Las medidas para controlar los alimentos funcionan, no así los encargados de llevarlas a cabo
Las medidas para controlar los alimentos funcionan, no así los encargados de llevarlas a cabo

“¿Cómo puede ser que los 40 inspectores y seis veterinarios de la planta XL no detectasen el problema?”, se preguntan los expertos.
TORONTO.- El veterano ganadero George Graham tiene una solución de sentido común para saber cómo evitar que se repita un brote de E. coli y la posterior retirada de productos que acabó con miles de piezas de carne en la basura y 18 personas enfermas.
Para evitar este tipo de acontecimientos, los funcionarios que regulan y trabajan en la industria deben, simplemente, hacer su trabajo correctamente.
“Tenemos un producto muy bueno y gozamos de un muy buen programa de seguridad alimentaria en comparación con otros lugares del mundo”, dijo Graham desde su granja en el sur de Alberta, donde su familia cría ganado desde 1918.
“Sólo tenemos que estar más atentos para que el trabajo se haga correctamente.”
La polémica se desató a principios de septiembre, cuando varios inspectores de comida de EE.UU. encontraron la bacteria E. coli en un cargamento de carne de res procedente de la planta XL Foods de Brooks, Alberta.
EE.UU. cerró rápidamente sus fronteras a la carne de esa planta, que se encarga de matar y tratar hasta el 40 por ciento del ganado de Canadá. Más tarde, los inspectores canadienses mandaron cerrar la planta enviando a casa a 2.200 trabajadores.
En las semanas que siguieron, la Agencia de Inspección Alimentaria de Canadá retiró más de 2.000 productos en todo el país. Fueron millones de kilogramos de carne, el retiro de carne más grande en la historia de Canadá.
Los reguladores de seguridad alimentaria de América anunciaron un retiro similar en más de 30 estados de productos procedentes de XL Foods.
Al final hubo 18 casos confirmados de personas enfermas en Canadá a partir de una cepa específica y potencialmente mortal de E. coli vinculada a la carne de res de XL Foods.
Los productores canadienses perdieron dinero cuando los precios cayeron y los rancheros de ganado tuvieron que pagar más para enviar su ganado a otras plantas.
Millones de kilos de carne de ganado canadiense se lanzaron a vertederos o se transformaron en productos no alimenticios.
XL Foods, la planta que una vez se jactó la de ser la empresa más grande de Canadá de carne de de res podría pasar a ser gestionada por JBS USA, una filial de la planta con sede en Brasil JBS SA, que tiene una opción para adquirir la planta y otras participaciones de XL Foods.
El profesor de la Universidad de Manitoba experto en seguridad alimentaria, Holley Rick, dijo que no hay excusa que justifique los problemas de saneamiento que provocó el cierre de la planta de Brooks.
Él dijo que Canadá es respetada en todo el mundo gracias sus normas avanzadas de seguridad alimentaria. El problema, sugirió, es que esas reglas no son aplicadas de forma tan vigorosa como debiera.
¿Cómo puede ser que los 40 inspectores y seis veterinarios de la planta XL no detectasen el problema?
Holley añadió que algunos inspectores necesitan más formación para hacer efectivo sus puestos de trabajo.
“Tienen que llegar mejor al final proactivo de las cosas, mucho mejor”.
La responsabilidad de la seguridad de los alimentos también recae en los propietarios de la empresa. Holley dijo que los gerentes y supervisores deben establecer normas claras y estrictas de funcionamiento para la higiene y su cumplimiento.
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