Un hombre anónimo dona 25.000 dólares a la Sociedad Protectora de Animales
Un hombre anónimo dona 25.000 dólares a la Sociedad Protectora de Animales

Rubí Richards, de la Sociedad Protectora de Animales de la región de Durham. (Foto cortesía Toronto Star)
TORONTO.- Rubí Richards está acostumbrada a conseguir los gatos y los perros que son dejados en la Sociedad Protectora de Animales de la región de Durham, donde trabaja, pero… ¿25.000 dólares? Eso llegó como una gran sorpresa. “Si los animales pudieran hablar, estarían diciendo: ‘Gracias por ayudarnos’”, asegura todavía sorprendida por la noticia Rubí Richards.
El pasado martes por la tarde no podría haber sido un día más normal para Richards, la coordinadora de Salud Animal en el refugio Sociedad Protectora de Animales de la región de Durham.
Eran las tres de la tarde y ella acababa de hacer llamadas sobre la organización de operaciones de algunos animales cuando un hombre de aspecto corriente atravesó las puertas del refugio y se acercó a la recepción donde ella se encontraba trabajando.
Richards dijo que nada le llamó la atención sobre el hombre. “Parecía como cualquier otro chico joven de unos 20 años”, dijo Richards del hombre. Éste le dijo que le gustaría hacer una donación y le entregó un sobre blanco.
“Tenemos un montón de gente que hace donaciones, así que no pensé nada en particular sobre eso.Le pregunté si quería un recibo de impuestos y me dijo que no había necesidad de eso “, alega Richards.
El hombre, que recuerda que era alto y tenía el pelo oscuro, salió por la puerta y Richards casualmente abrió el sobre que contenía un cheque bancario por valor de unos 25.000 dólares.
“Me quedé sin habla, sólo mirando el cheque. Mi boca se abrió. Después dejé escapar un grito y de inmediato me puse a llorar”, recuerda la coordinadora de Salud Animal.
Varios voluntarios que se encontraban charlando tranquilamente corrieron hacia ella para ver qué estaba pasando y si algo iba mal. “Entonces, todo el lugar se convirtió en un caos total y empezamos a tratar de perseguir al hombre que había realizado tal donación”, dice Richards.
Entonces uno de los voluntarios salió corriendo hacia el estacionamiento y logró atrapar al hombre en su coche, a punto de salir del estacionamiento. “Por fuera de la ventana del pasajero grité, ¿quién eres? ¿Puede usted por favor decirnos su nombre? ¿Seguro que no quieres un recibo de impuestos? “, comenta Richards. “No quiero que nadie sepa quién soy, yo no quiero nada de esto, sólo quiero ayudar”, recuerda que le dijo el hombre, y se marchó, dejando a Richards y al voluntario llorando de la emoción.
Richards asegura que han tenido grandes donaciones antes, pero nunca nadie quiso nunca permanecer completamente anónimo. “Hemos tenido grandes donaciones, pero siempre han querido un recibo de impuestos o algún tipo de reconocimiento en el sitio web o en un cartel,” dijo ella. “Nunca nada así ha sucedido, que alguien no quiera absolutamente nada por una donación tan grande es totalmente sorprendente para todos aquí”, dijo.
Además, el dinero no podría haber llegado en un mejor momento, dijo Richards. Apenas unas horas antes de que el hombre entrara por la puerta, ella había llamado a su contador para averiguar si los fondos estaban disponibles para castrar y esterilizar a algunas mascotas que necesitan ser adoptados. El contador le dijo que no había suficiente dinero.
“Ahora ya hemos hecho dos operaciones y muchas más están programadas para la próxima semana”, dijo, y agregó que esto permitirá que los animales sean adoptados y vayan a sus nuevos hogares.
Adjunta al sobre había una nota que decía lo siguiente: “La vida es mucho más valiosa que cualquier cosa que el dinero puede comprar. Todo lo que pido es que usted ayude algún día a algún desconocido sin ninguna expectativa de obtener ganancias”. “Fue maravilloso el hecho de que lo único que quería es que nosotros siguiésemos adelante”, afirmó.
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