Los canadienses, más desencantados con la política nacional que hace ochos años
Los canadienses, más desencantados con la política nacional que hace ochos años
OTTAWA.- Una nueva encuesta publicada por Samara, una organización caritativa, revela que los canadienses están menos contentos con el modo en el que funciona la democracia que hace ocho años.
La pasada primavera los autores del estudio le hicieron a los encuestados exactamente la misma pregunta que en 2004, referida al nivel de satisfacción “con la forma en la que funciona la democracia en el país”.
Hace ocho años, un 75% de los canadienses expresaron, en mayor o menor medida, cierta satisfacción con la salud del sistema democrático. Pero cuando volvieron a ser inquiridos este año, las cifras cayeron en un 20%. Sólo algo más de la mitad de los encuestados (55%) se mostró satisfecho con la situación política actual. Los muy satisfechos fueron minoría, el 5%, aunque la mitad de los participantes (50%) afirmó sentirse “bastante satisfechos”. El 28 por ciento declaró estar “muy poco satisfecho” con la democracia mientras que un 9% reconoció estar totalmente desencantado con la situación actual. Por último, un 7 por ciento de los encuestados no supo que contestar y un 1% no quiso hacerlo.
Los resultados del estudio se mantienen constantes a lo largo de las diferentes regiones del país, excepto con los quebequenses francófonos que revelaron mayores niveles de insatisfacción que el resto de habitantes del país.
En la encuesta de 2012 se preguntó a los participantes que tan satisfechos estaban con la forma en la que sus miembros del Parlamento estaban haciendo su trabajo. Sólo un 36% expresó su satisfacción con la labor llevada a cabo por los Diputados.
Para obtener unos resultados más profundos en este apartado, los investigadores pidieron a los encuestados que clasificaran en orden de importancia siete de las actividades llevadas a cabo por los Diputados (tales como la forma en la que representan a sus electores o debaten sobre cuestiones importantes).
Después de establecer el orden, la encuesta pedía que se “puntuasen” cada uno de las diferentes actividades.
Los encuestados dieron una calificación inferior a la mayoría de las actividades que figuraban en el cuestionario.
Las actividades que mejores calificaciones obtuvieron fueron dos: “representar la opinión del partido”, con un 61%, seguida de “debatir o votar sobre cuestiones importantes”, con un 53 por ciento.
Sin embargo, en las dos actividades a las que los canadienses le otorgan más valor, es decir, “la forma en la que el gobierno maneja las cuentas” y “cómo representan la opinión de los ciudadanos”, los diputados recibieron las puntuaciones más bajas, con un 45% y 46%, respectivamente.
No obstante, cuando a los encuestados se les preguntó qué figura política era la más adecuada para llevar a cabo dichas actividades la mayoría respondió con unanimidad que los parlamentarios.
Sobre esta cuestión, los políticos obtuvieron mejor puntuación que las organizaciones empresariales, los grupos de presión, los medios de comunicación o los líderes religiosos.
Samara es una organización de caridad enfocada a mejorar la participación política en Canadá a través de programas de investigación y educación.
Esta organización también entrevistó a 65 ex diputados, la mayoría de los cuales afirmaba sentirse decepcionados por haber pasado la mayor parte de su carrera defendiendo los intereses del partido en vez de los de los ciudadanos. Algunos de estos ex políticos confesaron haberse sentido incómodos cuando se vieron obligados a votar en contra de los deseos de sus electores a favor de las demandas de su partido.
Precisamente, el último informe de Samara revela que la mayoría de canadienses siente que los Miembros Parlamentarios centran todas sus energías en defender los intereses de sus partidos e ignoran a los votantes. Este es un sentimiento que cada vez se expande más entre los ciudadanos, según revelan los datos del estudio. Los encuestados consideran esta situación “absurda” pues la principal de los MP, aseguran, es preocuparse por el electorado.
Alison Loat, el co-fundador y director ejecutivo de Samara, dijo en un comunicado de prensa que si bien “los parlamentarios son un vínculo importante entre los canadienses y su política,” esa relación “parece estar eclipsada por el carácter de ‘mensajero’ que guarda el político con su partido”.
Michael MacMillan, el co-fundador y presidente de Samara, califica esta “instaisfacción creciente” entre los ciudadanos como “preocupante”.
“Puede que, en cierta medida, estos datos expliquen un hipotético desencanto entre el electorado a la hora de votar en furturas elecciones”, dice MacMillan en el comunicado.
En este sentido, en las tres elecciones federales que tuvieron lugar la semana pasada el número de votantes osciló entre un mínimo del 29,4% en Calgary a un 43,9 por ciento en Victoria.
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