INMIGRANDO A CANADA
INMIGRANDO A CANADA
Por Vilma Filici
filici@filici.com
TORONTO. Una pregunta que recibo con frecuencia en mi oficina es qué sucede con los hijos, las propiedades y los ahorros de las personas indocumentadas cuando son arrestadas por la Agencia de Servicios de Frontera de Canadá (Canada Border Services Agency, CBSA).
Esta semana precisamente me llamó una señora muy preocupada porque habían arrestado a su esposo, a quien los oficiales de CBSA le dijeron que ella se tenía que presentar al centro de detenciones donde lo tenían recluido. Esta pareja vive de forma indocumentada en el país, tiene una bebé nacida aquí, y la preocupación principal de esta señora era que si se presentaba ante Inmigración le iba a quitar a su hija, los iban a deportar, e Inmigración se iba a quedar con su bebé porque era ciudadana canadiense.
En otras situaciones, algunas personas me han preguntado qué va a pasar con su casa, con los muebles y con el dinero que tienen en el banco si son deportadas. ¿Se queda el gobierno con todos sus bienes?
Para comenzar, quiero explicar que los hijos pequeños, a pesar de que son canadienses nacidos en Canadá y tienen todo el derecho de vivir en este país, estos niños son dependientes de sus padres y por tanto en ningún momento el gobierno canadiense se los va a quitar si son deportados.
Lo que generalmente hace la CBSA, si el niño no tiene pasaporte, es que les pide a los padres que le entreguen el certificado de nacimiento del niño para que le puedan emitir el pasaporte y pueda salir del país junto a ellos. En otros casos, si ambos padres están arrestados, dejan salir a la madre para que ella haga los trámites para obtener el pasaporte del pequeño.
Lo que sucede en algunas ocasiones, y esto es lo que genera temor, es que cuando una familia está siendo deportada y los padres piden que se les extienda el periodo antes de salir al país porque por ejemplo los niños están estudiando, o porque son canadienses y tienen derecho a vivir en el país, lo que obtienen es una respuesta sarcástica de los oficiales de Inmigración diciéndoles que efectivamente los niños se pueden quedar porque son ciudadanos canadienses y que lo pueden hacer a través de los servicios sociales.
Pero esta es nada más una respuesta abusiva que muestra un poco de abuso del poder que tienen los oficiales en ese momento, pero que a nivel legal no tiene absolutamente ninguna validez.
En la única instancia en que las entidades gubernamentales pueden quitarle un niño a una familia es cuando este está en peligro porque está siendo abusado, maltratado física y/o emocionalmente. En estas situaciones sí entra en escena la Children’s Aid Society, la cual dicho sea de paso no tiene nada que ver con el Departamento de Inmigración.
Obviamente debe haber más de algún caso donde probablemente se combinen las cosas y haya un problema migratorio junto con un problema de abuso y se involucra Children’s Aid Society, pero definitivamente, cuando hay niños nacidos en el país y los padres son deportados, los niños se van con sus padres.
Una situación distinta es si los padres deciden que el niño se quede con un amigo, con un pariente, con los abuelos, etc., pues entonces ya es una decisión de los padres, pero el gobierno en ningún momento les va a quitar a los niños.
En relación a las personas indocumentadas que compran casa, la primera pregunta que surge es si ésta es una buena idea o no. La respuesta es sí y no.
Es una buena idea porque demuestra el establecimiento en Canadá, y en ese sentido, si una familia hace una solicitud de residencia permanente por Razones Humanitarias y de Compasión, con el hecho de que ya tengan una casa demuestran que están bien asentados en el país y eso es positivo. Pero es mala idea por el hecho de que si son capturados y deportados, eventualmente van a tener que vender de forma apresurada esa propiedad.
No obstante, debe quedar claro que en situaciones donde una persona está siendo deportada, el gobierno canadiense no se queda con la casa. La casa pertenece a esta persona.
A veces los miembros de la división de Inmigración dejan salir a la persona bajo fianza, lo cual es aprovechado por los afectados para vender sus propiedades, pero en muchas otras ocasiones no los dejan salir del centro de detenciones y son deportados. En esta situaciones, lo que la persona debe hacer es otorgarle un poder a un pariente o a un amigo para que pueda hacer el trámite necesario ya sea para rentar el inmueble o para venderlo.
Obviamente la persona seleccionada deber ser de muchísima confianza, porque es quien se va a encargar de negociar todas las posesiones dentro de Canadá
De la misma manera, si la persona a deportar tiene dinero ahorrado en el banco, ese es su dinero, y por tanto no es cierto que el gobierno canadiense se va a quedar con éste. Y no importa si el dinero fue adquirido mientras la persona tenía un permiso de trabajo o si estaba trabajando de forma indocumentada, el dinero le pertenece y nadie se lo va a quitar.
En este tipo de situaciones la persona también puede darle un poder a un amigo o a un pariente para que se encargue del dinero, pero también puede usar la tarjeta de débito de su banco una vez sea deportado, ya que las cuentas de la mayoría de bancos canadienses operan en otros países. Otra opción que tiene es hacer la transferencia de sus fondos a un banco del país al cual va a ser deportado.
Para que todos estos trámites sean posibles, es importante saber que cuando una persona indocumentada es detenida tiene derecho a tener visitas en el centro de detenciones. Ahí, sus parientes y amigos le pueden llevar ropa, pertenencias, etc., y si fuera necesario también lo puede visitar un abogado para hacer un documento legal para autorizar al amigo o al pariente que se va a encargar de ejecutar los negocios.
De hecho en el centro de detenciones hay salones especiales donde el detenido puede conversar en privado con sus asesores, y donde puede intercambiar documentos legales. Otro dato importante es que también tiene acceso a teléfono y por tanto puede hacer todas las llamadas que sean necesarias.
En resumen, es importante que las personas que viven sin estatus en el país no se preocupen de que si eventualmente son arrestados y deportados del país el gobierno les va a quitar a sus hijos, sus propiedades o el dinero que tienen ahorrado. Eso no va a suceder, todo lo que han adquirido aquí en Canadá les pertenece y se lo podrán llevar cuando salgan de Canadá.
No obstante, es de sabios estar preparado para una eventualidad de este tipo, y en ese sentido no está de más tener identificada a la persona de confianza que, en el caso lamentable de un arresto y deportación, se encargue de velar por todos sus intereses pendientes aquí en Canadá.
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