La CSIS advierte de los riesgos de las ofertas de adquisición extranjera
La CSIS advierte de los riesgos de las ofertas de adquisición extranjera

Los accionistas de la canadiense Nexen aceptaron este jueves la oferta de la compañía petrolífera china, algo que la CSIS considera un “riesgo para la seguridad nacional”.
OTTAWA.- El mismo día en el que los accionistas de Nexen, una compañía petrolífera con sede en Calgary, aceptaron la oferta de adquisición presentada por una empresa estatal china, la agencia de espionaje de Canadá advirtió que tales compras podrían suponer una amenaza para la seguridad nacional.
En su último informe anual, el Servicio de Inteligencia de Seguridad de Canadá (CSIS, en sus siglas en inglés) reconoció que la mayoría de inversiones extranjera en Canadá se desarrollaban de una manera abierta y transparente.
Sin embargo, algunas empresas de propiedad estatal y las empresas privadas “con estrechos vínculos con sus gobiernos” habrían buscado intereses ocultos o habrían recibido el apoyo de inteligencia clandestina para consolidar sus actividades en Canadá.
El informe de CSIS para 2010-11, presentado este jueves en el Parlamento, explicó que cuando las empresas vinculadas a agencias de inteligencia extranjeras o gobiernos hostiles trataban de adquirir el control de los sectores estratégicos de la economía canadiense, estas podrían representar una amenaza para los intereses de seguridad nacional.
El informe del servicio de espionaje llegó justo cuando los accionistas de la compañía de petróleo y gas Nexen Inc. votaron a favor de la toma de control de sus actividades por parte de China National Offshore Oil Co., un acuerdo que todavía está pendiente de aprobación federal.
Hace dos años, el director de CSIS, Dick Fadden, fue noticia por hablar abiertamente de miembros del gabinete provincial y políticos municipales que vivían “bajo la influencia extranjera”. Pese a que Fadden se mostrara cauteloso acerca de la supuesta injerencia foránea, sugirió que China planteaba ciertas preocupaciones.
Aunque no se nombran países ni empresas, la recién publicada investigación del CSIS informó que las entidades extranjeras que participaban en las adquisiciones empresariales podrían tratar de explotar su recién adquirido control para hacer transferencias ilegales de tecnología o participar en actividades de espionaje u otros ejercicios de intromisión extranjera.
“La CSIS espera que las preocupaciones de seguridad nacional relacionadas con la inversión extranjera en Canadá se materialicen, debido al papel cada vez más prominente que las empresas estatales están teniendo en las estrategias económicas de algunos gobiernos extranjeros”, leía el informe.
Según el documento, la CSIS continuó investigando en el 2010 y 2011 la injerencia extranjera, es decir, el intento de los gobiernos o de sus agentes de influir clandestinamente en las políticas y opiniones canadienses o de espiar e intimidar a su diáspora.
“La injerencia extranjera es particularmente nefasta, ya que puede tener el efecto de alterar la armonía multicultural que es el fundamento de la identidad canadiense”, afirma el CSIS.
El reportaje señaló otras amenazas para Canadá como los ciberataques, la proliferación de armas de destrucción masiva y la posibilidad de ataques terroristas en la era post 11 de septiembre.
El análisis hablaba de los ataques en línea que sufrieron en enero de 2011 las redes del Departamento de Finanzas y la Junta del Tesoro.
“Desgraciadamente, los ataques de este tipo no son una excepción. El gobierno de Canadá está ahora presenciando a diario serios intentos de penetrar sus redes”, rezaba el documento.
El objetivo principal de los ciberespías fue la industria aeroespacial y de alta tecnología. El negocio de petróleo y el gas y las universidades dedicadas a la investigación y al desarrollo también suscitaron interés. “Desde la perspectiva de los atacantes, es mucho más barato y fácil robar una investigación que desarrollarla”, indicó el informe.
Además del robo de la propiedad intelectual, hackers financiados por el estado también estarían buscando información que les diera ventaja como, por ejemplo, tener conocimiento de negociaciones de alto perfil.
“Las agencias extranjeras de inteligencia utilizan internet para realizar operaciones de espionaje, ya que esta es una forma de bajo costo y bajo riesgo para obtener información clasificada”, reveló la CSIS.
La agencia de espionaje también subrayó el peligro de la proliferación nuclear, señalando las actividades de Irán y de Corea del Norte como “especialmente preocupantes”.
El equivalente canadiense de la CIA también advirtió que los grupos terroristas habían buscado los medios para utilizar agentes biológicos o explosivos radiológicos improvisados, conocidos como “bombas sucias”.
“Aunque los obstáculos tecnológicos siguen siendo importantes, no se puede descartar la posibilidad de que un grupo terrorista pueda adquirir la fórmula necesaria”, apuntó el informe anual.
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