Una loa desenfadada al pop británico clausura los Juegos de Londres
Una loa desenfadada al pop británico clausura los Juegos de Londres
Patricia Souza
Londres.- Londres 2012 entregó este domingo el testigo a Río 2016 en una desenfadada ceremonia en el Estadio Olímpico de Stratford con canciones de cinco décadas de pop-rock británico, en homenaje a una de las grandes señas de identidad del Reino Unido.
El simbólico apagado del pebetero puso fin a unos Juegos Olímpicos “felices y gloriosos” de Londres al término de una divertida fiesta sin complejos con mucho veterano en la que volvieron a reunirse las Spice Girls, Muse cantó “Survival” y The Who cerró el evento con su himno “My Generation”.
Desfilaron coches “retro”, motos “mod” y camiones descubiertos, desde los que algunos artistas se dieron un paseo triunfal cantando por el Estadio Olímpico ante más de 80.000 espectadores mientras miles de voluntarios, hasta un total de 4.000, no dejaban de bailar.
Brasil, próximo país anfitrión de los Juegos, también tuvo su espacio y por el escenario de Stratford aparecieron Renato Sorriso, Alessandra Ambrosio y Marisa Monte, en un desfile de samba que recordaba al carnaval de Río de Janeiro.
Como ocurrió el 27 de julio con la inauguración de los Juegos, el espectáculo de la noche de este domingo fue un homenaje a la cultura británica, con la presencia de figuras como George Michael, Kate Bush, Queen, Madness, Take That, Pet Shop Boys, Liam Gallagher y Ray Davies, que cantó “Waterloo Sunset” en uno de los momentos cumbre.
Otros fueron la reunión de las Spice Girls, un grupo que en los 90 vendió más de 75 millones de discos y cantaron desde lo alto de taxis negros londinenses su “Wannabe”, y la divertida interpretación de “Always Look on the Bright Side of Life” de la película “La Vida de Brian” con un coro de Bollywood.
Destacó también la “resurrección” de otros destacados iconos musicales británicos fallecidos hace décadas como Freddie Mercury y John Lennon, de los que se escucharon algunas de sus composiciones en el Estadio Olímpico como si estuvieran presentes.
Con las gradas abarrotadas como sucedió en diez días de competiciones de atletismo se exhibieron iconos londinenses como el Big Ben, el “Pepinillo” de Foster o el Puente de la Torre sobre un escenario con papel de periódico en forma de aspas y los colores difuminados de la bandera británica diseñado por Damien Hirst.
Si para la inauguración olímpica se optó por resaltar la historia del Reino Unido, la clausura, diseñada por el coreógrafo Kim Gavin y también con una audiencia potencial de mil millones de personas, fue una exaltación deLondres, desde sus periódicos emblemáticos, sus taxis y sus monumentos hasta su carácter abierto y desenfadado.
La música en vivo acompañó en todo momento la ceremonia, en la que el Estadio Olímpico de Stratford lució espectacular con los colores azul, rojo y blanco de la bandera británica y en la que se cumplieron los requerimientos de la Carta Olímpica.
Mientras el grupo Elbow interpretaba “Open Arms” y “One Day Like This” fue el momento del desfile de los atletas, que llegaron juntos al estadio “como una sola nación” después de que sus abanderados se hiciesen dueños del centro de la pista, despejada ya de símbolos londinenses.
Desde el cielo se apreciaba una bandera británica pero, desde dentro, los deportistas bailaban al término de 17 días de competición con las figuras de Michael Phelps y Usian Bolt engrandecidas y el alivio de las autoridades británicas por el desarrollo sin incidencias del mayor evento deportivo del planeta.
“Han sido unos Juegos alegres y gloriosos”, sentenció el presidente del Comité Olímpico Internacional, el belga Jacques Rogge, haciéndose eco del verso del himno británico que, hace unos días, dio nombre al “sketch” de la reina Isabel II saltándose en paracaídas con James Bond.
La fiesta acabó con el pebetero desmontado mientras Take That interpretaba “Rule the World”, seguido por los actuales integrantes de The Who cantando “My Generation” entre fuegos artificiales.
En la lista de 30 canciones que sonaron, que será puesta a la venta de inmediato, no faltaron el “Here comes the sun” de los Beatles, “Imagine” de John Lennon, “Bohemian Rapshody” de Queen, “Changes” de David Bowie o “Wonderball” de Oasis, interpretada en el estadio por Liam Gallagher.
Río lleva sabor tropical y a Pelé a la clausura de Londres 2012
Londres.- Río de Janeiro puso sabor tropical a la clausura de Londres 2012 con un rápido repaso a la música brasileña, como aperitivo de la fiesta que prepara para los Juegos Olímpicos de 2016, y sorprendió al llevar como embajador a Pelé.
Brasil convirtió el estadio olímpico de Stratford en un carnaval brasileño con un ejército de 225 bailarines, que salieron al escenario después de que sonara el himno brasileño y de que el alcalde carioca, Eduardo Paes, recibiera la bandera olímpica.
Los ocho minutos de fiesta brasileña comenzaron con la aparición en el centro del estadio de Renato Sorriso, un barrendero famoso en Río porque cada año baila de manera espontánea en el carnaval carioca mientras pasa la escoba por el “sambódromo” en los descansos de los desfiles de las escuelas de samba.
Renato Sorriso, vestido con su habitual uniforme de trabajo naranja y con una escoba en la mano, bailó unos pasos de samba hasta que un “agente de seguridad” intentó expulsarle, pero entonces apareció un torbellino de bailarines para arroparlo.
Entre los bailarines, que usaban ropas luminosas que remitían a los disfraces de carnaval, apareció la cantante Marisa Monte que entonó unos acordes de la canción “Yemanjá”, que homenajea a la diosa del mar en las religiones de origen africano como el candomblé y el umbanda, que tienen un fuerte arraigo en Río de Janeiro.
A continuación, unos bailarines, vestidos con ropas luminosas que recordaban a los collares y las coronas que usan algunos indios brasileños, danzaron una música de percusión con alusiones a los ritmos tradicionales de los pueblos nativos.
El rapero BNegão animó la fiesta con unas estrofas de una canción de “maracatú”, un animado estilo musical del noreste de Brasil, mientras unos bailarines hicieron unos pasos de capoeira, la mezcla de danza y lucha libre que los esclavos exportaron de Angola y Mozambique al país suramericano.
El cantautor Seu Jorge hizo su aparición, vestido con un traje blanco y pajarita dorada, para cantar “Nem vem que não tem”, tema del filme “Ciudad de Dios” en el que él mismo actuó.
Junto a Seu Jorge bailó la modelo Alessandra Ambrosio, que aportó la gotita de sensualidad a la fiesta, mientras sonaban unos acordes de “funk carioca”, un ritmo que hace furor entre la juventud brasileña.
Para finalizar, los cantantes entonaron la célebre canción “Aquele abraço”, del fallecido Tim Maia, y que es considerado como un himno oficioso de Río de Janeiro por su letra que alaba la icónica ciudad y que cualquier brasileño se sabe de carrerilla.
Entonces, en el colofón de la fiesta apareció por sorpresa Pelé, el rey del fútbol brasileño, que estaba oculto bajo una gabardina para que no se le conociera.
Pelé se descubrió y lució la camiseta amarilla de la selección brasileña de fútbol y se fundió en un abrazo con el barrendero Renato Sorriso.
Para finalizar se irguió el símbolo de Río 2016 en el centro del estadio de Stratford, antes de pasar a los discursos del presidente del COI, Jacques Rogge, y del comité organizador de Londres 2012, Sebastian Coe.
La fiesta brasileña tenía como motivo el “abrazo multicultural” que Brasil prepara a los turistas y deportistas en 2016 y fue ideada por el cineasta Cao Hamburger y la directora de escenografía Daniela Thomas.
Comments (0)