INMIGRANDO A CANADA
INMIGRANDO A CANADA
Por Vilma Filici
filici@filici.com
TORONTO. El fin de semana estuve leyendo un artículo en el periódico Ottawa Citizen, en relación a un niño de tres años y medio de edad a quien las autoridades de Inmigración le han negado la residencia permanente para poder reunirse con sus padres aquí en Canadá. El problema está en que en el momento en que los padres hicieron su trámite para inmigrar como trabajadores calificados no incluyeron al niño en su solicitud. Ellos querían llegar a Canadá, encontrar trabajo, establecerse y luego patrocinarlo.
Su plan estaba bien trazado, excepto que la pareja no declaró al niño en ninguno de sus formularios, y tampoco se le hicieron los exámenes médicos como es requerido por la ley inmigratoria. La ley básicamente dice que el solicitante principal y todos sus dependientes deben hacerse los exámenes médicos, y se entiende como dependientes a la esposa/o y todos los hijos menores de 19 años. Esto significa que todos los dependientes, aunque no piensen venir a Canadá, deben hacerse los exámenes médicos.
Como muchos otros solicitantes de residencia permanente, estos padres no cayeron en cuenta de que hacerle los exámenes médicos al niñito no era una elección a su discreción, sino que es un requisito legal que lleva consigo consecuencias graves al no cumplirlo.
Así como existe este requisito legal, también hay otra sección de ley que penaliza a las personas que no han cumplido con este requisito. La sección 117 (9) (d) del Acta de Inmigración y Protección al Refugiado dice que una persona que es dependiente de un solicitante de residencia y que no se hizo los exámenes médicos en el momento en que el solicitante principal tramitó su residencia, no será considerado como miembro de la clase familiar.
Lamentablemente esta exclusión deja claro que un padre que no hizo los exámenes médicos a un hijo dependiente en el momento que tramitó de residencia, jamás podrá patrocinar al niño bajo el programa de clase familiar.
Hay distintas opiniones respecto a esta ley. Están quienes dicen que es culpa de los padres por no haber cumplido con los requisitos de la ley, y hay otras personas que piensan que esta sección de ley es muy severa e injusta ya que podría causar la separación de familias de por vida.
Cuando analizamos este tipo de situaciones debemos considerar de que si bien hay personas que eligen ignorar la ley, hay otras por el contrario que lo hacen por desconocimiento de la misma, como es el caso de la pareja mencionada, hay quienes por razones fuera de su control no pudieron cumplir con el requisito de que su hijo/a se hiciera los exámenes médicos.
Con mucha frecuencia vemos situaciones en que una pareja está divorciada y uno de ellos tiene la custodia de los hijos. Cuando la pareja ha acabado la relación en malos términos, y quien no tiene la custodia de los niños está haciendo un trámite de residencia, suele suceder que la pareja que tiene la custodia no le permita a los niños hacerse los exámenes médicos por temor a que se los quieran quitar o simplemente porque quiere penalizar a su ex.
Ante este tipo de situaciones, es esencial que el padre que tiene la custodia entienda que el hecho de que los niños se hagan los exámenes médicos no necesariamente significa que van a venir a Canadá. Deben entender que este es un requisito legal que deben cumplir porque la ley así lo requiere. Y la ley también requiere que para que un menor viaje a Canadá con uno de sus padres debe contar con un documento firmado por el otro padre autorizando el viaje del niño. Esto debería darle la tranquilidad de que sin su autorización explícita no le pueden quitar el niño.
También es importante que la otra parte entienda que al no permitir hacer los exámenes médicos a sus hijos están impidiendo que, de ser necesario, el niño pueda ser patrocinado en algún momento. Si bien esta actitud es comprensible, lo cierto es que en la vida hay situaciones impredecibles, como por ejemplo que el padre que tiene la custodia se enferme o muera y que el niño deba ser patrocinado para unirse con su familia en Canadá.
Como parte del procedimiento en estos casos, el Departamento de Inmigración requiere que se firme una declaración jurada en la cual los padres dejen claro que entienden las repercusiones de que el niño/a no se haga los exámenes médicos vis avis la sección 117(9) (d) del Acta de Inmigración.
Ante situaciones como éstas, donde en algún momento se quiera patrocinar a un niño que no se hizo los exámenes médicos en el momento en que el futuro patrocinador obtuvo su residencia, queda claro que no se puede hacer el patrocinio.
En este sentido, si existiera la necesidad de traer al niño, lo único que se puede hacer es un trámite por razones humanitarias. Esto significa que ya no es un proceso seguro que le da el derecho a un padre de patrocinar a su hijo/a, sino que la decisión queda a total discreción de un Oficial de Inmigración que puede o no autorizar al niño a reunirse con su padre en Canadá.
En el caso de la pareja mencionada al principio de la columna, ellos hicieron una solicitud por razones humanitarias para traer a su niño, pero el Oficial de Inmigración que revisó el caso la rechazó. El Oficial consideró que es mejor para el niño quedarse con sus abuelos en su país de origen ya que ellos son quienes lo han criado hasta este momento. El oficial expresó que “arrancar al niño en este momento y moverlo a un ambiente no conocido, a un clima distinto, a una cultura y un idioma distinto, sería muy molesto y no está en su mejor interés. Además, estaría viviendo con desconocidos, ya que quienes lo han criado no estarían con él”.
No voy a hacer comentarios sobre de la decisión tomada por el Oficial, cada quien puede llegar a sus propias conclusiones, pero definitivamente este ejemplo sirve para ilustrar el tipo de decisiones a las que se somete una persona que pide que se haga una excepción a la ley por razones humanitarias y de compasión.
Para concluir, es importante tener en cuenta que aun cuando es difícil la comunicación con un/a ex pareja, por el mejor interés de los niños es vital dejar las puertas abiertas para que estos puedan ser patrocinados si en algún momento resultara necesario. También es esencial informarse bien de por qué se debe cumplir con los requisitos de la Ley de Inmigración, para así no llevarse sorpresas y poder mantener unidas a las familias.
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