HABLEMOS DE CINE
HABLEMOS DE CINE
Por Jorge Gutman
Es incierto hasta dónde Woody Allen pudo haberse inspirado en Blanche Dubois, el trágico personaje de Un Tranvía Llamado Deseo de Tennessee Williams pero en realidad Jasmine, el personaje que Cate Blanchett magistralmente caracteriza en Blue Jasmine, tiene muchos rasgos que se le asemejan al contemplar el estado de crisis espiritual que atraviesa, su progresivo estado de delirio y la completa vulnerabilidad que la envuelve llegando a transformarla en un ser indefenso y desprovisto de razón para contemplar la cruda realidad que enfrenta.
Dejando de lado las recientes comedias rodadas en Europa, Allen vuelve a encarar algunas zonas oscuras y perniciosas que contribuyen a un proceso de autodestrucción del ser humano y es por eso que, aunque no esté exento del humor que surge de algunos de los ingeniosos diálogos de su autor, éste es un film que produce una gran tristeza porque en su final abierto no hay cabida para un optimismo esperanzador.
Compenetrándose plenamente en el personaje que concibió, Allen describe maravillosamente a Jasmine en los dos primeros minutos del film al verla conversar compulsivamente con una pasajera del avión que la conduce de Nueva York a San Francisco. En un estado de nerviosismo neurótico esta mujer de distinguida y elegante presencia llega al pequeño departamento de su hermana Ginger (Sally Hawkins) para residir temporalmente con ella y con sus dos hijos preadolescentes. Jasmine, quien hasta hace poco había gozado de los lujos y el confort del jet set en su esplendoroso piso neoyorkino de Park Avenue, se encuentra ahora sola y separada de su marido Hal (Alec Baldwin) quien está en prisión al haberse descubierto los enormes fraudes financieros cometidos perjudicando a inocentes inversionistas.
Como pocas veces lo ha hecho, Allen enfoca aquí el contraste de clases sociales existentes al mostrar el estilo de vida de Ginger, decididamente muy inferior al que solía adoptar Jasmine, así como en lo que hace a un comportamiento mucho menos distinguido y decididamente más simple y llano que el de su hermana. Prontamente se llegará a saber que Ginger al igual que su ex marido Augie (Andrew Dice Clay) han sufrido personalmente las estafas de su cuñado al haberle confiado doscientos mil dólares ganados en una lotería. Lo importante es que no pudiendo desprenderse de una realidad que ya no le pertenece, Jasmine no puede ver con buenos ojos a Chili (Bobby Cannavale), el nuevo amigo de su hermana que al igual que Augie responde a modales no muy finos o refinados, aunque indudablemente estos exponentes de la clase trabajadora de menores ingresos gozan de una inequívoca honradez e integridad ética de las que Hal carece.
Si bien, en principio uno quisiera ver en el relato el reencuentro entre dos hermanas pertenecientes a diferentes medios sociales, el foco del film descansa fundamentalmente en el esfuerzo que realiza Jasmine por integrarse a un trabajo que le produzca un modesto ingreso así como en la dificultad que enfrenta al no poder olvidar o desprenderse del ambiente de sofisticación y confort que su marido le suministró durante gran parte de su existencia. Sin ser capaz de conciliar entre su pasado y el presente, en la medida que su fantasía colapsa con el mundo real, donde el reconocimiento social de la vida privilegiada a la que estaba acostumbrada ya no existe más, ella va cayendo en una crisis existencial sin vía de escape. Cuando fortuitamente está a punto de cambiar satisfactoriamente el rumbo de su vida al encontrar a un sensible diplomático (Peter Sarsgaard) que gusta de ella, su actitud de autoengaño para disfrazar la realidad lo echa todo a perder.
Aunque el film diste de ser gracioso, Allen siempre acostumbra a ofrecer alguna nota de humor por más lacerante o dolorosa que pueda ser. En tal sentido, una de las varias escenas excelentemente logradas es cuando Jasmine se encuentra sola con sus dos sobrinitos y les da ciertas explicaciones inoportunas que graciosamente revelan su estado de inestabilidad emocional.
Todos los personajes secundarios están excelentemente delineados permitiendo que los actores lo aprovechen a su favor con gran lucimiento. Pero con todo, el alma del film es Blanchett donde a cada instante transmite maravillosamente la bipolaridad de su complejo personaje. Sin revelar el desenlace, cabe anticipar que la última escena del film enfocando la indefensa y patética expresión de Jasmine en un momento decisivo de su vida es antológica donde Blanchett acaba hipnotizando a la audiencia.
Conclusión: Uno de los filmes dramáticos mejor logrados de la prolífica carrera de Allen que aquí se ve agraciado con la interpretación excepcional de Cate Blanchett
VIDEO
TODOS TENEMOS UN PLAN. Argentina-España, 2012. Dirección: Ana Piterbarg. Distribución: Mongrel/Métropole (2013)
Estrenado internacionalmente en el TIFF 2012, esta ópera prima de la realizadora Ana Piterbarg no se dio a conocer en las salas de cine y es así que su aparición en video adquiere el carácter de novedad.
Varios son los temas que aborda la joven directora en este psicológico thriller pero el más importante de los mismos es el que se vincula con la doble identidad que en cine se tuvo ocasión de apreciar más de una vez, como la obra maestra de Alfred Hitchcock que es Vértigo (1958) y/o el excelente film francés Plein Soleil (1960) de René Clément que luego fue objeto de una nueva versión en The Talented Mr. Ripley (1999). Cabe reconocer que Todos Tenemos Un Plan no alcanza dichas alturas, aunque de todos modos resulta interesante apreciar los recursos visuales de este film y la ambientación lograda del escenario en que transcurre la mayor parte de su acción.
El conocido actor Viggo Mortensen anima a Pedro y Agustín, dos hermanos gemelos de diferente estilo de vida viviendo en Argentina y pertenecientes a medios sociales completamente opuestos. Pedro es un delincuente apicultor de aspecto desaliñado que vive en el delta del Paraná y que padece de una seria enfermedad. Su hermano Agustín es un respetable pediatra que habita en la capital junto con su esposa Claudia (Soledad Villamil) quien después de varios años de convivencia y cuando todo está dispuesto para la adopción de un hijo que habían planeado, Agustín se opone a ello entrando en un estado de pánico y angustia existencial, en tanto que Claudia está a punto de abandonarlo.
A pesar de la nota dramática descripta, el detonante de la historia se produce cuando el pediatra recibe la visita de su hermano después de 15 años de no haberse visto; como consecuencia de la misma, y frente a una situación imprevisible que no conviene revelar, Agustín aprovecha la oportunidad de evadirse de su crisis personal asumiendo la identidad de su hermano en el medio ambiente en que Pedro se desenvuelve. Deambulando entre el cine negro y el género policial, la historia despierta intriga pero sin embargo el relato adolece de la tensión necesaria para crear un clima de mayor emoción, motivando a que el suspenso quede un tanto desdibujado.
Con todo y a pesar de su narración un tanto desigual, el film es atendible en lo que concierne a la descripción de ambientes, especialmente en los detalles vinculados con el mundo de marginados y ex convictos que suelen buscar refugio en las islas del Tigre; al propio tiempo y sin ser su esencial propósito, el film echa una mirada crítica al comportamiento de una sociedad de dudosos valores morales.
El nivel de actuación de Mortensen es en general aceptable en su caracterización de dos personalidades diferentes aunque le resulta más incómodo asumir el papel salvaje de Pedro; con todo está lejos de sus mejores papeles como lo logró en Eastern Promises (2007) y muy especialmente en A History of Violence (2005). Del resto del elenco quienes más se destacan son Sofía Gala Castiglione y Daniel Fanego.
En el plano técnico es remarcable el trabajo de fotografía de Lucio Bonelli dotando al film de una considerable riqueza visual.
El DVD no contiene suplementos y es presentado en su versión original española con títulos optativos en inglés.
WHAT MAISIE KNEW. Estados Unidos, 2012. Dirección: Scott McGehee y David Siegel. Distribución: Mongrel/Métropole (2013)
En muchas oportunidades el cine ha tratado el delicado tema de los niños juzgando la inapropiada conducta de sus padres; con todo, pocas veces se ha logrado un relato tan humano y profundo como lo expuesto por los realizadores Scott McGehhe y David Siegel en este film que se comenta y que no fue estrenado comercialmente en Canadá; afortunadamente, se tiene ocasión de juzgarlo con la reciente edición en video.
Basado en una novela de Henry James (1897), esta versión contemporánea adaptada por Carroll Cartwright y Nancy Doyne tiene amplia vigencia al ilustrar las querellas entabladas por padres divorciados que quieren asumir el cuidado de los hijos. En este caso se trata de Maisie (Onata Aprile), una muy sensible criatura de 6 años que observa la lucha cotidiana de su hogar fracturado por la separación de sus padres y la forma poco civilizada en que se tratan disputando su tenencia. La madre de Maisie es Susanna (Julianne Moore) una temperamental música de rock que puede pasar parte de su tiempo libre prodigando atenciones y cariño a la niña, así como de repente desaparece de su vista por días enteros como si nada hubiera pasado; en cuanto a su padre Beale (Steve Coogan), que es un negociante de arte, no deja de concentrar su atención en su teléfono móvil cuando su hijita lo acompaña.
La niña que lo observa todo trasluce en su semblante una profunda tristeza de saberse convertida en una suerte de paquete donde quienes verdaderamente le prodigan el amor y afecto real son su joven nana Margo (Joanna Vanderham) que termina casándose con su padre y Lincoln (Alexander Skarsgard), un barman con quien Susanna se ha casado para vengarse de su ex marido.
Huelgan los elogios para calificar la extraordinaria actuación de Onata Aprile quien transmite en pequeños pero excelentes detalles el trauma que su personaje experimenta así como sus escasos momentos de alegría al esbozar en su rostro la dulce sonrisa ya sea cuando interactúa con sus compañeritas de escuela o cuando se encuentra con Margo y/o Lincoln; a pesar de su escasa edad, Aprile está capacitada para permitir que Maisie dotada de un generoso espíritu exprese silenciosamente el dolor que siente frente al tremendo egoísmo y desaprensión de sus padres.
Los directores han logrado un melodrama de considerable riqueza emocional contando con un elenco de primer nivel, donde Aprile se lleva las palmas al haber sabido brindar una Maisie de increíble naturalidad, como si la pequeña actriz estuviese atravesando en la vida real un problema similar.
El DVD, que no contiene material adicional, es presentado en su versión original inglesa, con subtítulos optativos en español y/o inglés.
AMOUR. Austria-Francia-Alemania, 2012. Dirección: Michael Haneke. Distribución: Sony Pictures Home Entertainment
En oportunidad de su estreno (comentario del 11 de enero de 2013) se señaló que este film es una obra maestra del cine que cautiva por la dimensión que alcanza el amor cuando se lo somete a prueba en situaciones límites, a través de la visión de Michael Haneke. Este realizador merece admiración y respeto por el trabajo realizado así como también cabe destacar la extraordinaria participación de Jean-Louis Trintignant y Emmanuelle Riva al haber logrado una completa identificación con sus personajes creando un clima de intimidad como contadas veces se ha visto en cine.
Después de haber recibido elogios a nivel mundial, tanto en lo que concierne a Haneke como a sus dos protagonistas, incluyendo el Oscar de la Academia de Hollywood al mejor film extranjero de 2012, ahora es posible volver a juzgarlo través de la edición video que acaba de lanzarse al mercado. Una segunda visión no hace más que confirmar la primera impresión causada acerca de la bella historia de amor de George y Anne, un anciano matrimonio de clase media que durante toda una vida se han prodigado cariño, ternura y respeto mutuo y que ahora enfrenta el gran desafío a medida que se aproxima el momento final de esa extraordinaria convivencia.
EL DVD presentado en su versión original francesa con subtítulos en inglés, contiene dos importantes extras. Uno de ellos es Making of Amour (25 minutos) que es el “detrás de la escena” que tuvo lugar durante el rodaje del film; aquí se puede apreciar la forma en que Haneke conduce a sus actores (Trintignant, Riva y Huppert) hasta lograr el efecto exactamente deseado por él; otro aspecto destacable es cómo la filmación de varias escenas afectó en forma traumática a Riva al vivir con completo abandono de su persona el personaje de Anne; por su parte, Trintignant señala que después de 15 años de ausencia resolvió retornar al cine dada la envergadura del dramático rol que le fue asignado. El segundo corto es Q and A with Director Michael Haneke (38 minutos) donde se reproduce un reportaje que Elvis Mitchell –ex critico de cine del New York Times y actual curador de Los Angeles County Museum of Art (LACMA)- le efectúa a Haneke; entre otros aspectos, las preguntas y respuestas se refieren al presente film, a algunos de los actores con quien el realizador trabajó en su carrera profesional (Trintignant, Huppert, Daniel Auteuil, Juliette Binoche) y a otros aspectos vinculados con su larga trayectoria de cineasta.
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