HABLEMOS DE CINE
HABLEMOS DE CINE
Por Jorge Gutman
CIRQUE DU SOLEIL: WORLDS AWAY. Estados Unidos, 2012. Un film escrito y dirigido por Andrew Adamson
En general, el espectador que asiste a una representación del Cirque du Soleil no va solamente atraído por su argumento sino también para gozar con la belleza de las imágenes brindadas y la estética única del conjunto. En tal sentido, esta película ofrece por espacio de hora y treinta minutos un espectáculo de danza y acrobacia muy bien escenificado y excelentemente filmado en 3-D. No resulta extraño que este formato haya sido utilizado con gran éxito por James Cameron en “Avatar” y que aquí, como productor ejecutivo del film mancomunado con el buen trabajo de realización de Andrew Adamson, haya logrado que la tercera dimensión se traduzca en una mayor profundidad de las secuencias expuestas, sin permitir que la acción del relato salte a la butaca del espectador.
Temáticamente, la historia es prácticamente inexistente y lo más que podría señalarse es que el público asiste a un viaje imaginario emprendido por uno de los dos personajes protagónicos del film. Se trata de Mia (Erica Linz), una joven mujer de una pequeña ciudad que visita un circo ambulante; su mirada se concentra en un acróbata aéreo denominado “The Aerialist” (Igor Zarilpov) y de inmediato surge una mutua atracción entre ellos; cuando Mía lo sigue observando él cae en un mar de arena y es allí que ella deja de ser la espectadora normal para sumergirse en el espectáculo circense a fin de ubicar al trapecista desaparecido. Si a partir de ese momento, uno cree que la incursión de Mia en el viaje imaginario que emprende podrá compararse con el vivido por la protagonista de “Alicia en el País de las Maravillas” o por Dorothy en “El Mago de Oz”, esa impresión es un tanto errónea; lo que el espectador contempla es una sucesión de números que pertenecen a escenas de diferentes producciones que el Cirque du Soleil presenta en la ciudad de Las Vegas (O; Ka, Love, Believe, Viva Elvis, etc.). Naturalmente, quien tuvo la oportunidad de haber apreciado esos shows gozará plenamente del espectáculo, pero aquél que no lo haya hecho sólo admirará el arte indiscutible del circo como si se tratara de un documental ilustrativo sin ilación o conexión con las aventuras que se supone atraviesa Mia. Solo al final se produce su reencuentro con el acróbata donde ambos ofrecen un atractivo “pas de deux” aéreo.
Dicho lo que antecede, esta incursión cinematográfica del Cirque du Soleil permite una vez más apreciar su incomparable arte y sus siempre increíbles acrobacias y danzas visuales. Como quedó dicho, la película prácticamente carece de trama y su endeble fantasía romántica podría ser su punto débil para quien busque el desarrollo de una línea temática; con todo, Worlds Away es capaz de superar ese inconveniente porque el espectáculo está ampliamente compensado por la precisión técnica, la excelente destreza acrobática y las admirables contorsiones físicas evidenciada por sus artistas. No es de sorprender que otros detalles de producción como la fotografía, iluminación y escenografía respondan a un óptimo nivel así como el empleo acertado de una banda sonora que combina música de los Beattles con un tema de Elvis Presley.
Finalmente, y sin negar los méritos de esta producción, nada podrá reemplazar a la gran emoción que se experimenta cuando se asiste a una representación en vivo de este maravilloso conjunto.
Conclusión: Un buen espectáculo para la familia en su conjunto y en especial para los fanáticos adictos al Cirque du Soleil.
THE IMPOSSIBLE. España-Estados Unidos, 2012. Un film de J.A. Bayona
Las consecuencias del implacable tsunami que hacia fines de diciembre de 2004 arrasó a varias regiones costeras de Asia es lo que considera el director catalán Juan Antonio Bayona en The Impossible. Con un realismo sorprendente, el realizador aborda la catástrofe del terrible maremoto centrando su atención en una familia de turistas británicos que llega dos días antes de la tragedia al paradisíaco balneario de Phuket en Tailandia para pasar sus vacaciones navideñas. En esencia, el guión de Sergio G. Sánchez está basado en la historia real suministrada por María Belón sobre el drama que le tocó vivir a su propia familia en esos cruentos momentos. Si bien se trata de una ficción, algunos aspectos del relato han sido modificados pero sin alterar mayormente los acontecimientos reales vividos.
Playas deslumbrantes con aguas transparentes y un cielo radiante ofrecido por la naturaleza constituyen una excelente bienvenida para Henry Belon (Ewan McGregor), su esposa María (Naomi Watts) y sus 3 hijos de 5, 8 y 12 años; no obstante, la dicha será de corto alcance cuando a escasos dos días de estadía un vigoroso tsunami irrumpe produciendo un calamitoso cataclismo. La inconmensurable fuerza del temporal que provocó graves inundaciones terminó arrasando bosques, derrumbando edificios y un sinnúmero de calamidades adicionales, incluyendo una gran cantidad de víctimas.
El desastre ocasiona que la familia Belon quede dispersa. Por una parte, las aguas arrastran a María y a su hijo mayor Lucas (Tom Holland), donde ella sufre serias heridas que la obligan a depender de su vástago para poderse movilizar. Entretanto, Henry junto con sus otros dos hijos, Simón (Oaklee Pendergast) y Thomas (Samuel Joslin), aguardan la llegada del equipo de rescate para que después Henry, dejando a los niños en un refugio de protección, parta para tratar de localizar a María y Lucas. Lo que sigue es un extraordinario relato donde los sentimientos de soledad y angustia que afligen a sus protagonistas coexisten con el espíritu de supervivencia que les anima.
La actuación es inobjetable. Tanto Watts como McGregor despliegan una enorme fuerza física a la vez que transmiten con autenticidad la crisis emocional de sus personajes; además, es necesario resaltar la labor de los pequeños actores y muy en especial la de Holland, quien en su primer papel para el cine, ofrece una admirable composición como protector de su madre a la vez que demostrando una determinación y tenacidad a toda prueba para tratar de reunir nuevamente a los miembros de su familia.
Bayona abordando un tema completamente diferente del considerado en “El Orfanato” (2007) ha logrado un film de visceral intensidad que no tiene desperdicio alguno y que refleja los valores familiares y los indisolubles lazos que unen a una familia en situaciones límites de desesperación e incertidumbre.
Conclusión: Nadie podrá permanecer indiferente al modo en que Bayona logró reproducir el tsunami obteniendo espeluznantes imágenes que ofrecen una sensación de asombrosa verosimilitud. The Impossible es un film de calidad, decididamente recomendable.
THE HOBBIT: AN UNEXPECTED JOURNEY. Estados Unidos-Nueva Zelanda, 2012. Un film de Peter Jackson
Después de 9 años de la última parte de “Lord of the Rings”, su director Peter Jackson retoma nuevamente el universo de J.R.R. Tolkien basándose esta vez en su novela “The Hobbit” (1937) que fue escrita con antelación a aquélla. En este caso, el propósito del autor fue el de concebir una fantasía infantil sin la profundidad filosófica contenida en “El Señor de los Anillos”; eso implica que su contenido resulte menos sombrío y que contenga algunas notas de humor.
El criterio del equipo involucrado en la producción de este film juzgó oportuno dividirlo en tres partes y es así que este año solamente se aprecia su primer capítulo denominado Un viaje inesperado para recién conocer el que le sigue en 2013 y su conclusión en 2014. Eso impide que se pueda tener una impresión sobre toda la obra sino simplemente juzgar lo que hasta aquí se muestra.
El escenario sigue siendo la Tierra Media aunque la acción tiene lugar 60 años antes de la aventura emprendida por Frodo y su séquito. El prólogo enfoca a la ciudad subterránea de Erebor, donde los habitantes de este reino viven tranquilos y felices hasta el momento en que el descomunal y feroz dragón Smung invade el lugar y expulsa a su gente después de una nefasta batalla. Poco tiempo después el mago Gandalf (Ian McKellen) decide que ha llegado la hora de recuperar la tierra usurpada. De este modo, recluta al hobbit Bilbo (Martin Freeman) para que junto a un grupo de 13 enanos guerreros liderados por el príncipe Thorin (Richard Armitage) inicie un viaje hacia la Montaña Solitaria donde se encuentra el terrible enemigo. Naturalmente, dado de que se trata de la primera parte, el público –si no ha leído la obra original- ignora cómo habrá de proseguir esta historia.
No hay duda que Jackson se mueve cómodamente relatando las novelas de Tolkien. Es un consumado director y el film que ofrece tiene valores sólidos innegables. Con todo, por lo hasta aquí visto, este primer episodio dista de tener el mismo impacto que el primer capítulo de “Lord of the Rings”. Eso se debe a que la narración se alarga demasiado y las casi tres horas de duración llegan en ciertos momentos a producir fatiga, sobre todo en su primera hora donde Jackson siguiendo minuciosamente al libro deja de lado la síntesis necesaria que permita fluidez a lo que relata. En tal sentido, parecería que la división en tres partes adoptada obedecería más que nada a razones de marketing antes que a criterios estrictamente cinematográficos.
Analizado técnicamente, el film es impecable. La conjunción de la filmación en vivo más la visualización logrado por las imágenes computadorizadas dan como resultado un espectáculo de innegable valor visual. Jackson es un maestro en la materia sabiendo explotar al máximo los adelantos tecnológicos existentes. En ese aspecto, el realizador utilizó en el rodaje el sistema HFR 3D que consiste en filmar con una velocidad de 48 cuadros por segundo, o sea al doble de la velocidad habitual, con el propósito de de obtener imágenes más realistas y de superior claridad y nitidez; ciertamente, el propósito ha sido ampliamente logrado.
A nivel actoral, los actores cumplen bien su cometido dentro de los roles que les han sido asignados; sin embargo si habría que distinguir a alguien en particular, Andy Serkis vuelve a transmitir magníficamente el patetismo del conocido personaje Gollum, logrado con la técnica “captura de movimiento”.
Concusión: Con un primer episodio un tanto desigual, habrá que aguardar los dos siguientes para valorar al film en su total dimensión. Hasta aquí, la inspirada y eficaz tecnología es lo más remarcable.
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