Los dirigidos por el colombiano Reinaldo Rueda generaron peligro a rachas y alcanzaron un empate que les mantiene en la lucha de los punteros de la ruta mundialista, mientras que los venezolanos se quedaron con un punto y un golazo de Juan Arango que tardarán mucho en olvidar.

Ecuador alcanzó los 17 puntos, mientras que Venezuela se quedó con 12, en el cuarto lugar provisional, última casilla directa al Mundial.

Venezuela recibió a Ecuador con una bienvenida por todo lo alto, Arango fue el maestro de ceremonias y su regalo un disparo desde 30 metros que se metió por el ángulo de Domínguez para celebración del público de Puerto La Cruz.

El golpe dejó atontado a los de Rueda que a punto estuvieron de ver cómo de nuevo Arango, a los 14 minutos, colocaba el segundo tanto en una falta que obligó a Domínguez a lucirse.

Venezuela dominaba las acciones tras el primer cuarto de hora, engranando varias jugadas colectivas que amenazaban la portería ecuatoriana.

Sin embargo, Ecuador lo pudo empatar en el minuto 24, luego de un tiro de esquina que complicó a la zaga venezolana, con una pelota muerta que el volante Segundo Castillo consiguió empalmar a ras de césped haciendo inútil la estirada del portero Dani Hernández.

El empate llenó de confianza a los visitantes, quienes tomaron el control del balón, bajo el comando del volante Michael Arroyo y el lateral Luis Antonio Valencia.

Previo al final de la primera parte, ambos conjuntos replegaron sus líneas y pactaron la igualdad para irse al descanso.

Casi con el mismo libreto del inicio, Arango abrió el segundo tiempo llevando la angustia al arco visitante, primero con un disparó fuerte de falta que detuvo Domínguez en semi fallo en dos tiempo y después con otro golpe franco que se fue tocando el larguero.

Ecuador se vio desbordado por momentos, y Paredes y Erazo se vieron obligados a multiplicarse y solo Arroyo respondía a los 67 minutos en una falta escorada que decidió tirar en dirección al arco haciendo estremecer el larguero venezolano.

El técnico Reinaldo Rueda apostó por el ataque y dio entrada al atacante Jefferson Montero, en sustitución de Noboa, a diez minutos de finalizar el partido.

El mismo Montero en su primera jugada se quitó a tres jugadores venezolanos y ofreció un disparó que pudo despejar el portero Hernández, para la algarabía de los espectadores en el estadio José Antonio Anzoátegui, quienes desesperaban por la falta de ideas en el juego venezolano.

Luego Arroyo disparó un cañonazo que volvió a hacer crecer la figura de Hernández, pero el tiempo no les alcanzó a ninguno de los dos equipos y el marcador final culminó igualado 1-1.