Informe recomendó que más policías deben portar cámaras y pistolas paralizantes

Informe recomendó que más policías deben portar cámaras y pistolas paralizantes

El ex juez de la Corte Suprema, Frank Iacobucci, publicó un informe de recomendaciones para la actuación de la Policía de Toronto con personas en crisis. Foto Cortesía CBC.

TORONTO.- La Policía de Toronto aseguró que se ampliará el uso de las cámaras en las solapas de los uniformes de los agentes, lo que constituye una de las 84 recomendaciones contenidas en el informe presentado por el ex juez de la Corte Suprema, Frank Iacobucci.

Los oficiales de primera línea que llevan pistolas paralizantes, tasers, a cargo de las situaciones de personas en crisis deben estar equipados con cámaras, según un informe sobre el uso de la fuerza policial iniciado a raíz de la muerte a tiros de Sammy Yatim, 18 años de edad, quien estaba a bordo de un tranvía de la ciudad, en verano pasado.

El informe se centra en recomendaciones para las fuerzas policiales en el manejo de casos de personas con trastornos emocionales y trastornos mentales, a las que Iacobucci llamó “personas en crisis”, las cuales resaltan:

• Notificaciones obligatorias de los Equipos de Intervención de Crisis de la Policía Móvil (MCITs) para la totalidad de las llamadas que involucran a personas en crisis.
• El requisito de que los nuevos policías deben completar un curso de primeros auxilios en salud mental.
• La evaluación de los nuevos policías, el uso de psicólogos en el reclutamiento para analizar cómo podrían interactuar con estos casos.
• Una revisión del modelo de uso de fuerza por parte de la policía, haciendo énfasis en que la fuerza letal debe ser siempre el último recurso.
• Un proyecto piloto para explorar las posibilidades de ampliar el uso de las armas paralizantes especialmente entre los oficiales de primera línea.
• La preparación de una declaración formal por parte de la policía que esboza las prioridades de la fuerza en el trato con las personas en crisis, centrada en evitar daños y pérdidas de vidas.
• La creación de un cuerpo de vigilancia encargado de la supervisión de la salud mental con representación de la policía, expertos en salud mental y proveedores de servicios médicos de emergencia.
• Un mecanismo de seguimiento de los agentes que disparan sus armas antes de lo requerido.

Iacobucci planteó que cree que los funcionarios tratan de evitar encuentros peligrosos. “Causar la muerte de una persona que necesita ayuda es una pesadilla para un oficial de la policía”, dijo. “Las personas en crisis son nuestros hermanos, padres e hijos”, dijo. “No son, aparte de nosotros, son parte de nosotros”.

El Jefe de la Policía de Toronto, Bill Blair, considera que el informe representará “un impulso”, para interactuar ante este tipo de situaciones.

La revisión incluyó más de 100 entrevistas y el análisis de más de 1.200 documentos, así como consultas a ciudadanos.

Iacobucci señaló que su informe no se trataba de responsabilidades, sino que estaba destinado la prevención de resultados fatales.

“La premisa del informe es que el objetivo debe ser cero muerte cuando la policía interactúa con el público”, dijo.

Blair dijo que trabajará con rapidez para poner en práctica las recomendaciones del informe, anunciando la creación de un nuevo órgano de asesoramiento de salud mental.

El tiroteo del Sammy Yatim en un tranvía vacío causó indignación pública y solicitudes a la policía para revisar el manejo de enfrentamientos que involucran a personas con antecedentes de enfermedad mental. El tiroteo fue capturado por cámaras de teléfonos celulares y se distribuyó ampliamente en línea.

Nueve disparos se pudieron escuchar en los vídeos cuando Yatim dejó caer un pequeño cuchillo plegable que cargaba. Los últimos seis disparos parecían producirse después de que Yatim ya había caído de espaldas contra el piso del tranvía.

El oficial de la Policía de Toronto, James Forcillo, enfrenta cargos de asesinato segundo grado. Estaba rodeado por unos 20 agentes en el incidente.

Sammy Yatim, 18 años, fue asesinado a tiros por la Policía de Toronto el 27 de julio de 2013, en un tranvía de la ciudad.