De adicto a ADICTO
De adicto a ADICTO
Una nueva generación de mediocres
Muchos jóvenes de esta época, están cortados con la misma tijera, son copias al carbón, en primera instancia, soberbios, se sienten hechos a mano y que la virgen les habla al oído, son egocéntricos, solo piensan en ellos, primero yo, segundo yo y tercero yo, son cuadrados, cerrados, inflexibles, contradicen todo el tiempo, no están de acuerdo con nada, ni con ellos mismos, carecen de humildad, de sentido común y sentido de responsabilidad, se tornaban intocables, no se les puede decir nada, hay que hablarles con pincitas, de lo contrario explotan, son violentos, agresivos, muchos usan un lenguaje vulgar y corriente, éstos jóvenes de ahora, crecieron sin autoridad, sin un buen ejemplo, son rebeldes, secuestrados por el ocio, el conformismo, la pereza, carecen de sentido común, de sentido de contribuir, viven en una luna de queso absurda, duermen todo el día y viven de noche, no respetan límites e irrumpen constantemente el bienestar común, carecen de un plan de vida, empiezan con mucho entusiasmo a ir al gimnasio, por ejemplo, sorprenden a todos en un par de días, al tercero, les gana la autoestima baja y claudican, no cierran círculos, son un verdadero problema en casa, un pésimo ejemplo para sus hermanos y tarde que temprano se hacen viejos, como Chabelo el de la televisión en México, son chabelotes de 30, 40 y 50 años, unos verdaderos parásitos.
Padres endebles, permisibles
Hay dichos que no se aplican, como el que dice. Más vale tarde que nunca.- Muchas mamás quieren que con gritos y golpes, castigos y amenazas, sus hijos de 15 o 18 años, cambien sus patrones de conducta negativos, no los van a cambiar, es un gran error crear costumbres cuando las mañas arrasan, cuando las malas actitudes se manifiestan, la educación debió haberse aplicado desde temprana edad y no ahora, cuando tus hijos se salieron del guacal, si cuando tiraban la toalla al suelo después de bañarse, si nunca recogieron su recamara, si siempre dejaron la mochila y los tenis por todos lados, si no son capaces de recoger su cuarto y si después de no haberlos educado adecuadamente, ahora la mamá, quiere imponer su autoridad, misma que les entra por un oído y les sale por el otro, ahora se irrita cuando mastican la comida con la boca abierta, cuando traen las uñas largas y negras, las manos sucias, cuando no recogen su plato después de comer, cuando no le bajan a la tasa del baño, etc. No se dan cuenta muchas mamás, que ya es demasiado tarde y que en realidad, educaron hijos groseros, déspotas, irreverentes, flojos, irresponsables, y en conjunto, éstos niños egocéntricos, son candidatos seguros a caer en el infernal mundo del alcohol y las drogas.
Generación de inútiles ¿En qué fallamos? Texto que circula en Facebook
Hay que llamarlos varias veces en la mañana para llevarlos a la escuela. Se levantan irritados, pues se acuestan muy tarde hablando por teléfono, viendo tele o conectados al Internet. No se ocupan de que su ropa esté limpia y mucho menos ponen un dedo en nada que tenga que ver con ‘arreglar algo en el hogar’. Idolatran a sus amigos y viven poniéndoles ‘defectos’ a sus padres, a los cuales acusan a diario de “sus traumas”. No hay quien les hable de ideologías, de moral y de buenas costumbres, pues consideran que ya lo saben todo. Hay que darles su ‘semana’ de la que se quejan a diario porque -‘eso no me alcanza’-. Si son universitarios, siempre inventan unos paseos de fin de semana que lo menos que uno sospecha es que regresarán con un embarazo, cayéndose de borrachos o habiendo fumado un porro de marihuana. Definitivamente estamos perdidos y la solución se aleja cada vez más, pues aún el día en que consiguen un trabajo hay que seguir manteniéndoles. Me refiero a un segmento cada vez mayor de los chicos que viven en la zona urbana y que bien pudieran estar entre los 16 y los 24 años y que conforman a la ya tristemente célebre Generación de los NINI’S, que ni estudian ni trabajan, o estudian y trabajan con todo el pesar del mundo.
¿En qué estamos fallando?
Para los que nacieron en los cuarenta y cincuenta, el orgullo que compartían era que se levantaban de madrugada a ordeñar las vacas con el abuelo; que tenían que limpiar la casa; que lustraban sus zapatos; algunos fueron limpiabotas y repartidores de diarios; otros llevaban al taller de costura la ropa que elaboraba nuestra madre o tenían un pequeño salario en la iglesia en donde ayudaban a oficiar la misa cada madrugada. Lo que le pasó a nuestra generación es que nosotros mismos “elaboramos un discurso” que no dio resultado: ‘¡Yo no quiero que mi hijo pase los trabajos que yo pasé!’. Usted porque tiene lo que tiene…? Pues porque le costó su esfuerzo… muchos sacrificios, y así fue que aprendimos a valorar los esfuerzos de nuestros padres al ”ver y compartir” su esfuerzo, en lugar de “ocultarlo” y aparentar que todo es “color de rosa” en la vida. Sin embargo, nosotros acostumbramos a nuestros hijos a recibir todo por obligación. Nuestros hijos nunca han conocido la escasez en su exacta dimensión, se criaron desperdiciando… El ‘dame’ y el ‘cómprame’ siempre son generosamente complacidos y ellos se han convertido en habitantes de una pensión con todo incluido, (TV, DVD, Equipo de sonido, Internet y comer en la cama, Recogerle el reguero que dejan porque siempre se les hace tarde para salir, etc…) y luego pretendemos que nuestra casa sea un hogar… o exigimos o preguntamos, porque nuestros hijos se aíslan, no comparten con nosotros, ya que cualquier cosa es mejor que sus padres o una actividad familiar. Quien les suministró todo eso a nuestros hijos…NOSOTROS MISMOS, SOLITOS Y SABIENDO QUE NO ESTABA BIEN.
El que por su gusto muere, hasta la muerte le sabe
La enfermedad es muy compleja, es emocional, mental, física, espiritual y tiene que ver con la personalidad, lo primero es la formación, el daño que recibe un niño, va directo a su alma, sus heridas son profundas y constantemente durante su vida, se abren y se vuelven a abrir, las heridas del alma que son: las humillaciones, cuando el niño es ridiculizado, devaluado, regañado en público; el rechazo cuando se le demuestra que no se le quiere, que con actitudes sus padres le demuestran repudio, indiferencia; otra huella es el abandono, se le marca la soledad, es un niño que demanda amor, pero no se le da, porque está solo, y aunque esté su casa llena, a ese ser se le hace sentir el abandono, la soledad; otra herida es la traición, la siente cuando los padres se divorcian y lo dejan al a un lado, crece acumulando resentimientos, se le siembran miedos, la inseguridad lo domina y hay un enorme vacío en su interior, que cuando entran las sustancias, siente arrullo en el alma, y esta inocente criatura tendrá una vida infeliz, llena de fracasos y sufrirá para encontrar una buena pareja, peor aún, si cae en el mundo de las adicciones y será muy difícil que abandone este infierno. Una sonrisa por dentro y otra por fuera. Muchas gracias por leerme y más por escribirme. ernestosalayandia@gmail.com Como siempre a tus órdenes 614-256-8520, sigue la huella en Twitter @teo_luna, búscame en Facebook, mis libros están a tus órdenes en crisiscreces.com
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