Hudak pide más atención para los afectados
Hudak pide más atención para los afectados
TORONTO.- Los Conservadores Progresistas de Ontario piden una mejor integración del tratamiento de la enfermedad mental en el sistema de atención de la salud, y solicitan que la provincia facilite más puestos en los programas de tratamiento.
En la última de una serie de anuncios de política, el líder Tim Hudak dijo que el sistema debe coordinarse mejor entre los distintos programas para crear planes de tratamiento de por vida para aquellas personas que se ocupan de las enfermedades mentales. Hudak también dijo que los chequeos médicos sobre salud mental se deben de realizar de forma más rutinaria.
“Las personas que sufren de enfermedades mentales lo hacen en silencio, a menudo estigmatizados, sintiendo culpa y falta de comprensión. Merecen una atención compasiva y efectiva por parte de nuestro sistema”, dijo el martes en una clínica para jóvenes del centro de Toronto.
Los conservadores también propusieron adelantar los programas del Ministerio de la Infancia y la Juventud sobre enfermedad mental y el sistema de atención médica regular
“El problema en Ontario en estos momentos es que no tenemos la capacidad para tratar los muchos niños y jóvenes que necesitan ser atendidos”, dijo la crítica de Salud Christine Elliott.
Los Conservadores Progresistas se amparan en los últimos informes y estadísticas que revelan datos como que uno de cada cinco empleados sufre depresión.
En total, el 14 por ciento de los empleados encuestados dijeron haberse sentido deprimidos alguna vez, mientras que el 8 por ciento afirmó haber sido diagnosticado con depresión por un profesional.
En la encuesta participaron más de 6.600 empleados y directivos.
Sin embargo, el número de encuestados que afirmaron estar recibiendo tratamiento médico para la depresión fue menor que en los datos publicados hace cinco años. Concretamente, un 6% de los trabajadores afirmó tomar antidepresivos, mientras que en el año 2007 lo hicieron el 7 por ciento.
Entre los directores y supervisores, el 84 por ciento cree que forma parte de su trabajo intervenir cuando alguno de sus empleados da muestras de estar sufriendo depresión, frente al 83 por ciento que lo hacía según la encuesta anterior.
Sin embargo, el 63 por ciento dijo que les gustaría una mejor formación para hacer frente a los empleados que padecen este problema.
Los resultados del estudio revelan que, en general, los empresarios se muestran más sensibles a los problemas de salud física que a las enfermedades mentales.
En este sentido, un 66 por ciento de los empleadores se mostró poco comprensivo con aquellos trabajadores que tienen ansiedad o ataques de pánico o con los que padecen estrés, pues creen que estas enfermedades se traducen en disminución de la productividad e implican mucho tiempo de baja laboral.
“Ha habido mucha resistencia históricamente a que los empleadores se involucren con los problemas de salud mental de sus empleados”, dijo el Dr. Sagar Parikh, psiquiatra del Toronto Western Hospital, que estudia la depresión en lugar de trabajo.
“Los estudios demuestran que el trastorno de la salud más incapacitante dentro del mercado laboral, más que el cáncer y que las enfermedades del corazón, es la depresión. Por fin la gran mayoría de los gerentes y supervisores entienden que esta enfermedad es suficiente para que un empleado no pueda trabajar”, agregó en una entrevista.
Sin embargo, ocho de cada 10 empleados y directivos coincidieron en que “es más fácil hacer frente
a las discapacidades físicas que a las mentales en el trabajo”.
Por su parte, un 61% de los empleados que sufren depresión dijeron sentirse respaldados por compañeros y jefes. Un aumento considerable si se tienen en cuenta las cifras de la última encuesta, cuando solo el 40% de los trabajadores sentía apoyo.
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