Quejas contra códigos de vestimenta por discriminación sexual

Quejas contra códigos de vestimenta por discriminación sexual

La Asociación de Restaurantes de Canadá no dispone de políticas generales sobre los códigos de vestimenta.

EDMONTON, AB.- Andrea Mottu estaba obligada a usar un bikini para un evento hawaiano en el club nocturno de Vancouver donde trabajaba, cuando su jefe no esperaba que apareciera con un sweater cuello tortuga.

Mottu ganó una demanda de derechos humanos después de que el tribunal dictaminó que el sitio donde trabajó tenía normas de vestir diferentes para hombres y mujeres.

“Me sentía incómoda, andar así, en medio de personas intoxicadas”.

Mottu llevó su queja ante un tribunal y recibió $ 6.000 en 2004.

El tribunal sentenció que el establecimiento tenía normas de vestir específicas para hombres y para mujeres. No se pedía a los hombres usar ropa específica o una pieza reveladora, con ciertas connotaciones sexuales.

La vestimenta solicitada para personal de servicio ha sido una preocupación para la industria de la hospitalidad. Recientemente, el tema del sexismo en los restaurantes reapareció en un sitio web basado en Edmonton, fedup YEG.

El proyecto, creado por cuatro estudiantes de la Universidad de Alberta, pretende poner de manifiesto el tema del sexismo y otras formas de discriminación en la industria de servicios de alimentos, con la recopilación de respuestas a encuestas de clientes de restaurantes y empleados.

Las respuestas incluyeron mensajes que solicitaban a trabajadores mujeres tener arreglado su cabello de cierta manera, usar maquillaje, joyas y faldas cortas.

Aunque las mujeres en diversos restaurantes de Canadá se pueden ver en trajes similares, en algunos casos han expresado ser objeto de discriminación por razones de género, un reclamo de derechos humanos que podría ser presentado, de acuerdo con dos abogados laborales que practican con Gowling Lafleur Henderson LLP.

“Es una forma de discriminación sexual “, dijo Geoffrey Howard, socio de la oficina de Vancouver de la firma.

Bettina Burgess, de la oficina de Gowlings en la Región de Waterloo, ON, dijo: “hombres y mujeres pueden tener diferentes códigos de vestimenta, pero tienen que ser del mismo tipo para que una empresa para evitar quejas de discriminación sexual”.

“Por ejemplo, si una mujer estuviera obligada a usar un bikini, puede que no sea una violación de derechos humanos si también se requieren personal masculino llevara trajes similares, con poca ropa”.

Burgess resaltó que el problema surge cuando los códigos de vestimenta no son comparables entre sexos.

Los establecimientos que requieren que las servidoras usen faldas cortas y blusas escotadas, por ejemplo, también pueden ser responsables de la discriminación sexual si no requieren que servidores usen ropa reveladora similar.

La Asociación de Restaurantes de Canadá no dispone de políticas generales sobre los códigos de vestimenta, por lo que la interpretación de estas normas es un reto tanto para los empleados como los empleadores.

Para quienes se quejan del requisito de uso de tacones, Howard y Burgess coinciden en que la obtención de un informe del médico muestre los problemas o una nota de investigación sobre el impacto de los tacones en el cuerpo, probablemente pueda convencer a un empleador de permitir el uso de zapatos planos.

Sin embargo, algunos establecimientos alegan que el uso de tacones ofrece protección a los pies en eventualidades de vidrios rotos en el piso.

Los resbalones y las caídas constituyen una preocupación por la salud y seguridad en el trabajo.