Quebec condenó Ottawa por desafiar proyecto de ley 99
Quebec condenó Ottawa por desafiar proyecto de ley 99

El Ministro de Asuntos Intergubernamentales de Quebec, Alexandre Cloutier, expresó estar sorprendido por la intervención de Ottawa, “los abogados del gobierno están trabajando una respuesta de Quebec”. Foto Cortesía The Canadian Press.
QUEBEC.- La Asamblea Nacional de Quebec ha aprobado, por unanimidad, una moción que condena “la intromisión del gobierno de Canadá en la democracia Quebec”, en su intento por invalidar el proyecto de ley 99, aprobado por la asamblea de Quebec en 2000, en el que contempla que un referéndum para la soberanía se decidirá por el voto de 50 por ciento más uno.
Los abogados que representan al gobierno federal presentaron un escrito ante el Tribunal Superior de Quebec que plantea un reto a la constitucionalidad del proyecto de ley 99. El desafío fue lanzado en 2001 por Keith Henderson, líder del ya desaparecido Partido de la Igualdad.
Alexandre Cloutier, Ministro de Asuntos Intergubernamentales de Quebec, expresó estar sorprendido por la intervención de Ottawa, diciendo que “los abogados del gobierno están trabajando una respuesta de Quebec”. Notificó que presentaría una moción solicitando el apoyo de todos partidos en la Asamblea.
Mientras que la oposición liberal de Quebec votó con el gobierno, el líder de la casa de los liberales, Pierre Moreau, se distanció del movimiento del PQ, explicando que los liberales no fueron consultados sobre su redacción. “Pero sí recuerdo que Jean Charest, líder liberal de la oposición para el momento en que el proyecto de ley fue adoptado, advirtió que este podría ser impugnado en los tribunales, diciendo que esto debilitaría Quebec”.
“Nuestra votación sobre esta moción no debe interpretarse de ninguna otra manera que nuestra reafirmación del principio de que la Asamblea Nacional de Quebec es el único que puede determinar las condiciones que rodean el proceso de referéndum sobre el futuro constitucional de Quebec, el respeto de los derechos democráticos y en particular el estado de 50 por ciento más uno, de acuerdo con la decisión de la Corte Suprema”, dijo Moreau refiriéndose a la decisión del 20 de agosto de 1998.
El Tribunal Supremo dictaminó, para el momento, que si los quebequenses decidieron en un voto a favor de la soberanía, el resto de Canadá tendría que negociar el resultado.
Moreau empezó y terminó su discurso a favor de la moción del PQ, citando a final al Premier liberal Robert Bourassa en 1990 después de que el acuerdo del Meech Lake falló.
Meech que habría reconocido Quebec como una “sociedad distinta” dentro de Canadá.
Bourassa se dirigió a la asamblea: “Todo lo que decimos, lo que hacemos, Quebec es hoy y para siempre una sociedad distinta, libre y capaz de asumir su destino y su desarrollo”.
Moreau agregó: “Nosotros los quebequenses somos libres, y con esta libertad de elegir ser quebequenses y canadienses”.
Sobre la moción, Cloutier calificó la intervención federal como “un asalto preocupante por parte del gobierno federal en contra de la libertad de expresión política de los quebequenses”.
“Han elegido a asociarse a una causa que niega la existencia misma de la nación Quebec”, dijo Cloutier.
La regla de los 50 por ciento más uno es “universalmente reconocida y aplicada, entre otros, por las Naciones Unidas”, agregó que se empleó en los referendos de soberanía de Quebec en 1980 y 1995, así como el referéndum de 1992 sobre el acuerdo de Charlottetown, una propuesta de cambios en el sistema federal.
Françoise David de Québec Solidaire señaló que Quebec “no es mejor, ni peor que otros, sólo diferente”. Agregó: “esta sociedad está construida en torno a una mayoría de habla francesa, pero también una histórica minoría anglófona y de todos aquellos de los cuatro rincones del planeta que eligen Quebec y quieren vivir aquí en paz, así como de 11 naciones aborígenes”.
La votación de la moción era una expresión de amor por Quebec, su gente y “la libertad de elegir el futuro político”, dijo David.
Éric Caire, representante de la Coalición Avenir Québec, dijo que no hay espacio para el debate en la Asamblea, pero esta era una ocasión para un voto unánime.”Si estamos divididos, ¿cómo podemos pedir a otro Parlamento respetar nuestra autoridad?”.
El Ministro Federal de Asuntos Intergubernamentales, Denis Lebel, señaló que Ottawa no inició la demanda judicial. “Nadie quiere un nuevo referéndum. Es de total normalidad que el gobierno federal defienda la ley canadiense. Este caso se encuentra ante los tribunales, por lo que no vamos a hacer ningún comentario más”.
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