Más de 200 millones de niños sufren violencia sexual en el mundo
Más de 200 millones de niños sufren violencia sexual en el mundo

El informe "El derecho de las niñas a aprender sin miedo", señala que "a nivel mundial se estima que 150 millones de niñas y 73 millones de niños han experimentado violencia sexual" en todo el mundo.
Panamá.- Más de 200 millones de niños y niñas han sido víctimas de violencia sexual en el mundo, según un informe de Plan Internacional, organización no gubernamental (ONG) que propone una mayor acción de los Gobiernos y de la sociedad civil para erradicar este problema.
El informe “El derecho de las niñas a aprender sin miedo”, señala que “a nivel mundial se estima que 150 millones de niñas y 73 millones de niños han experimentado violencia sexual” en todo el mundo.
En base a datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Plan señala que “casi la mitad de todas las agresiones sexuales se cometen en contra de chicas menores de 16 años”.
Entre 500 y 1.500 millones de niños y niñas experimentan algún tipo de violencia cada año, indica el estudio de la ONG, que está presente en 70 países, y resalta que “la prevalencia de la violencia que experimentan los niños y niñas en el mundo es inaceptable”.
Asimismo, al menos 246 millones de niños y niñas en el mundo sufren violencia en las escuelas cada año, según los cálculos de Plan.
“Unas 66 millones de niñas no reciben la educación que podría transformar sus propias vidas y el mundo que les rodea”, ya que es más probable que aquellas que completan la educación primaria y secundaria perciban un ingreso más alto, tengan menos embarazos no deseados y rompan así los ciclos de pobreza.
La organización no gubernamental identifica la violencia de género y la existente en torno a las escuelas como “principal barrera para el logro de la educación de calidad”.
Añade que “en la mayoría de sociedades las relaciones desiguales de poder entre adultos y niños y los estereotipos de género dejan a las niñas en las escuelas especialmente vulnerables al acoso sexual, violación, coerción, explotación, y a la discriminación de los docentes, personal y sus pares”.
En el caso de América Latina y el Caribe, los embarazos precoces, que van en aumento en la región, demuestran una situación de abuso y de violencia sexual que configura una acción delictiva que perjudica “gravemente” el desarrollo actual y futuro de las niñas.
Así lo afirmó a Efe el austríaco Roland Angerer, director regional de Plan, que asegura que Latinoamérica y el Caribe cuentan con poco más de 104 millones de niñas, muchas de ellas sin oportunidades de desarrollo sólo por ser jóvenes y mujeres.
En esa realidad inciden de forma determinante los embarazos tempranos, que muchas veces se dan como consecuencia de la violencia doméstica, en las escuelas y también por el ambiente social de la comunidad en que viven las niñas y las adolescentes, sostuvo el director para América Latina y el Caribe de esta ONG.
Otro factor que obra en contra del desarrollo pleno de las niñas y adolescentes es el trabajo doméstico, que según Angerer les “quita tiempo” para estudiar y retrasa su ingreso a la escuela.
Sumado a esto, están los contenidos educativos, que se constituyen en otra barrera que “tampoco les ayuda a superar las diferencias de género” que disminuyen sus oportunidades y les restan autonomía, añadió el directivo de Plan, que tiene en Panamá su oficina regional para América Latina y el Caribe.
La organización no gubernamental enfatiza la necesidad de que, además de asegurar el acceso a las escuelas, los niños y niñas deben recibir una “educación de calidad, en ambiente escolar seguro, libre de prejuicios y que promueva la igualdad de género”.
En ese sentido, Plan propone también acciones “integrales e integradas” entre los Gobiernos y la sociedad civil organizada para prevenir y responder a la violencia.
Dichas acciones y políticas “deben ser sensibles al género, tomar en cuenta la diversidad de experiencias, las necesidades de niñas y niños marginados, y analizar específicamente el contexto escolar”, destaca la ONG, fundada en 1938.
Sacerdote católico italiano es condenado en Brasil por abusar de una menor
Sao Paulo, 9 mar.- El sacerdote católico italiano Piergiorgio Albertini fue condenado a nueve años de prisión por abusar en 1993 de una menor de edad, en la época con nueve años, según informó la prensa digital.
Albertini, de origen suizo y nacionalidad italiana, en la actualidad con 73 años, era párroco en el municipio de Borba, a 150 kilómetros de Manaus, la capital del norteño estado de Amazonas, fue condenado el pasado 26 de febrero, pero sólo recibió la notificación judicial el último jueves, detalló el diario Folha de Sao Paulo.
El religioso tendrá cinco días hábiles, a partir del jueves, para apelar la sentencia o de lo contrario será detenido en una prisión correccional.
La menor, cuyo nombre fue preservado, habría sufrido abusos del sacerdote entre los nueve y doce años de edad, a partir de 1993, cuando Albertini tenía 53 años.
Durante las investigaciones y el proceso judicial, varios testigos relataron que en la época el sacerdote llevaba menores de edad de la pequeña ciudad amazónica para una casa campestre parroquial.
El párroco fue condenado con base en el Código Penal Brasileño, que en uno de sus artículos considera que “tener conjunción carnal o practicar otro acto libidinoso con un menor de catorce años contempla una pena de reclusión que varía de ocho a catorce años”.
Albertini respondió en libertad al proceso judicial y su pasaporte fue retenido e incluso le fue negado un pedido que presentó para su devolución.
Niñas y adolescentes enfrentan barreras que las hunden en la pobreza
Fabio Agrana
Panamá.- Los embarazos y la violencia doméstica, sexual y en la escuela son barreras que hunden en la pobreza e impiden el desarrollo pleno de millones de niñas y adolescentes en América Latina y el Caribe, alertó un estudio divulgado por Plan Internacional.
La investigación “Por ser niña: Situación de las niñas y las adolescentes en América Latina y el Caribe”, fue presentada en Panamá, donde la organización no gubernamental tiene su oficina regional.
El estudio hace énfasis en la situación de las niñas que viven en zonas rurales y urbanas marginales, y en las que pertenecen a grupos minoritarios, como indígenas y afrodescendientes.
El director regional de Plan, el austríaco Roland Angerer, dijo que los embarazos precoces, que van en aumento en la región, demuestran una situación deabuso y de violencia sexual que configura una acción delictiva que perjudica “gravemente” el desarrollo actual y futuro de las niñas.
Según el estudio, elaborado durante un año en los 12 países en los que opera Plan, América Latina y el Caribe cuentan con poco más de 104 millones de niñas, muchas de las cuales se ven lastradas en sus oportunidades de desarrollo sólo por ser jóvenes y mujeres.
En esa realidad inciden de forma determinante los embarazos tempranos, que muchas veces se dan como consecuencia de la violencia doméstica, en las escuelas y también por el ambiente social de la comunidad en que viven las niñas y las adolescentes.
El problema de la violencia contra las niñas y adolescentes “se agudiza en la región”, porque los embarazos se están registrando en menores de 15 años, incluso en pequeñas de 9 y 10 años de edad, afirmó Angerer.
Citó cifras según las cuales la fecundidad en niñas y adolescentes menores de 18 años se ha incrementado en un 38 % en la última década en países como Brasil, Bolivia y Colombia.
Los nacidos vivos de niñas y muchachas jóvenes aumentaron en un 25 % en países centroamericanos como Nicaragua y El Salvador, añadió el directivo de la organización humanitaria.
En Centroamérica, entre el 19 % y el 37 % de las adolescentes de entre 15 y 19 años sufren las consecuencias de esta violencia física y sexual, lo que equivale a una proporción de 1 de cada 5 y de 1 de cada 3, respectivamente.
Otro de los factores que obra en contra del desarrollo pleno de las niñas y adolescentes es el trabajo doméstico, que según Angerer les “quita tiempo” para estudiar y retrasa su ingreso a la escuela.
Sumado a esto, están los contenidos educativos que son una barrera más que “tampoco les ayuda a superar las diferencias de género” que disminuyen sus oportunidades y les restan autonomía.
Para el jefe regional de Plan, el diagnóstico que sale a relucir con esta investigación es que “si no mejora” la situación por la que atraviesan las niñas y adolescentes en la región “no saldrán de la pobreza”.
Destacó que el estudio hace hincapié en que la solución viene de la mano de políticas públicas que eviten la deserción del sistema escolar, o que la maternidad o la unión no impliquen menos oportunidades y la imposibilidad de volver a la escuela.
Angerer dijo que la investigación sugiere ganar la participación de las niñas y adolescentes en las propuestas de políticas públicas, programas e iniciativas que las afecten directa e indirectamente.
El informe señala que hay una “carencia visible” en las políticas públicas de seguimiento y rendición de cuentas, aunque reconoce que frente a las barreras señaladas existen importantes avances legislativos por la “amplia ratificación” de los instrumentos internacionales que pugnan por la vigencia de los derechos de los niños, niñas y adolescentes en diferentes ámbitos.
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