HABLEMOS DE CINE
HABLEMOS DE CINE
Por Jorge Gutman
Algunas veces se presenta el caso de obras que resultan fáciles de admirar pero difíciles de amar; eso es lo que precisamente ocurre con el film “August: Osage County” que está basado en la aclamada pieza teatral homónima de Tracy Letts que además de haber obtenido el Premio Pullitzer logró varios Tonys en Broadway incluyendo el de la mejor pieza dramática dada a conocer en 2007.
Resulta fácil percibir que Letts ha sido el guionista de su propia obra porque quien la haya visto representada en un escenario apreciará que su traslado al cine conserva no solo la esencia de la versión teatral sino que además los diálogos son prácticamente similares. Su contenido es nada más ni menos que el minucioso retrato de una familia americana completamente desestructurada donde la mayoría de sus miembros padece de una gran miseria corrosiva sin que quede espacio alguno para la lástima o conmiseración. A pesar de que otros dramaturgos, entre ellos Eugene O’ Neill en su obra maestra autobiográfica Largo Viaje de un Día hacia la Noche, han abordado una temática parecida dejando un margen para que el espectador se apiade de sus personajes, aquí eso no ocurre porque el sentimiento de desesperado resentimiento expuesto por sus principales protagonistas termina incomodando sensiblemente al público que los está observando.
La acción tiene lugar en la época actual en un caluroso mes de Agosto en el Condado de Osage ubicado en los suburbios de Pawhuska, Oklahoma; ese desolado paraje se asocia funcionalmente a las características de los integrantes de la disfuncional familia Weston. La primera imagen del film donde Beverly (Sean Penn), un anciano poeta alcohólico, manifiesta que “la vida es demasiado larga”, ya deja entrever que hay algo que no marcha bien en el ámbito familiar; eso se confirma apenas asoma el rostro de su esposa Violet (Meryl Streep), la sarcástica matriarca quien con un aire irónico desprecia a la nativa empleada doméstica (Misty Upham) que él había contratado para que la cuidara por padecer de cáncer a la boca. A los pocos minutos, Beverly desaparece de la escena porque decidió suicidarse; ese hecho motiva que las tres hijas adultas de Violet que no conviven con ella lleguen para el funeral. Barbara (Julia Roberts) es la hija mayor que vive en Colorado y viene acompañada de su distanciado marido Bill (Ewan McGregor) y de su hija adolescente Jean (Abigail Breslin); la segunda hija del matrimonio Weston es Ivy (Julianne Nicholson), quien vive no muy lejos del lugar y que hasta el presente es quien más ha velado por sus padres; Karen (Juliette Lewis) es la hija menor, una joven de naturaleza frivola que habita en Florida y que se encuentra acompañada de su novio Steve (Dermot Mulroney) quien ciertamente no es una persona muy confiable. El núcleo familiar queda completado con Mattie (Margo Martindale), la hermana menor de Violet, su marido Charles (Chris Cooper) y el tímido e inseguro hijo de ellos apodado “pequeño Charles” (Benedict Cumberbatch).
En la reunión que tiene lugar después del sepelio, Violet recurre a sus instintos más bajos de humillación y violencia verbal para incomodar a los otros miembros de su familia que ponen de manifiesto sentimientos represivos que no tuvieron oportunidad de manifestarse en oportunidades anteriores.
La composición que Streep realiza de esa mercurial matriarca a través de sus diferentes manifestaciones anímicas que varían desde raros momentos tranquilos a explosiones de furia insostenibles, resulta verdaderamente admirable; su histrionismo es electrizante confirmando una vez más su excepcional talento interpretativo. Del resto del uniforme y calificado elenco cabe mencionar la meritoria actuación de Roberts como la hija adversaria que es consciente de la relación amor-odio que guarda con su progenitora y que en situaciones límites exterioriza su amargura y frustración afrontándola con decisión aunque más no sea que echar por la borda todo un cóctel de drogas medicinales de las que se vale su madre por el cáncer que la aqueja.
Como quedó anteriormente expresado, no hay motivos para regocijarse con los miembros de esta patética familia. Salvo algunos pocos personajes como es el caso de Charles, su hijo, además de la noble empleada doméstica, el público se encuentra con seres humanos heridos emocionalmente, profundamente insatisfechos y que han sabido guardar celosamente secretos muy perturbadores que de haber sido revelados a tiempo habrían destruido la aparente armonía familiar.
Queda para el espectador juzgar hasta qué punto el contenido de este film puede ser representativo de los problemas que aquejan el alma de la familia americana. Lo que aquí se plantea es sin duda una visión profundamente nihilista donde la miseria humana de este clan familiar contamina sus almas sin que se pueda empatizar con la suerte corrida por sus integrantes.
Conclusión: Más allá de la reflexión que suscita la visión del film, el público se enfrenta con un intenso drama no exento de momentos de un humor socarrón que indudablemente alivia en parte la tensión del relato. Una buena dirección de actores y la oportunidad de contemplar a grandes actores, entre ellos una diva magistral que hipnotiza a la platea, justifica su recomendación para un público adulto selectivo.
HER. Estados Unidos, 2013. Un film escrito y dirigido por Spike Jonze
Decididamente original en su planteo, el tema de este film escrito y dirigido por Spike Jonze sumerge al espectador en una fantasía que transcurre en el futuro donde es posible que el mundo real de esa época pueda superar a la imaginación concebida en la historia aquí propuesta.
Protagonizado por Joaquin Phoenix, el film lo presenta como Theodore, un hombre de bajo perfil pero de gran afectividad que vive en Los Ángeles y se encuentra recientemente separado de su esposa Catherine (Rooney Mara). Teniendo a Amy (Amy Adams) como su mejor amiga, profesionalmente se dedica a redactar electrónicamente cartas de amor para terceras personas; entre las muchas se destaca la que escribe en nombre de una mujer que le envía un cálido mensaje a su marido en ocasión de la celebración de las bodas de oro. El mundo cambia para él cuando mediante un avanzado sistema operativo de su computadora logra entablar contacto con “Samantha” (Scarlett Johansson), un personaje virtual de inteligencia artificial que dotada de una encantadora voz y dueña de una gran intuición, llega a compartir con Theodore un nivel de sensibilidad común. El afable escritor encuentra en ella su alma gemela que le ayuda a revisar sus trabajos de redacción y además contribuye a levantar su estado anímico. Así, comienza una improbable relación amistosa que al poco tiempo cede paso a un vínculo amoroso nada convencional.
Dada esta interesante premisa que motiva el desarrollo de todo el film, resulta destacable puntualizar que lo que aquí se presencia es algo más que una satisfactoria comedia fantástica; en efecto, el director ha logrado una historia que cobra vuelo, demostrando cómo la tecnología es capaz de permitir que una comunicación del hombre con una máquina pueda resultar sustancialmente más humana que el contacto que puede producirse con los de su misma especie.
Sin duda este intrigante relato de Jonze anticipa el grado de alienación a la que podrían quedar sometidas las generaciones futuras. Bastaría olvidar que Samantha es una persona inexistente para suponerla real y comprobar hasta qué punto tanto ella como Theodore son en el fondo dos seres solitarios que logran comunicarse emocionalmente a través de la intimidad amorosa, en una ciudad completamente despersonalizada por la avanzada tecnología vigente.
Con un guión excelentemente escrito y una fluida dirección que no permite que el relato decaiga a pesar de estar centrado fundamentalmente en dos únicos personajes donde uno de los mismos resulta invisible, el público contempla un film decididamente inteligente y provocativo. Tanto Phoenix como el escritor tierno, melancólico y vulnerable, como Johansson aportando exclusivamente su sugestiva voz, logran que esta historia cobre inusitada espontaneidad así como una vibrante intensidad capaz de suscitar legítima emoción.
Sin duda, Her se presta a la reflexión y al debate sobre todo cuando bastaría contemplar lo que actualmente está ocurriendo con los gigantescos adelantos tecnológicos donde el uso de los teléfonos inteligentes impulsa a que gran parte de la sociedad actual quede sometida por completo a su uso sin tener una cabal idea de la realidad externa que la circunda. De allí que esta fantasía posiblemente resulte aún más realista que la imaginada por la pluma de Julio Verne quien con su literatura de ciencia ficción predijo el extraordinario avance tecnológico que tuvo lugar en el siglo pasado. A lo mejor, Jonze está recorriendo un camino parecido vaticinando lo que habrá de acontecer a nivel humano en el futuro próximo.
Conclusión: Un film único en su género y decididamente recomendable por su originalidad y calidad
JANE CAMPION, PRESIDENTA DEL JURADO DE CANNES
A cuatro meses de distancia de la fecha de iniciación del Festival de Cannes, los organizadores de la muestra han designado a la prestigiosa realizadora neozelandesa Jane Campion para que este año encabece el jurado oficial, sucediendo de este modo al cargo que Steven Spielberg ostentó el año pasado.
Campion está vinculada con el festival durante más de dos décadas donde obtuvo dos importantes distinciones; así, además de haber ganado en 1986 la competencia dentro de la categoría de cortometrajes con The Peel, en 1993 su película The Piano interpretada por Holly Hunter obtuvo la codiciada Palma de Oro.
Al referirse a Campion, el presidente del Festival Gilles Jacob, destacó la extraordinaria carrera de la directora mencionando algunos de los títulos más importantes de su filmografía, incluyendo su más reciente trabajo Bright Star (2009) que habiendo participado en Cannes en 2009 consideró como “una película maravillosa impregnada de poesía”.
Igualmente, el director del Festival Thierry Frémaux tuvo palabras de elogio para Campion al manifestar que su aceptación para el cargo es un motivo de orgullo, agregando que de esta manera ella “integra la prestigiosa lista de Presidentas del Jurado integrada entre otras por Michele Morgan, Jeanne Morgan, Françoise Sagan, Isabelle Adjani, Liv Ullmann e Isabelle Huppert”. Finalmente Frémaux expresó su convicción de que el nivel de exigencia que caracteriza la personalidad de Campion como artista se hará notar en el Jurado que habrá de presidir.
Por su parte la realizadora señaló que para ella constituye un motivo de honor el participar en una muestra que combina el glamour y el profesionalismo en la celebración del arte cinematográfico a nivel mundial.
La 67va. edición de esta muestra se desarrollará entre el 14 y el 25 de mayo próximo.
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