Un grupo de trabajadoras sexuales logra que el juez reabra su caso
Un grupo de trabajadoras sexuales logra que el juez reabra su caso
B.C.- La Corte Suprema de Canadá ha defendido el derecho de una organización sin ánimo de lucro de mujeres y transexuales de Vancouver, que se dedican al comercio sexual, a que lleven su caso ante la Corte. En un principio esta petición fue denegada porque chocaba directamente con las leyes contra la prostitución que recoge la constitución.
El fallo significa que las integrantes de la “Sociedad de Trabajadoras del Sexo de Dowtown Eatside Unidas contra la Violencia” puede ser estudiado en la Corte Suprema de B.C., retomando así un proceso que se puso en marcha hace ahora cinco años.
La demanda apunta a una amplia gama de disposiciones contra las leyes canadienses sobre la prostitución, que incluyen la prohibición de mantener un burdel, vivir de los beneficios que procura la prostitución y la comunicación en lugares público con fines relacionados con la prostitución.
En 2007, el juez de primera instancia de la Corte Suprema, tumbó la petición por no cumplir uno de los puntos necesarios. El magistrado señaló que hay cientos de casos de prostitución al año en BC y que cualquiera de los profesionales del sexo podría traer a la corte un caso parecido.
El juez también señaló que un caso similar fue presentado en la Corte de Ontario por tres trabajadoras del sexo. En ese caso, el Tribunal de Apelaciones de Ontario anuló el pasado marzo dos de las principales disposiciones de la ley contra la prostitución. El gobierno federal, por su parte, anunció en abril que apelará a esta decisión pero el Supremo aún no ha indicado si va a escuchar dicha apelación.
“El Tribunal debe considerar si la acción propuesta supone un gasto económico de los recursos judiciales, si los temas se presentan en un contexto adecuado para la determinación judicial en un escenario contradictorio y si la acción propuesta permite mantener el principio de legalidad en caso de que siga adelante”, escribió el Juez Cromwell en la decisión.
Cromwell también afirma que la existencia de otras demandas individuales podrían suponer un desafío al tribunal.
En cuanto al caso en curso de Ontario, escribe: “La existencia de litigios paralelos, incluso de litigios que plantean muchos de los mismos problemas, no es necesariamente una base suficiente para denegar la propuesta”
Ahora está en juego aclarar si la decisión de la Corte Suprema hacía referencia a una persona o grupo de personas que no están directamente relacionados con un caso. Si es así se puede dar pie a una controversia constitucional.
El jueves, Katrina Pacey, abogada del grupo de Downtown Eastside, explicó la importancia de que el tribunal dé pie a este tipo de recursos por parte de las trabajadoras sexuales.
“Esto proporcionaría una oportunidad real para las personas marginadas, las personas con problemas de salud mental, personas con VIH, los presos, los refugiados y los niños. Pue se les permitiría contar con el apoyo y la capacidad para sacar adelante casos como el que ahora nos ocupa”, dijo Pacey.
Esta es la segunda victoria importante para los trabajadores del comercio sexual este año.
En un caso separado, en marzo, la Corte de Apelaciones de Ontario anuló dos de las principales disposiciones de la ley contra la prostitución. El gobierno federal anunció en abril que apelará la decisión. El Tribunal Supremo aún no ha indicado si va a escuchar la apelación.
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