Los restaurantes de Vermont incluyen propina en cuenta de visitantes québecois
Los restaurantes de Vermont incluyen propina en cuenta de visitantes québecois

Las camareras de Vermont no eran recompensadas por los residentes de Québec, que incluyen las propinas en la cuenta.
QUÉBEC.- El personal en un restaurante de Vermont ha decidido añadir la propina en las facturas de los clientes procedentes de Québec debido a que estos no tienen como práctica común pagar por este servicio adicional.
La práctica de cobrar una factura especial a los clientes de habla francesa, revelada por primera vez por la cadena de noticias ABC News, ha provocado acusaciones de discriminación, pero los dueños y empleados de restaurantes se defienden alegando que sólo es parte del negocio.
Sandy Kong, propietaria de la tienda de tallarines Asigna Noodle Shop, en Burlington, al otro lado de la frontera de Québec, comenzó a incorporar automáticamente el 18 por ciento de propina al ver que en muchas ocasiones los clientes de habla francesa procedentes de Québec se marchaban sin pagar este suplemento.
“A veces, algunos clientes van muy necesitados, y no nos tratan bien. Cuando les preguntamos sobre el servicio, dicen que está bien pero al final dejan cinco centavos, que no es nada” dijo Kong a CTV News.
También aseguró que no se lo tomaba como algo personal y que muchos clientes asumían que el personal se encargaría de incluir la propina en la factura de forma sistemática, como ahora hacen.
Niall McMahon, un camarero de 22 años que trabaja en Asiana, dijo que la tendencia de no pagar propina está en gran parte asociada con los québequenses francófonos, que representan alrededor del 80 por ciento de los turistas locales.
“No son todos los canadienses y menos los canadienses de habla inglesa; suele ser sólo la gente de Québec, Montreal o Québec City”, declaró McMahon en CTV News.
Aunque el menú en Asiana Noodle Shop especifica que el 18 por ciento de propina se añadirá a la factura para grupos de cinco o más personas, Kong admitió que el personal había comenzado a extender la práctica para grupos más pequeños, siempre que lo considerasen oportuno. Afirmó que sus trabajadores siempre informan al cliente antes de hacerlo, para evitar que paguen dos propinas.
“Algunos clientes que están de acuerdo y otros no. En este último caso, quitamos la propina de la cuenta”, explicó Kong.
Los camareros de Vermont reciben tan sólo $4,10 por hora, por lo que gran parte de su salario proviene de las propinas. En Québec, en cambio, los servidores cobran un mínimo de $8,55 por hora, de acuerdo a la Comisión Provincial de Normas Laborales.
McMahon dijo que las propinas en Vermont son especialmente importantes, ya que se contabilizan un 10 por ciento de sus ventas totales.
“La gente no se da cuenta que la propina no es sólo para el servidor, sobre todo en restaurantes más grandes. Parte de las ganancias irán a la cocina, a los ayudantes de camarero, al dueño, está todo muy repartido” explicó McMahon, que calcula que se queda alrededor del 70 por ciento de sus propinas.
En el caso que algún cliente deje menos del 10 por ciento en el servicio, los camareros deben pagar el resto de su propio bolsillo”, insistió McMahon.
La nueva política de incluir las propinas en las cuentas de los francófonos ha causado algún malentendido, como Anne-Marie Humbert, una mujer francesa que fue confundida con un québequense.
La mujer se sorprendió al darse cuenta de que las costosas facturas que había pagado recientemente se debían al 18 por ciento añadido automáticamente por los camareros. La propina se había incluido sin su consentimiento y a pesar de que estaba con un grupo de menos de cinco personas. Al preguntar el porqué de esta inclusión, le dijeron que era porque había estado hablando en francés.
“Nos explicaron que reciban propinas muy bajas de la gente de Québec y de Europa y que tenían esta política para conseguir lo que necesitaban”, dijo la señora a ABC.
Esta situación ocurrió cuando Humbert cenaba en el Asiana Noodle Shop y el restaurante Splash en el Boathouse.
Como el Asiana, el Splash no tiene una política oficial sobre cómo actuar, pero a menudo deja que los servidores tomen la decisión bajo su propia discreción.
La propietaria de este local, Barb Bardin, dijo que confía en los camareros. “Ya que los servidores tienen tantos problemas con esto, simplemente lo dejo en sus manos”, dijo Bardin.
McMahon admitió que no se ofenden cuando los québequenses no dejan propina y lo atribuye a diferencias culturales. Dijo que le gusta Québec y que viaja a Montreal más o menos una vez al mes.
Su experiencia dentro de La Belle Province siempre ha sido positiva. “Creo que la gente de Montreal es más simpática cuando está en Montreal”, sentenció en tono de broma el camarero, cuyo salario depende de las propinas.
Comments (0)