El alcalde de Montreal, implicado en la corrupción urbanística
El alcalde de Montreal, implicado en la corrupción urbanística

La comisión Charbonneau investiga irregularidades financieras que implican al alcalde de Montreal, Gérald Tremblay.
MONTREAL.- La comisión Charbonneau, que está investigando los casos de corrupción urbanística en Québec, ha puesto en el punto de mira al actual alcalde de Montreal, Gérald Tremblay.
Un ex-jefe de la construcción afirmó este lunes que el tres por ciento de todos los contratos que obtenía del ayuntamiento acababan directamente en las arcas del partido político del alcalde, Union Montreal. Estos supuestos sobornos se utilizarían para financiar la reelección de Tremblay.
La acusación provino de Lino Zambito, un ex jefe de la construcción que, hasta el momento, se ha convertido en el testigo estrella de la investigación.
Zambito se informó del sistema de recaudación de fondos a través de Nicolo Milioto, el mismo hombre que apareció en las grabaciones policiales distribuyendo fajos de dinero en efectivo con el jefe de la mafia siciliana en Canadá.
Milioto era un intermediario entre los empresarios de la construcción y la familia Rizzuto.
El testigo ya había hablado de la manipulación de licitaciones en el sector de la construcción en una anterior comparecencia ante el tribunal pero este lunes mencionó por primera vez el mundo de la política. Aseguró que las constructoras no estaban de acuerdo con el sistema ilegal de pagos pero que lo acabaron aceptando como parte del negocio.
Zambito reveló que un punto porcentual de los contratos acababa directamente en manos de un empleado municipal, Gilles Surprenant, que se refería a su porción del pastel como su particular impuesto federal a las ventas. Según Zambito, este antiguo funcionario local de alto rango puso su nombre a esta comisión ilegal.
“Él lo escogió. TPS significaba Taxe Pour Surprenant (Impuesto para Surprenant). En su momento, equivalía al uno por ciento del valor de la obra” explicó Zambito ante la comisión investigadora.
Este testigo ha revelado las primeras pruebas de irregularidades financieras en el seno de un partido político dentro de la comisión Charbonneau, una investigación que busca la relación entre la construcción, la política y el crimen organizado en Québec.
Hasta el momento, se han desvelado sobornos del uno por ciento a un funcionario local, un tres por ciento a un partido político y un 2,5 por ciento a la mafia, de acuerdo al testimonio de Zambito.
Por otra parte, un testigo de la policía dijo que este sistema elevó los costos de construcción hasta un 30 por ciento, aunque reconoció que el escrutinio público tras los escándalos recientes ha reducido los costos adicionales a la mitad.
Zambito, que actualmente regenta una pizzería, se enfrenta a una serie de cargos criminales que han acabado con su negocio de la construcción. Su testimonio ha servido para conocer las irregularidades en la industria.
El ex constructor sonrió al comentar los detalles sobre el llamado impuesto de “TPS”. En cambio, se mostró más reservado a la hora de hablar sobre sus vínculos con la mafia. Zambito reconoció que se pagaba un estipendio para la mafia, pero restó importancia a sus vínculos personales con el crimen organizado, incluso cuando se mostró un vídeo de vigilancia en el que aparecía en la fiesta de Navidad de la familia Rizzuto.
El alcalde Tremblay no quiso pronunciarse sobre el caso aunque dijo que su “conciencia estaba tranquila”. Sin embargo, miembros de la oposición aprovecharon las nuevas acusaciones sobre el concejal para pedir su dimisión.
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