias infracciones y actividades sospechosas cometidas por Ornge, y se recomendaba, además, la necesidad de atajarlas.
El informe pone de relieve, sobre todo, la sospechosa forma en la que se había creado la estructura corporativa de la empresa dirigida por Chriss Mazza.
El documento, en cualquier caso, fue ignorado por los ministerios de Hacienda y Sanidad.
“Otro día que pasa y otro documento que demuestra la incompetencia de la ministra de Salud”, explicó Klees tras la audiencia judicial, “la evidencia continúa acumulándose y tarde o temprano, la ministra tendrá que admitir que fracasó en sus responsabilidades como política. Ya no puede alegar que no sabía. La única excusa que queda es que se negó a ver lo que era obvio para todos los demás”, sentenció.
Este nuevo escenario deja en muy mal lugar al gobierno de Toronto en general y a la ministra de sanidad, Deb Matthews, en particular. Y da la razón, en parte, a las declaraciones de Mazza en las que aseguraba que el gobierno estaba al tanto de todo lo que ocurría en Ornge.
En su comparecencia ante el juez, Matthews habló de Ornge como una compañía opaca y rebelde, que diseñó un complejo entramado de filiales con las que lucrarse. Además de asegurar que desconocía las operaciones que Chris Mazza llevaba a cabo.
La justicia sigue así tirando del hilo de un escándalo que puede sentar precedentes y que amenaza con cobrarse a dos figuras de enjundia: Mazza y Matthews.
Hace dos días, la compañía italiana de helicópteros Augusta reclamó a Ornge el pago de 1.8 millones de dólares por incumplimiento del contrato que ambas entidades firmaron en 2008.
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