INMIGRANDO A CANADA
INMIGRANDO A CANADA
Por Vilma Filici
filici@filici.ca
TORONTO. – Esta semana me llamó un señor muy preocupado porque tuvo problemas con la persona que lo estaba asesorando en su caso migratorio, pero en realidad tuvo mucha suerte de que eso sucediera porque el consejo que le habían dado era que pidiera refugio.
Cuando me contó su historia me dijo que había tenido muchos problemas de familia en su país y que estaba siendo perseguido por un grupo de personas importantes de la zona debido precisamente a esos problemas familiares. Él vivía solo en su país de origen, pero tiene dos hijos en Canadá.
Le dije que la asesoría que le habían dado estaba completamente errada ya que, si nos basamos en las definiciones de lo que son los refugiados de convención y una persona que necesita protección, no hay ninguna forma de poder presentar su caso y demostrar que él es un refugiado por convención o una persona que necesita protección del estado.
Me contó que sus hijos trataron de patrocinarlo, pero que no lo pudieron hacer porque desde comienzos del 2017 el patrocinio de padres y abuelos se ha convertido en una lotería. Ahora los patrocinios ya no se pueden hacer como se hacían en el pasado, es decir, llenar los formularios, enviarlos e iniciar el proceso, sino que se tiene que llenar un formulario en enero en el que se dice que se tiene la intención de patrocinar al padre y, si el formulario sale sorteado, entonces se puede iniciar el proceso de patrocinio.
Ante esta situación, y viendo que este señor es de edad avanzada, que está solo en su país de origen, que está teniendo problemas con estas personas y que necesita estar cerca de sus hijos, le dije que la mejor opción era hacer una solicitud por razones humanitarias y de compasión, demostrando todos los problemas que está teniendo en su país de origen, la falta de protección que pudiera tener de parte de las autoridades, la cercanía que tiene con sus hijos, sus nueras y sus nietos, y la necesidad que tiene de quedarse en Canadá por motivos de seguridad.
Porque para pedir refugio debe ser una persona que está siendo perseguida en su país de origen por una o más de cinco razones, que son raza, religión, nacionalidad, por pertenecer a un grupo social en particular o por opinión política, y en este caso en particular lo que está de fondo es básicamente una pelea de vecinos.
Si se quisiera procesar como una persona que necesita protección, que es otra sección muy parecida a la de refugiado por convención, se debe demostrar que la persona está corriendo riesgos de seguridad personal, que no tiene protección de las autoridades del país y que no tiene ningún otro lugar a donde poder desplazarse. Y el problema en este caso es que, aunque las autoridades le impusieran cargos a las personas que lo están molestando y amenazando, de todas maneras, él continuaría teniendo temor de vivir ahí dado que sus atacantes son de un clan familiar bastante grande.
Realmente sería muy complicado poder demostrar que en realidad es una persona que necesita protección. Pero teniendo aquí a sus hijos, a sus nietos, a toda su familia; no teniendo más a nadie en su país de origen, y habiendo fallado en la lotería para que sus hijos lo patrocinaran, lo más indicado es que haga una solicitud por razones humanitarias y de compasión.
El peso en su caso está en que es un señor mayor que vive solo en su país de origen, es viudo, no tiene más parientes, sus hijos son ciudadanos canadienses y viven en Canadá. También, está en que sus hijos trataron de patrocinarlo a través del nuevo sistema de patrocinio de padres y abuelos que tiene Canadá, pero no salieron sorteados. Este año fueron 96 mil las personas que pusieron su intención de patrocinar a padres y abuelos en la lotería y únicamente 10 mil fueron seleccionados.
Entonces, si el señor tiene temor de irse y quiere quedarse con su familia aquí en Canadá, esta es la única opción que tiene. Porque hay que tener también en cuenta que, por su edad, nivel de estudios, falta de conocimientos de inglés, etc., no podría hacer un trámite como trabajador calificado y no se puede traer como estudiante.
Además, ya trataron de patrocinarlo y no salieron sorteados. Entonces, la sección de ley que trata con razones humanitarias y de compasión está diseñada precisamente para poder beneficiar a esas personas que no entran en ninguna de las categorías para inmigrar a Canadá o que no cumplen con los reglamentos, pero que hay razones que ameritan que se les permita permanecer en el país o venir a Canadá.
Lo que tiene que hacer entonces es llenar una serie de formularios y después redactar la situación en la que se encuentra, así como también los motivos por los cuales necesita quedarse aquí con su familia. Obviamente hay que probar la relación sanguínea con sus hijos, si ha hecho algún tipo de denuncia en su país de origen o si tiene alguna prueba de los problemas que está pasando hay que documentarlas, también se debe incluir el formulario de intención de patrocinar al padre y la carta que recibieron diciéndoles que no había sido seleccionado, y cualquier otro documento que sirva para demostrar la necesidad que tiene este señor de estar con su familia.
En los procesos de razones humanitarias y de compasión en realidad nunca sabemos cuanto va a tardar. A veces son aceptado en cuatro meses y en otras ocasiones se tarda ocho meses, un año o a veces más. El sitio web de Inmigración dice que se tarda hasta 32 meses para que la persona obtenga la residencia permanente, pero en realidad, desde el momento en que hay una aceptación en principio el caso se da por aceptado, porque el resto es solamente el tiempo necesario para finalizar el procedimiento que hay que realizar.
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