Excedente durante la recesión parece mala planificación económica: Don Pittis

Excedente durante la recesión parece mala planificación económica: Don Pittis

En el pasado, los gobiernos han tratado de gastar más de lo que tomaron en cuando el sector privado.

TORONTO.- Si el tiempo de gasto deficitario es cuando la economía estáen recesión, el gobierno de Harper parece haber llegado al revés.

Según las últimas cifras, durante los años en que Canadáfue cosechando los beneficios sorprendentes por un auge del petróleo y las materias primas, el gobierno recopilo fue deuda. Ahora sabemos que fue sólo después de que la economía comenzóla contracción y necesitaba ayuda de un gobierno que exprime un superávit.

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Hasta cierto punto, los excedentes son como las recesiones. Son una línea imaginaria en la contabilidad económica. Cuando se esta cerca de la línea, realmente no importa en términos prácticos si usted es poco más arriba o un poco más abajo.

Los liberales y otros han dicho que el excedente es una “falsa” y que Harper es en realidad un déficit. Es cierto que el gobierno tuvo una motivación política para dar masajes a los números, incluyendo el hecho de que algunas de sus promesas electorales estaban supeditadas a entrar en superávit.

Pero si tomamos los números a su valor nominal, no hay duda de que el gobierno estaba avivando las llamas de los recursos de la economía y que se quedaron sin combustible cuando se estaban enfriando.

Una de las formas en que el gobierno estaba avivando las llamas, era con las exenciones fiscales. La forma moderna para crear un cofre nacional, la guerra de mantener los impuestos ligeramente más altos de lo que el gobierno estágastando. “La piscina de acumulación de dinero en efectivo que puede ser mantenida en reserva para los malos tiempos“.

No hay reservas.

En contra de las advertencias de los economistas de diferentes partes del espectro político, el gobierno comenzóen 2006 a reducir el impuesto de Bienes y Servicios, que aumentóde inmediato el déficit. También hubo cortes del IRPF.

Es bueno ser optimista, pero aún no estáclaro que la economía canadiense estáfuera de peligro. Hay predicciones calamitosas.

Parece estar claro que el mayor pecado del gobierno de Harper fue el optimismo. Entusiasmo por un auge de recursos por parte del el sector privado.

Pero si los tiempos difíciles continúan, no importa quien finalmente toma las riendas del gobierno, el armario serádescubierto. No hay ahorro en el gobierno que sean significativos, habráque aumentar los impuestos y sacar una parte del dinero y moverlo alrededor de la economía. En ese momento, la única manera de volver al estímulo de los déficit serála de pedir prestado en un futuro no muy lejano.