HABLEMOS DE CINE
HABLEMOS DE CINE
Por Jorge Gutman
Este agradable film de John Carney es otro de los que prueban cómo la música es capaz de expresar emociones y lograr un gran poder de comunicación entre la gente. El director irlandés, que ya lo había demostrado en Once (2007) a través de la relación entablada en las calles de Dublin entre dos personas que vuelcan su amor por la música y cuyo vínculo los estimula a componer canciones, vuelve ahora a repetir esa experiencia en Begin Again. Con la misma frescura y honestidad que irradió su film precedente, en esta oportunidad Carney ubica la acción en la ciudad de Nueva York donde la vida de dos almas solitarias queda transformada mediante un afortunado encuentro.
En la historia imaginada por el realizador hay dos personajes centrales que en su inicio se encuentran anímicamente desmoralizados. Ella es Greta (Keira Knightley), una joven inglesa que durante muchos años compartió con su novio y socio Dave (Adam Levine) el amor por la música; juntos compusieron un buen número de canciones pero con el tiempo, el gran éxito de aquél motiva que Greta sea dejada de lado y que la relación se quiebre dejándola en un estado de completa soledad. El otro personaje protagónico es Dan (Mark Ruffalo), un ejecutivo productor de discos que profesionalmente ha caído en desgracia por no haber logrado un éxito musical durante los últimos años; además de haber sido despedido de la compañía por su socio (Yasiin Bey) se encuentra también descorazonado por estar separado de su esposa Miriam (Catherine Keener) y porque su hija adolescente Violeta (Hailee Steinfeld) no lo aprecia suficientemente en su condición de padre.
La vida de Greta y Dan habrá de cambiar significativamente a partir del momento en que traban conocimiento en un club nocturno; Steve (James Corden), un bonachón amigo de Greta que canta con su guitarra en el local, la fuerza amablemente a subir al escenario para entonar una melancólica composición de su autoría; entre los clientes se encuentra Dan quien impresionado con su suave voz la convence para que él como productor y ella como cantautora aúnen sus esfuerzos para lograr el éxito que pueda rectificar el rumbo de sus vidas.
La trama argumental es sencilla pero muy efectiva a través del brío y energía que Greta y Dan vuelcan para demostrar sus respectivos talentos. Así, Manhattan se convierte en el escenario natural donde a través de sus plazas, parques y otros paseos públicos Greta interpreta sus canciones acompañada por un grupo de músicos entusiastas incluyendo a niños de la calle que se acoplan para acompañarla, mientras que Dan se ocupa de registrar toda la riqueza musical que emerge de esta tarea para volcarla en un álbum.
La música es un ingrediente fundamental del film y en tal sentido Carney ha logrado contar con el aporte de las irresistibles canciones compuestas por Gregg Alexander, evitando que el ingrediente musical sea utilizado para edulcorar o rellenar el relato.
Las interpretaciones de Ruffalo y Knightley son sobresalientes. La dúctil actriz inglesa se revela como una magnífica vocalista imprimiendo a las canciones que interpreta una inusitada calidez así como destila una arrolladora y genuina simpatía con su notable sentido del humor, transmitiendo con sus diálogos así como en sus expresiones faciales las variadas emociones que emanan de su personaje. Por su parte, Ruffalo brinda aquí su mejor trabajo como actor desplegando la energía necesaria en aquellas escenas requeridas o bien su contención emocional en otras circunstancias. La complicidad que se establece entre ambos es notable y lo que resulta más remarcable es que en esta historia el realizador no cae en la fórmula tradicional de unir románticamente a sus personajes sino que prefiere vincularlos a través de un genuino sentimiento amistoso.
Conclusión: Mezclando música con amistad, solidaridad y afecto humano, Carney ofrece un encantador film a través de la legítima emoción y frescura que irradia del mismo.
LE VRAI DU FAUX/REAL LIES. Canadá, 2013. Un film de Émile Gaudreault
Aunque Émile Gaudreault es un realizador quebequense especializado en filmes humorísticos que han logrado significativo éxito no sólo en Quebec sino en el resto de Canadá, ahora vuelve con otro film catalogado como comedia aunque en realidad el relato trasunta amplio contenido dramático.
Basado en la obra de Pierre-Michel Tremblay Au champ de Mars, el relato abarca varios tópicos de gran interés con una primera media hora realmente prometedora donde quedan planteados los efectos que pueden producir los filmes violentos, las consecuencias traumáticas de soldados canadienses que han sido enviados a una guerra que les resulta ajena y la dificultad de reinsertarse a una vida normal.
El guión del realizador del film escrito conjuntamente con el autor de la pieza relata la historia de Marco Valois (Stéphane Rousseau) un director de cine de Quebec que se dedica a realizar filmes de acción, más concretamente versiones similares a las del tipo de Fast and Furious adaptados al ambiente local con el nombre de Furie y que logran gran éxito de público. El relato que comienza con un logrado humor cobra un giro dramático cuando como resultado de la presentación de su último film, un joven espectador tratando de emular lo que ha visto en pantalla, maneja su coche a velocidad desmedida produciendo un choque violento que cobra su vida. Los medios de difusión destacan la tragedia y de inmediato Valois se siente afectado por asumir indirectamente la responsabilidad de la misma. Con gran sentimiento de culpa y después de asistir a los funerales del muchacho se entera por sus padres que él se encontraba en un estado de profunda inestabilidad emocional por haber participado como soldado en Afganistán y no haberse podido readaptar a la vida civil, padeciendo un grave trastorno de estrés postraumático.
La sensibilidad que experimenta Valois al enterarse del hecho lo motiva a abandonar por completo la continuación de filmar la exitosa franquicia en que estaba involucrado y abordar en cambio un film documental sobre el efecto de jóvenes vidas arruinadas por participar en una guerra absurda. Para ello y a través de Rachel Duguay (Julie Le Breton), la psicóloga que había tratado al muchacho desaparecido, entra en contacto con un ex compañero del mismo que también retornó del frente con similar problema y que es su paciente. Se trata de Eric (Mathieu Quesnel), de carácter violento y completamente inadaptado que se niega a que Valois realice un documental sobre su experiencia en Afganistán; pero a cambio de que el director logre concretar que Éric pueda volver a ver a su ex novia Sara (Marie-Ève Milot) en su pueblo natal de Taylor Mines, le permitirá que lo siga para imponerse de lo que realmente le aconteció en el conflicto bélico a fin de que pueda servirle como referencia para una película de ficción.
Hasta aquí todo prometía para que Le vrai du faux fuese un gran film pero desafortunadamente el propósito no ha sido logrado. Si bien las secuencias que tienen lugar entre Valois y Éric cobran fuerza y notable autenticidad, la historia se desdibuja al existir un relato paralelo que está referido al vínculo establecido entre la psicóloga y los padres de Éric (Normand D’Amour, Guylaine Tremblay) a fin de tratar de que él abandone a Valois y continúe con el tratamiento terapéutico que mantenía con Rachel.
Como resultado de lo que antecede, hay en este film elementos que lo destacan positivamente pero otros que lo desmerecen, especialmente en lo que se refiere al rol de la psicóloga, completamente irrealista al suponer que una profesional de su naturaleza pueda dejar su consulta por un período indeterminado a fin de lograr el retorno de uno de sus pacientes. A todo ello, resulta completamente improbable que en una de las secuencias decididamente caricaturesca la madre de Éric en forma de monólogo le haga conocer a Rachel experiencias de su vida matrimonial que nada tienen que ver en el contexto de lo que se está relatando.
Conclusión: Este film de nobles intenciones se presta a la discusión porque su tema inquieta y perturba. Pero a pesar de las muy logradas interpretaciones del elenco que lo integra, su tratamiento no encuentra el justo tono de profundidad necesaria y por añadidura su complaciente desenlace decididamente decepciona.
FANTASIA CELEBRA SU 18ª EDICION
Desde el 17 de julio hasta el 5 de agosto se desarrolla en Montreal la décima octava edición del festival internacional de filmes Fantasia, una de las muestras más populares de cine de la provincia de Quebec. La programación está integrada por 400 títulos de los cuales 150 corresponden a largo metrajes.
La muestra se inauguró con el film francés Jacky au royaume des filles, una comedia satírica de Riad Sattouf cuya acción transcurre en un país totalitario donde los hombres están al servicio de las mujeres quienes son las que reinan; el rol central está a cargo de Charlotte Gainsbourg. La película que clausura el festival es Welcome to New York del director Abel Ferrara y protagonizada por Gérard Depardieu; este film que ha causado grandes polémicas en ocasión de su presentación en el Festival de Cannes de este año gira en torno del publicitado affaire de Dominique Strauss-Kahn, el ex director del Fondo Monetario Internacional.
De América Latina se verán dos títulos. Uno de ellos es El Desierto film de Argentina del realizador alemán Christoph Behl; una película de ciencia ficción post-apocalíptica que narra la historia de un triángulo romántico integrado por dos hombres y una mujer (Victoria Almeida, Lautaro Delgado y Lucas Lagré) viviendo en un búnker donde zombies no vistos merodean el lugar. La otra película es La Casa del Fin de los Tiempos, del director Alejandro Hidalgo abordando un thriller supernatural y que constituye el primer film de ese género que se haya filmado en Venezuela. A dichas películas habrá que agregar la coproducción de España con los Estados Unidos Open Windows, film de suspenso de Nacho Vigalondo con Elijah Wood y Sasha Grey.
La participación de filmes canadienses es importante, sobre todo en lo que concierne a la producción de Quebec donde se presentará Dys, primer largo metraje de la cineasta Maude Michaud,el documental Bold and Brash del realizador Simon Boisvert, Les Jaunes de Rémi Fréchette, Projet-M de Éric Piccoli y la comedia autobiográfica 1987 de Ricardo Trogi donde el realizador rememora sus años adolescentes.
Entre los títulos de la selección internacional se destaca la primicia mundial The Reconstruction of William Zero del realizador americano Dan Bush; Predestination de los directores australianos Peter y Michael Spierig con Ethan Hawke encabezando el reparto; The Harvest de John McNaughton, un cuento de hadas siniestro con la participación de Michael Shannon, Samantha Morton y Peter Fonda; The Zero Theorem del legendario director Terry Gilliam que concluye su trilogía iniciada con Brazil y continuada con 12 Monkeys; el violento drama Let Us Prey del director irlandés Brian O’Malley.
El cine asiático esta ampliamente representado. Algunos de los filmes programados incluye el poético dibujo animado japonés Giovanni’s Island de Mizuho Nishikubo; el drama de venganza de Corea del Sur Days of Wrath de Shin Dong-yeop; The Run del director de Malasia Ahmad Idham; Demon of the Lute de Tang Tak-Cheung, una extravagante orgía de king-fu; la comedia romántica india Hasee Toh Phasee de Vinil Mathew; un sólido thriller dramático Kabisera del director filipino Alfonso Torre III que narra la historia de un hombre de familia convertido en narcotraficante.
Fantasía creó en 2010 una sección denominada Camera Lucida dedicada al género lúdico y contemporáneo. Entre los varios títulos que la integran figura Boyhood de Richard Linklater, una excelente película que obtuvo el Oso de Plata en el último Festival de Berlín. También se verá Seventh Code, un thriller de espionaje de Kiyoshi Kurosawa; el film danés When Animals Dream de Jonas Alexander Amby; la fantasmagórica obra The Midnight Swim de la realizadora estadounidense Sarah Adina Smith y The Man in the Orange Jacket, un angustiante film de horror proveniente de Letonia del realizador Aik Karapetian.
Habrá también proyecciones al aire libre en la Place des Festivals y entre las mismas se verán tres cortos de Charlie Chaplin (Making a Living, Idle Class, A Dog’s Life) celebrando el centenario de la primera aparición del inolvidable cómico.
Las exhibiciones tienen lugar en el teatro Hall Concordia, el teatro DB Clarke, la sala J.A. de Sève, la Cinemateca de Quebec y el Museo McCord. Para consultar la programación completa y los horarios de proyección, el sitio a visitar es www.fantasiafestival.com
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