Trudeau instó a cerrar proceso de la NEB ante reformas pendientes

Trudeau instó a cerrar proceso de la NEB ante reformas pendientes

El Primer Ministro Justin Trudeau responde a preguntas tras un discurso en la Cámara de Comercio de Canadá en el almuerzo de Hong Kong en Hong Kong, este martes 6 de septiembre.

OTTAWA.- El proceso actual de revisión federal de los proyectos de energía necesita ser detenidio y revisado de inmediato, dijeron más de 30 grupos ecologistas y activistas en una carta enviada al Primer Ministro.

Ningín proyecto de ductos deben deben continuar hasta cuando se hagan las reformas de Justin Trudeau ante el Consejo Nacional de Energía (NEB), dice la carta, que también iba dirigida al ministro de Recursos Naturales Jim Carr.

Eso significa que la actual revisión de la propuesta de transporte de energía Medio para el este de Canadá y la decisión de dichos organismos para aceptar la ampliación del oleoducto Trans montaña en Alberta y British Columbia necesita ser anulado, argumentan.

“Si el gobierno quiere restablecer la confianza pública en el proceso (revisión) y quieran un análisis objetivo, evidente y guiado, deben revisar esta cosa,” dijo Patrick Derochie de Defensa del Medio Ambiente, uno de los firmantes de la carta..

Los activistas dicen que los miembros de la junta NEB están en un conflicto de intereses y que las comunidades de las Primeras Naciones no están siendo debidamente consultadas.

Por otra parte, sostienen que el proceso de revisión no explica adecuadamente a los ciudadanos cómo Canadá puede construir oleoductos y expandir la producción de arenas bituminosas de Alberta respetando al mismo tiempo los objetivos de emisiones de efecto invernadero del país.

Un manifestante sostiene una pancarta mientras Peter Watson, presidente de la Junta Nacional de Energía, habla en Burnaby el año pasado. Los liberales deben adoptar las medidas provisionales a dichos organismos para dar más legitimidad a Energy East y Trans Mountain, mientras se aplican las reformas del gobierno federal.

 Mensajería ‘incoherente’

Los grupos que firmaron la carta incluyen Greenpeace y la Fundación Sierra Club de Canadá.

Trudeau hizo campaña en 2015 en la premisa de que los canadienses habían perdido la confianza en el proceso de la NEB después de años de la intromisión del gobierno conservador que hicieron conclusiones olvidadas de las aprobaciones para las tuberías.

Los liberales han puesto en práctica medidas provisionales en el NEB – como el aumento de las consultas con los grupos aborígenes – para dar más legitimidad a las opiniones de Energy East y Trans Mountain, mientras el gobierno reforma el cuerpo federal.

“Es incoherente decir que el proceso está viciado, crear medidas provisionales, y luego revisar estas tuberías sin tener que pasar por todo el proceso de modernización como lo habían prometido,” dijo Derochie.

La revisión de la tubería de NEB Energy East de TransCanada está en espera después de que manifestantes obligaron a la cancelación de las consultas públicas en Montreal a finales de agosto.

Los manifestantes exigieron que dos de los tres miembros de la junta que supervisa la propuesta renunciaran después de que se reveló que se habían reunido con el ex primer ministro de Quebec, Jean Charest, cuando él era un cabildero pagado por TransCanada.

Primeras Naciones han ‘sufrido lo suficiente’

El oleoducto Trans Montaña de Kinder Morgan fue aprobado por el NEB en mayo y el gobierno federal todavía tiene que tomar una decisión acerca de seguir adelante con ello.

Derochie reconoció que varios grupos de las Primeras Naciones aceptaron la propuesta Kinder Morgan, pero señalaron que muchos se opusieron a ella.

Aunque no llegó a declarar que las comunidades de las Primeras Naciones deben tener un veto sobre todos los proyectos de energía que pasan por su territorio, Patrick Bonin, de Greenpeace Canadá fue inequívoco al respecto.

“Tenemos que respetar el derecho de rechazo por parte de las comunidades de las Primeras Naciones”, dijo. “Si los proyectos van en contra de sus intereses y sus opiniones, no podemos imponer sobre ellos. Ellos han sufrido lo suficiente ante los impactos en Alberta y British Columbia.”