HABLEMOS DE CINE
HABLEMOS DE CINE
Por Jorge Gutman
La realizadora Mia Donovan ofrece en DEPROGRAMMED un cautivante documento sobre un tema delicado. Su título alude a un proceso basado en eliminar el lavado de cerebro recibido por los seguidores de ciertos cultos religiosos que han perdido la capacidad de pensar por sí mismos y obedecen como si fuesen animales las instrucciones o modos de vida impartidas por quienes están al frente de estas organizaciones.
La inspiración de Donovan en realizar este film se basó en la experiencia atravesada por su hermanastrO Matthew, un joven de 14 años rebelde y adicto a la música “heavy metal”, cuando al principio de la década del 90 se adhirió a un culto involucrado en satanismo. Su afligido padre resolvió contratar los servicios de Ted Patrick, un experto en materia de desprogramación, quien secuestró al muchacho para revertir el lavado de cerebro recibido.
La aparición de un buen número de esas sectas religiosas se produjo en los años 60 y 70 cuando una parte de la juventud, desilusionada por la participación de Estados Unidos en la guerra de Vietnam como así también por la corrupción política existente, optó por adherirse a estas organizaciones donde en algunos casos las consecuencias han sido nefastas. Tal como se menciona en el film, bastará recordar la tragedia de Guyana donde estaba instalada la comunidad del Proyecto Agrícola del Templo del Pueblo más conocido como Jonestown, bajo la guía de su fanático líder Jim Jones; cuando en noviembre de 1978 el congresista americano Leo Ryan y tres periodistas que lo acompañaron viajaron al lugar para indagar sobre lo que allí estaba ocurriendo fueron asesinados junto con un desertor del culto, lo que motivó a que Jones forzara el suicidio de sus 909 miembros.
Patrick, que no es psicólogo, afirma haber realizado más de 1500 deslavados cerebrales de personas pertenecientes a diferentes sectas dirigidas por falsos embaucadores; para cumplir su propósito tuvo en ciertos casos que recurrir a la fuerza física y a la coerción de los “pacientes”. Por sus controvertidos métodos empleados, este desprogramador fue objeto de demandas judiciales además de haber pasado cierto período en prisión.
Además de las entrevistas que Donovan realiza con Patrick, el documental también ha entrevistado a algunas de las personas que atravesaron esa situación para relatar sus experiencias; para algunos, el proceso al que fueron sometidos resultó positivo en tanto que otros “pacientes” cuestionaron la forma en que este deslavado ha sido realizado.
El film es sin duda polémico por cuanto existe una variedad de cultos religiosos donde apriorísticamente resulta dificultoso discernir cuáles son o no potencialmente peligrosos. Entre otros factores, el hecho de secuestrar a una persona privándola de su libertad para ser curada es también cuestionable y en ese caso se impone la pregunta si acaso el fin justifica los medios. En otras palabras, es difícil precisar si resulta ético o acaso moral interferir en la libertad religiosa adoptada por una persona cuando atenta a la posibilidad de que pueda razonar y pensar por sí misma al haber relegado a otra gente para que maneje su mente.
Este apasionante e inquietante documental que está muy bien construido y editado, tiene hoy día importante vigencia cuando se aprecia el modo en que jóvenes provenientes de Occidente y de familias bien constituidas son seducidos por movimientos radicales, como en el caso del Estado Islámico, para iniciar un sendero marcado por el terror y la violencia. Frente a esa situación la compleja pregunta que si impone es que si sus padres deberían desprogramarlos acudiendo a las tácticas de Patrick; se deja a los espectadores responder a la misma.
FINDING DORY. Estados Unidos, 2016. Un film dirigido por Andre Stanton y Angus MacLane (codirector).
Después del gran éxito que constituyó Finding Nemo los estudios de animación Pixar resolvieron efectuar una secuela. Aunque sin llegar al excelente nivel de calidad de su antecesora Finding Dory es otro gran acierto del realizador Andre Stanton quien en esta oportunidad tuvo como colaborador a Angus MacLane.
En el film precedente el principal personaje era el pez Marlin quien al haber perdido a su hijo Nemo realizaba un angustioso viaje para tratar de ubicarlo atravesando el océano. En esa ocasión Dory, la simpática pececita azul con ribetes amarillos, desempeñaba un rol secundario, aunque la pérdida de memoria a corto plazo de la cual adolecía permitía que el film incorporara situaciones muy graciosas.
En el relato concebido por Stanton y la coguionista Victoria Strousee la historia se repite aunque en forma inversa. Después de mostrar algunas escenas de la infancia de Dory y la cálida relación mantenida con sus padres, ella sigue padeciendo problemas de memoria aunque con todo recuerda que fue separada de sus progenitores cuando era pequeña; ahora se siente urgida de buscarlos y para ello cuenta con la buena disposición de Marlin y Nemo para ayudarla a lograr su propósito del mismo modo que ella asistió a Marlin para ubicar a Nemo en el film precedente. De este modo se inicia un largo periplo submarino que llevará a los viajeros a la costa californiana del Pacífico donde todo hace suponer que los padres de Dory aguardan su llegada en el gran parque y acuario Marine Life Institute.
Durante el trayecto Marlin y Nemo quedan apartados de la pececita sin que sea necesario adelantar las razones: lo cierto es que el relato incorpora varios giros que resultará preferible que el lector de esta nota pueda descubrirlos por sí mismo. Lo que en cambio puede anticiparse es que tanto los chicos como también los adultos que los acompañan disfrutarán con los personajes de esta trama, tal como ocurrió en el film original; aquí la historia se ve enriquecida con otros adicionales ejemplares que incluyen a un pulpo sin uno de sus tentáculos y con quien Dory establece una buena relación, una ballena blanca, un gracioso tiburón y dos pintorescos lobos marinos.
El acompañamiento de las voces que dan vida a los animalitos es excelente. Entre los mismos se destaca la de Ellen DeGeneres otorgando las características propias que emanan de Dory, sobre todo en lo que hace a su discapacitación por la pérdida de memoria; igualmente, resulta cálida la voz de Albert Brooks animando a Marlin y la de Ed O’Neill como el quisquilloso pulpo.
Contando con una excelente y fluida dirección, una animación maravillosa que demuestra una vez más que Pixar está a la vanguardia en esta materia y una historia que emana encanto y ternura, el film reúne los elementos necesarios para ser gozado en familia.
VIDEO
FATIMA. Francia-Canada, 2015. Dirección Philippe Faucon. Distribución: TVA Films (2016)
Estrenado comercialmente solamente en la provincia de Quebec, ahora el público del resto de Canadá tiene la oportunidad de apreciar Fatima a través del DVD recientemente editado
El realizador Philippe Faucon nacido en Marruecos e instalado en Francia describe de manera sensible las vicisitudes atravesadas por los inmigrantes del norte de África que tratan de ubicarse y lograr mejores condiciones de vida en el marco de la sociedad francesa.
La historia se centra en Fatima (Soria Zeroual), una mujer marroquí de humilde condición que llegó a Lyon con sus dos hijas en procura de un porvenir más venturoso. Abandonada por su marido (Chawki Amari), con su gran fortaleza trata de esforzarse lo máximo posible para que nada le falte a su hija mayor Nesrine (Zita Hanrot) de 18 años- y Souad (Kenza Noah Aiche), la menor de 15 años. Para ganarse la vida, y frente a su precario conocimiento del idioma francés, su labor está confinada a realizar tareas de limpieza en residencias de hogares acomodados, obteniendo a cambio remuneraciones minúsculas. Por su parte, el padre ocasionalmente mantiene encuentros con sus hijas pero en la realidad de los hechos nada contribuye al bienestar de las mismas, por lo que todo queda relegado en Fatima.
El guión del realizador es rico en múltiples detalles, en especial enfocando la relación contrastante entre la madre y sus hijas. Nesrine que se encuentra estudiando medicina, comprende y es apreciativa del esfuerzo de su progenitora para costear sus estudios. No acontece lo mismo con Souad quien como adolescente rebelde no deja de lanzarle sus provocativos dardos; así ella no tolera la falta de educación formal de su madre ni que tampoco haya aprendido suficientemente la lengua francesa para que pueda comunicarse mejor con la gente que la rodea, en lugar de manejarse casi en forma exclusiva con el idioma árabe; tampoco puede aceptar que Fatima se dedique a a un trabajo que consiste en limpiar “la basura” de los otros. En todo caso para no deprimirse por las palabras hirientes de Souad, la mujer decide volcar en el diario no solo sus frustraciones sino también sus aspiraciones, esperanzas y logros para sus hijas.
En adición a lo señalado, el film abunda en detalles de la vida diaria donde prevalece un racismo latente así como prejuicios traducidos en desconfianza de la población local hacia los inmigrantes, dificultando de este modo la asimilación cultural. Pero también es necesario destacar que entre los propios miembros de la comunidad musulmana se manifiestan sentimientos encontrados que generan presiones a causa de cierta envidia existente entre sus integrantes. Otro aspecto relevante es apreciar la separación que se produce entre los inmigrantes de primera generación y los que pertenecen a la generación siguiente quienes por haber nacido en el país anfitrión van conformando una identidad cultural propia y diferente a la de sus padres.
Para escribir su guión, Faucon se inspiró en una colección de poemas, pensamientos y fragmentos de Fatima Elayoubi que fueron compilados en el libro Prière à la lune (Rezo a la luna) publicado en Francia en árabe. Lo interesante es que la adaptación del director para su traslado al cine llega a trascender por su alto contenido humano y por un enfoque narrativo que sin ser sentimental es profundamente emotivo.
Las interpretaciones del trío femenino protagónico son naturales y por lo tanto genuinas. A pesar de la falta previa de experiencia actoral, Zeroual, Hanrot y Aiche convencen ampliamente cada una en sus respectivos roles.
Faucon, un director preocupado en ofrecer un cine de contenido social, elude aquí la violencia que frecuentemente emerge en películas de este género. Consustanciado totalmente con sus personajes y rescatando el lado humano que los guía al tratar de vencer los obstáculos impuestos por el medio cultural en que se desenvuelven, el realizador lejos de ofrecer un relato deprimente brinda un film de generoso optimismo.
El DVD es presentado en su versión original francesa y árabe con subtítulos en inglés y francés.
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