HABLEMOS DE CINE
HABLEMOS DE CINE
Por Jorge Gutman
Esta nueva comedia del realizador Noah Baumbach cuenta por tercera vez con la actuación de Greta Gerwig, quien además participa con él –tal como lo hizo en Frances Ha (2012)- en la elaboración del guión.
El relato tiene como propósito enfocar las vicisitudes que atraviesa una amistad entre dos personas completamente opuestas pero en donde hay un espacio común para que la misma prospere. El film comienza presentando a Tracy (Lola Kirke), una joven de 18 años que trata de amoldarse a su vida de estudiante en la Universidad de Columbia en Nueva York. Como aspirante a escritora y no gozando de mucha aceptación entre sus compañeros sufre una gran desilusión cuando no es aceptada como miembro de un prestigioso grupo literario del campus. Su existencia no muy cómoda al sentirse marginada del medio que la rodea cambia radicalmente cuando por imperio de las circunstancias llega a conocer a Brooke (Gerwig), próxima a los 30 años, quien pronto llegará a convertirse en su hermanastra (la madre de Tracy está por casarse con el padre de Brooke). El primer encuentro que tiene lugar en Times Square es bastante gracioso observando cómo en contados minutos la verborrágica Brooke vuelca a su futura amiga sus problemas, inquietudes y fundamentalmente sus inmediatas aspiraciones.
Baumbach describe muy bien el contraste existente entre la autosuficiencia, determinación y desbordante energía de Brooke, con el comportamiento más reservado de Tracy; dejándose llevar por ella, la joven universitaria verá lo mucho y agradable que Nueva York tiene para ofrecerle. De este modo, la relación surgida entre ambas mujeres resulta fructífera. Así Brooke, a pesar de ser altamente vulnerable, se siente confidente de guiar y considerar a Tracy como su protegida además de convencerla para participar del proyecto de abrir un restaurante propio; por su parte, Tracy encuentra a su inesperada amiga como inspiración para escribir un libro sobre ella.
Cuando uno de los potenciales inversores con que Brooke había contado para comprar un restaurante desiste de participar en la operación, ella decide solicitar la colaboración financiera de Dylan (Michael Chernus), un antiguo pretendiente. A tal efecto, Brooke junto con Tracy y acompañados de Tony (Matthew Shear), un compañero de estudios de Tracy, y de Nicolette (Jasmine Cephas Jones), su posesiva novia, se dirigen en caravana hacia Greenwich en Connecticut, para ubicar a Dylan. Llegado a destino, tendrá lugar una confrontación entre Brooke y Tracy que pone a prueba la amistad existente.
Es en su parte final donde el relato pierde solidez al volverse demasiado vertiginoso adoptando un tono de farsa no muy satisfactorio. De todos modos, aunque la narrativa no siempre es consistente como tampoco necesariamente realista, el film arroja un saldo positivo gracias al dinámico ritmo impreso por Baumbach con algunas escenas bastante graciosas, además de sus animados diálogos y el excelente desempeño de Gerwig y Kirke.
Conclusión: Sin ser el mejor trabajo de Baumbach, esta alocada comedia logra satisfacer, sobre todo para el sector del público que ha disfrutado con los anteriores filmes del realizador.
HOW TO MAKE LOVE LIKE AN ENGLISHMAN. Estados Unidos, 2014. Un film de Tom Vaughan
La comedia romántica, que cada vez aparece con menos frecuencia, se hace presente con este film de Tom Vaughan que cuenta con un elenco encabezado por buenos actores; lamentablemente eso no alcanza a compensar la chatura de How to Make Love Like an Englishman. Aunque no se trate de un film decididamente malo, no puede escapar de la mediocridad porque el guión de Matthew Newman carece de los elementos necesarios para que su pretendido romanticismo prenda en el ánimo del espectador.
La casi permanente presencia de Pierce Brosnan permite apreciar su buena condición de actor animando a Richard, un profesor de literatura británico que ejerce la docencia en una universidad de Cambridge y que aunque no llega a despertar el interés de sus estudiantes eso no impide que su espíritu donjuanesco atraiga a algunas estudiantes del curso. Cuando una noche estando en el bar de un restaurante está por seducir a Olivia (Salma Hayek), una bella y neurótica escritora, aparece inesperadamente Kate (Jessica Alba), una de sus alumnas y última conquista, que además resulta ser la hermana mayor de Olivia. Es allí que les comunica a ambos que está embarazada de Richard. Acto seguido, y debido a que Kate consiguió un buen trabajo en California, Richard, asumiendo la paternidad la acompaña a Los Ángeles donde todo transcurre en principio tranquilamente con la presencia de Jake, el hijo que acaba de nacer.
La acción se desplaza tres años después donde se constata que la armonía conyugal se desploma porque Kate, engañando a su marido con otro hombre (Ben McKenzie) mucho mas joven que él, deja el hogar. De allí en más, los problemas se acumulan para el abandonado marido quien deprimido cae en el alcoholismo. Tratar de vencer la adicción a través de su asistencia a los encuentros de Alcohólicos Anónimos, solucionar su estadía legal en los Estados Unidos por problemas de visa para evitar ser deportado del país, son algunas de las complicaciones que se vuelcan en un forzado guión de escasa verosimilitud y poco sentido.
Con una narrativa tambaleante el relato impide que el público asista a una efectiva comedia porque las dificultades por las que atraviesa Richard no ofrecen situaciones que provoquen la risa o al menos generen la sonrisa del espectador. En cuanto al ingrediente romántico, desde que Olivia arriba a Los Ángeles y se produce el encuentro de ella con Richard, nadie duda de qué manera esta historia concluirá; en todo caso, no es la previsibilidad el factor que debilita al film sino sus diálogos pueriles y los clisés poco ingeniosos que lo tornan añejo.
Conclusión: Si esta desteñida comedia no resulta completamente olvidable eso se debe al eficiente desempeño de su trío de actores principales. Sin duda, Brosnan, Hayek y Alba merecen participar en proyectos más ambiciosos.
WHAT WE DID ON OUR HOLIDAY. Gran Bretaña, 2014. Un film escrito y dirigido por Andy Hamilton y Guy Jenkin
Un matrimonio londinense a punto de divorciarse y sus vástagos viajan a Escocia para una especial celebración de cumpleaños. Ese es el tema de Andy Hamilton y Guy Jenkin, dos exitosos directores y libretistas de la televisión británica que por primera vez deciden probar suerte en la pantalla grande. Lo que comienza muy bien como comedia familiar la misma queda diluida en su parte final a través de una resolución no del todo satisfactoria.
Por un acto de infidelidad, el matrimonio londinense integrado por Doug McLeon (David Tennant) y su mujer Aby (Rosamund Pike) está por disolverse; con todo la celebración del septuagésimo quinto cumpleaños de Gordie (Billy Connolly), el padre de Doug, motiva a que esta pareja deje de lado las diferencias para partir junto con sus tres niños a las Tierras Altas de Escocia donde tendrá lugar la reunión de toda la familia. Como se trata de un festejo especial debido a que Gordie padece de un cáncer terminal y es posible que sea su último cumpleaños, Doug y Aby piden a los chicos que no hagan comentario alguno sobre la situación conyugal que atraviesan.
Esta primera parte está bien lograda sobre todo por la buena descripción realizada sobre la personalidad de cada una de las tres criaturas. Así se aprecia que Lottie (Emilia Jones) de 10 años, un poco retraída aunque muy madura por su edad, se preocupa de anotar en su cuaderno de apuntes todas las mentiras que deberá decir para mantener las apariencias; por su parte, Mickey (Bobby Smalldridge) de 6 años vive obsesionado con los vikingos, en tanto que Jess (Harriet Turnbull) la más pequeña con sus 4 años demuestra una sorprendente vivacidad con sus respuestas además que tiene como hobby recoger piedras. La llegada a destino de los McLeon y el encuentro con los diferentes miembros de la familia originan pasos de moderada comedia, destacándose la tierna relación que se establece entre los niños y el abuelo, sobre todo la comunicación que mantiene Mickey con Gordie porque ambos disfrutan con los personajes de la mitología nórdica.
Un tranquilo paseo de Gordie con los niños hacia una playa cercana a la residencia, desemboca en una nota de alto dramatismo que los realizadores tratan con considerable sensibilidad. Con todo, de allí en más, el relato cambia completamente de rumbo adoptando situaciones poco creíbles.
A nivel interpretativo, son los niños que se roban la película con su actuación espontánea donde resulta difícil imaginar si sus diálogos responden al libreto o más bien resultaron de la improvisación de Jones, Smalldridge y Turnbull. De los adultos, cabe destacar a Connolly, como el sufriente anciano que viendo que su fin se aproxima goza con sus nietos más que con sus hijos adultos. Del resto del elenco Tennant y Pike cumplen con lo que el libreto les indica, del mismo modo que en papeles de apoyo Ben Miller como el excéntrico hermano de Doug y Amelia Bullmore animando a su depresiva esposa actúan con corrección pero sin sobresalir.
Conclusión: Una modesta comedia dramática que se queda a mitad de camino, resultando más apropiada para la televisión que para el cine.
Comments (0)