Un caso de abusos sexuales a 100 niños en un colegio alarma a Ecuador
Un caso de abusos sexuales a 100 niños en un colegio alarma a Ecuador
Las autoridades ecuatorianas ofrecen 10.000 dólares de recompensa para quien ayude a localizar y detener a uno de los cuatro profesores sospechosos de haber violado a cinco niños en un colegio de Guayaquil, en un caso que ha levantado las alarmas en Ecuador. Las investigaciones cifran en más de 100 los menores que fueron víctimas de abusos sexuales en ese centro educativo que ha sido intervenido por los responsables de Educación.
Solo en el caso del colegio público guayaquileño, la fiscal asegura que hay al menos 100 víctimas, incluidas de generaciones anteriores, y que cinco de los casos se confirmaron, médica y psicológicamente, como de violación. El asunto ha indignado a padres, familiares, vecinos del centro, pero también ha asqueado a una población un tanto insensibilizada ante la recurrencia de atracos, agresiones a mujeres o muertes violentas.
Los responsables del centro sabían, por los reclamos presentados por los padres, que al menos cuatro de sus docentes encerraban a niños en el baño durante el recreo donde, además del abuso sexual, les tomaban fotografías y les obligaban a beber orina. Una de las madres asegura que cuando su hijo le contó que habían acosado a un compañero fue a informar a la rectora y ella le pidió que no montara un “escándalo”. Después descubrió que su hijo también era una de las víctimas. Según el Código Penal ecuatoriano, los rectores de los colegios tienen el deber de denunciar cualquier acto delictivo que se cometa en el centro.
Cuando las autoridades fueron al colegio esta semana, ubicado en uno de los barrios más deprimidos de la ciudad, la misma rectora se negó a abrir la puerta. Alegaba que tenían que esperar a meter a los estudiantes en las aulas. Pero el fiscal del caso reportó que había estado esperando media hora y que eso había propiciado la huida del docente que ahora está en busca y captura. La policía y el fiscal finalmente saltaron la valla del centro y detuvieron a uno de los sospechosos.
Los otros dos fueron apresados el viernes por la policía en el colegio, cuando la repercusión del caso ya había llevado al Ministerio de Educación a intervenir el centro un día antes. Su rectora, la vicerrectora y el inspector fueron apartados de sus cargos y se abrirá una investigación interna para determinar sanciones administrativas, paralelas al proceso judicial. Además, la fiscalía abrió otro expediente contra la rectora por obstrucción a la justicia. Todo el personal docente y administrativo será evaluado con exámenes psicométricos y se dará una atención psicológica a los niños, a las víctimas y a sus familias.
Estos exámenes responden a la decisión que tomó el nuevo Gobierno de examinar todo el sistema educativo público y privado, así como a su personal. Y evitar casos no tan aislados como este y como el que ocurrió en Quito en 2010. Hoy, una placa, colocada por orden judicial, recuerda el horror que vivieron aquellos 41 niños de 10 y 11 años que fueron sometidos por su tutor durante todo un curso.



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