River Plate doblega a Boca Juniors en la Bombonera y gana el superclásico argentino
River Plate doblega a Boca Juniors en la Bombonera y gana el superclásico argentino
La Liga argentina de fútbol está que arde. El superclásico sudamericano, el partido más esperado del año, fue paraRiver Plate y en la Bombonera. Los de Gallardo aplastaron aBoca Juniors por 1-3 con goles de Gonzalo Pity Martínez, Lucas Alario y Sebastían Driussi en una muestra de aplomo e inteligencia en los momentos más calientes. Los de Barros Schelotto siguen punteros, pero sienten más cerca que nunca la presión de su rival que, ahora, da pelea en la Liga y la Copa Libertadores.
Desde el minuto de juego quedó en claro que el pacto de agresión entre los equipos más grandes de Argentina quedaría solo para la previa. Victima de eso fue el lateral Milton Casco que debió salir lesionado a los dos minutos de juego por un choque contra Pablo Pérez. A los 10, el partido tenía su primer amonestado, Jonatan Maidana, por una fuerte falta a Darío Benedetto. Desde aquellas recordadas series por Sudamericana y Libertadores, los planteles de Boca y River han alimentado mucho más la rivalidad y los partidos se volvieron mucho más ásperos que décadas atrás. El de este domingo no fue la excepción.
En ese pantano es River el que mejor se mueve y no Boca, tal como marca la historia. La misma que habla de centrales aguerridos y medios que saben manejar la pierna fuerte. No parecen ser condiciones que goce el plantel de Boca en la actualidad. Las espaldas de Vergini fueron una invitación para el ataque de River que desde el sector izquierdo creó la mayoría de las acciones que llevaron peligro al arco defendido por Rossi. Así llegó el primer gol del partido, a los 14 minutos de juego, con una tremenda volea del Pity Martínez que arreció por sorpresa y quemó la red de Rossi. También el segundo, a los 24 minutos del primer tiempo, luego de una soberbia recuperación también de Martínez, quien con un pase dejó solo a Alario mano a mano con Agustín Rossi. El arquero de Boca tocó la pelota tras el remate del dorsal 13 de River, pero su esfuerzo fue estéril y la visita marcó el 2 a 0.
El equipo de los mellizos Barros Schelotto volvió a cometer los mismos errores de siempre. Es un equipo partido. Por un lado, un ataque demoledor, con dos delanteros en racha -Benedetto y Bou- y un ciclotímico puntero, Cristian Pavón, que si está encendido es capaz de conducir a su equipo a la victoria, pero que cuando no lo está, no le sale una. Por el otro, una defensa con serios problemas de coordinación. Por momentos da la sensación de que no se hablan. Antes del fin del primer tiempo, el local tenía tres de sus cuatro defensas amonestados y el restante, el lateral Gino Peruzzi, completaba una tarde para el olvido. Tratando de unir esos mundos diferentes está el capitán, Fernando Gago, el único sobreviviente del Boca de oro.
Fue un tiro libre del dorsal 5, que Batalla no supo medir bien, el que le dio el descuento a Boca justo cuando se evaporaba el primer tiempo. Eso fue lo que le dio esperanzas al local de cara al complemento. Sin embargo, persistieron los problemas de una defensa que parece trastabillar cada vez más, conforme se acerca el final de la liga. Sobre el final del partido, cuando Boca solo era movido por el amor propio y a River ya no le quedaban piernas. Driussi resolvió un contragolpe que puso el 1-3 definitvo.
“Era fundamental para nosotros venir y pisar fuerte en esta cancha cuando más lo necesitábamos. Sabíamos que en este partido a nosotros lo único que nos importaba era la victoria”, dijo Gallardo aún en el campo de juego.
Fue el clásico de los entrenadores. Ambos, exjugadores y protagonistas fundamentales en muchos clásicos. Hoy todos hablan de ellos y de sus posibles partidas, aunque en contextos diferentes. Marcelo Gallardo, cumplió su partido 150 en la banca millonaria, y es un secreto a voces que tiene ganas de probar suerte en otros lares luego de conquistar varios logros con River, los más importantes, la copa Sudamericana de 2015 y la Libertadores de 2015. Sería una despedida redonda, dejando la casa en orden, con un equipo armado, sólido, que da pelea en la Copa Libertadores, le gana a su rival en su casa y se posiciona de buena forma para ingresar a la copa de 2018.
Distinta es la situación de Barros Schelotto, que durante la presente temporada tuvo que lidiar con problemas de todo tipo, incluso hasta este partido, el número 50 desde que es técnico de Boca. Lesiones de sus jugadores más importantes, Centurión y Gago, la partida de Carlos Tevez y unos cuantos problemas de comportamiento, puertas adentro del vestuario. El entrenador dejó en claro ante EL PAÍS, que le gustaría dirigir en México o en Europa, pero en su fuero íntimo sabe que no es lo mismo despedirse del club en el que es ídolo indiscutido saliendo campeón. Sobre todo porque los corazones xeneizes ya no pueden soportar más pérdidas. La recta final será sinuosa, sobre todo porque el equipo deja muy expuestas sus falencias cuando no cuenta con Gago o Centurión y, sobre todo, por una defensa que parece jugarle en contra.
Con este resultado, Boca continúa en la cima de la liga y ahora deberá recibir a Newell’s, uno de sus perseguidores. Sin embargo, se acrecientan la dudas que surgieron a principios de año, tras la partida de su figura e ídolo de la hinchada, Tevez, quien eligió el fútbol de China sin apenas despedirse. En enero había ocho puntos de diferencia entre Boca y River. Ahora, luego de este 3 a 1, resta saber como completa River el partido que debe, ante Atlético Tucumán, para saber si queda a sólo una unidad de su máximo rival. Ese al que le quiere arrebatar el campeonato.
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