INMIGRANDO A CANADA
INMIGRANDO A CANADA
Por Vilma Filici
filici@filici.com
TORONTO. La Corte Federal de Canadá hizo un anuncio el viernes pasado en el que declaró inconstitucional la eliminación por parte del gobierno federal de los servicios de salud (Interim Federal Health Program, IFHP) a los solicitantes de refugio que llegan al país.
Mis felicitaciones a los abogados que se tomaron el tiempo de llevar este caso ante la Corte, porque con todos los cambios al sistema migratorio habidos en los últimos años nos vamos encaminando hacia un sistema que no protege los derechos humanos. Porque no es solamente el cambio en el IFHP, ha habido un número importantísimo de implementaciones que van directamente en contra de la Carta de Derechos y Responsabilidades del Ciudadano (Canadian Charter of Rights and Freedoms).
Cuando el gobierno federal cortó los beneficios de salud para los refugiados, escribí una columna en la que plantee que el derecho a la salud es un derecho básico internacional, establecido en uno de los artículos de la declaración de los derechos humanos de las Naciones Unidas. Y hay que tomar en cuenta que muchos de estos artículos son parte de nuestra Constitución nacional que fueron incorporados como parte de la Constitución nacional canadiense en el año 1982.
En este sentido, el hecho de que el gobierno federal decidiera quitarle los beneficios a las personas que han pedido refugio en el país va directamente en contra de la constitución canadiense.
Inmediatamente conocida la resolución de la Corte Federal, el Ministro de Inmigración dijo que la van a apelar, por lo que imagino que la decisión final terminará en la Corte Suprema de justicia. Esto implica que hasta que no haya una resolución de esta máxima entidad de justicia no vamos a tener certeza de qué va a suceder con estos recortes. Sin embargo, sabiendo que estos recortes van en contra de la Constitución, la Corte Suprema no va a tener otra opción que estar de acuerdo con la decisión de la semana pasada de la Corte Federal.
La jueza que tomó la decisión la semana pasada básicamente dijo que el cortar los beneficios de salud a los refugiados va en contra de la sección 12 Carta de Derechos y Responsabilidades del Ciudadano, y que con ello se les está infringiendo un tratamiento cruel e inusual.
Es muy interesante lo que la jueza dice en la decisión, porque plantea que al cortarle los beneficios médicos pone a los refugiados en riesgo y perpetúa el estereotipo de que son personas que han venido a saltar la línea de procesamiento, que sus casos de refugio no son verdaderos, y perpetua la noción falsa de que han venido a Canadá a abusar de la generosidad de los ciudadanos canadienses y residentes permanentes.
Y ese es precisamente el discurso que estuvo usando el anterior Ministro de Inmigración, y es el mismo discurso que ha estado usando el actual Ministro, Chris Alexander, en un intento por ganar la simpatía del público canadiense.
En una de las declaraciones, el Ministro Alexander dijo que no ve la razón por la cual los refugiados deberían obtener mejor tratamiento que los ciudadanos y que los residentes permanentes, lo cual es totalmente falso ya que los refugiados nunca recibieron mejor tratamiento que los ciudadnos. En otra planteó que solamente se les ha cortado algunos de los tratamientos, lo cual también es completamente falso, dado que se les ha cortado absolutamente todo tratamiento médico a estas personas.
Definitivamente esta decisión de la Corte Federal es una apertura y un indicio de lo que va a venir en los próximos meses, ya que en estos momentos hay un abogado defensor de los derechos humanos que acaba de presentar una demanda ante la Corte Federal por los cambios que el gobierno federal ha hecho a la Ley de Ciudadanía, los cuales fueron aprobados a finales de junio de este año.
Esta demanda a los cambios a la Ley de Ciudadanía también se basa en que con ellos el gobierno federal va en contra de la Constitución canadiense, y según diversos expertos hay una muy buena posibilidad de que sean rechazados por la Corte Federal; y si el gobierno apela, que sean rechazados también por la Corte Suprema de Justicia, que es la máxima autoridad en materia jurídica del país.
En este sentido, el gobierno va a tener que aceptar la decisión de la Corte Suprema de Justicia, ya que la única otra opción que le queda para no continuar actuando en contra de la Constitución es tratar de cambiar ésta.
Pero para cambiar la Constitución Política de Canadá se necesita de la aprobación de todas las provincias y territorios, por lo que es un cambio que tomaría muchísimo trabajo de persuasión, sobre todo porque sabemos que muchas de las provincias no están a favor de lo que se está haciendo a nivel federal.
Por ejemplo, con la eliminación de los beneficios de salud para los refugiados, diversas provincias, incluyendo Ontario, han tomado la decisión de asumir los costos para las personas que se encuentran en esa situación, y ofrecerles los servicios médicos pagados por la el gobierno provincial. Esto ha dado como resultado una ola de críticas del gobierno federal hacia el gobierno de Ontario y de las otras provincias.
Pero esta situación nos da un idea de lo que pasaría si hay un intento de cambiar la constitución, ya que obviamente el gobierno federal no tendría el apoyo de muchas de las provincias del país.
Para finalizar quiero dar nuevamente las gracias y las felicitaciones a los abogados que de manera desinteresada están peleando para que las leyes y la constitución canadiense sean respetadas por el gobierno federal, pero quiero también hacer un llamado a nuestra comunidad.
Nosotros como comunidad tenemos que poner mucha atención a todo lo que está y ha estado sucediendo, no sólo con las leyes de inmigración y efugio sino que con todas las leyes del país. Debemos ver de qué manera éstas nos están afectando en nuestra vida diaria, y hacer por lo menos dos cosas: una, involucrarnos en la vida política canadiense y hacerle saber a los diputados federales que estamos en contra de todo lo que está sucediendo a nivel federal, y dos, recordar que en octubre del 2015 va a haber elecciones federales y que se debe votar por un partido que sea amigable con los inmigrantes.
No debemos dejarnos engañar porque un ministro del gobierno federal se aparece a una de nuestras fiestas y disfruta de nuestros bailes y de nuestras comidas. Eso no es lo que necesitamos. No necesitamos que vengan sólo a sacarse fotos con las comunidades étnicas. Lo que sí necesitamos es que respeten nuestros derechos, los derechos de las comunidades étnicas en general, y obviamente que respeten los derechos establecidos en el Canadian Charter of Rights and Freedoms.
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