El nuevo Mulroney Institute fue financiado por multimillonarios inmersos en escándalo

El nuevo Mulroney Institute fue financiado por multimillonarios inmersos en escándalo

Mulroney es recibido por estudiantes y seguidores después del anuncio del Instituto Mulroney. “De hecho, estamos en deuda con el Sr. Mulroney y su familia por su apoyo inquebrantable a St. FX y nuestra comunidad rural circundante”, dijo el presidente de la universidad, Kent MacDonald. (Darren Calabrese / Canadian Press)

El nuevo instituto universitario de 60 millones de dólares en Nova Escocia que celebra al ex primer ministro Brian Mulroney y que fue construido con el dinero que él personalmente solicitó, recibió una buena parte de ese financiamiento de donantes involucrados en una controversia internacional, descubierta por una investigación conjunta del diario Toronto Star, CBC / Radio-Canadá y el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación.

Desde un magnate de metales jordano implicado en sobornos de la industria del aluminio, hasta un empresario sirio-británico que ayudó a negociar un acuerdo masivo de armas en el Reino Unido involucrado en acusaciones de corrupción, a uno de los elegidos del presidente estadounidense Donald Trump con estrechos vínculos con Rusia, varios los manejadores de poder que financiaron el Instituto de Gobierno Mulroney en la Universidad St. Francis Xavier tienen currículums a cuadros.

Un profesor senior de St. FX calificó las revelaciones como “profundamente preocupantes”.

“Realmente está en desacuerdo con la supuesta misión de la universidad”, dijo Peter McInnis, presidente del departamento de historia de la universidad y ex director de la asociación de profesores.

El Instituto Mulroney, sede de estudios de pregrado en política pública, fue anunciado el año pasado con gran fanfarria en Antigonish, N.S.

La ciudad, 160 kilómetros al noreste de Halifax, está dominada por su universidad de 5.000 estudiantes y el presidente de St FX Kent MacDonald llamó al nuevo instituto “el proyecto más transformador” en la historia de la escuela. Mulroney, en su alma mater, dijo que era un “gran honor” participar.

El proyecto incluye un nuevo edificio, Mulroney Hall, que albergará aulas, recuerdos del ex primer ministro y una recreación de su oficina en Ottawa, donde trabajó como primer ministro conservador progresivo desde 1984 hasta 1993.

Mulroney recaudó la mayor parte de los $60 millones en fondos propios y viajó el mundo a sus propias expensas para obtener fondos de sus adinerados amigos y socios comerciales.

“Muchas reuniones, muchos viajes a través de Canadá y Estados Unidos, Londres, París, Medio Oriente. Fue un gran esfuerzo”, dijo a los periodistas en la ceremonia de inauguración en septiembre.

Ahora, los documentos obtenidos por CBC News y el Star bajo la legislación de acceso a la información de Nova Escocia muestran exactamente con quién se reunió Mulroney y quién emitió los cheques.

Los donantes incluyen:

Wafic Said, el empresario británico nacido en Siria que ayudó a negociar un acuerdo de aviones de guerra por $74 mil millones entre una compañía de defensa del Reino Unido y Arabia Saudita.

Las investigaciones a mediados de la década de 2000 determinaron que se podrían haber pagado hasta $10 mil millones en sobornos a funcionarios sauditas. Cientos de millones de dólares en comisiones secretas fluyeron, según los informes, a través de cuentas suizas vinculadas a Said, aunque nunca fue objeto de ninguna investigación y nunca fueron acusados ​​de ningún delito,pagando sobornos para mantener el silencio.

“Estoy orgulloso del papel que jugué para ayudar a asegurar el programa crrando muchas decenas de empleos bien remunerados y altamente calificados”, dijo Said en un correo electrónico.

Said obtuvo la ciudadanía canadiense en circunstancias poco claras en la década de 1990 y se llevó gran parte de su fortuna al paraíso fiscal de las Bermudas. Convenientemente Mulroney perteneció al directorio de su compañía con sede en Bermudas desde 2004 hasta 2012.

Said donó $4 millones al Instituto Mulroney y en un discurso en St. FX llamó a Mulroney “uno de los primeros y más exitosos primer ministros de nuestro tiempo”.

Victor Dahdaleh, un magnate de los metales británico/canadiense de origen jordano que los Papeles de Panamá confirmaron fue el intermediario en un esquema de soborno global de $400 millones de dólares que involucró al gigante del aluminio Alcoa y pagos ilegales a funcionarios gubernamentales en Bahréin.

Dahdaleh fue acusado penalmente en Gran Bretaña, pero negó las malas acciones y con diversas patrañanas legales fue absuelto en 2013 cuando un par de testigos de la acusación no comparecieron ante un tribunal. Donó $1.5 millones para crear la Cátedra Victor Dahdaleh en Democracia y Gobernabilidad en el Mulroney Institute.

Wilbur Ross, secretario de comercio de EE. UU. Designado por Trump.

“The Paradise Papers” reveló a principios de este mes que, a través de una maraña de empresas petroleras offshore, Ross tenía una participación en un negocio marítimo del que recibió $68 millones en ingresos de una empresa energética rusa propiedad conjunta de un miembro de la familia del presidente Vladimir Putin y por un amigo cercano de Putin que está bajo sanciones de Estados Unidos.

David Koch, el magnate estadounidense conservador que ayudó a financiar el movimiento Tea Party de Estados Unidos y que ha gastado sumas considerables en la lucha contra la atención de la salud pública e intentando obstaculizar los esfuerzos para frenar el cambio climático.

Tanto Dahdaleh como Said recibieron doctorados honorarios de St. FX después de sus donaciones, aunque ninguno de ellos asistió a la universidad ni tiene ninguna conexión significativa con Nova Escocia.

La lista de donantes del Instituto Mulroney también contiene nombres más convencionales, incluidos los grandes bancos (BMO, CIBC, TD); ejecutivos de negocios (Prem Watsa, Gerald Schwartz, Galen Weston, Paul Desmarais); y jugadores políticos (ex senadores Michael Meighen y Hugh Segal).

Aún así, la notoriedad de algunos de los donantes y la facilidad con que se otorgaron los títulos honoríficos, los críticos dicen que St. FX se vendió a ellos.

“Las universidades no cuentan con los fondos suficientes, por lo que están desesperadas por dinero y lo que ocurre a menudo es que se vuelven muy acríticos sobre a quién aceptan el dinero”, dijo Jim Turk, director del Centro para la Libertad de Expresión de la Universidad Ryerson en Toronto y ex director ejecutivo de la Asociación Canadiense de Maestros Universitarios. “Esa falta de preocupación sobre la ética muestra en este caso”. Con tal de recibir dinero, no interesa de donde provenga.

McInnis, el presidente del departamento de historia, agregó: “St. FX tiene una historia de justicia social y compromiso moral en la comunidad y eso podría ponerse en tela de juicio … No me agrada en absoluto que estos nombres estén adjuntos”.

El principal funcionario de la universidad defendió su escuela. El presidente MacDonald no aceptó una entrevista, pero dijo en una declaración por correo electrónico que St. FX sigue un proceso “muy riguroso” para otorgar doctorados honorarios. “St. FX se enorgullece de las contribuciones de todas las personas que han recibido un título honorífico de nuestra universidad”, dijo.

“De hecho, estamos en deuda con el Sr. Mulroney y su familia por su apoyo inquebrantable a St. FX y nuestra comunidad rural circundante”, dijo el comunicado. “El impacto económico” del proyecto Mulroney Institute para el noreste de Nueva Escocia “es significativo”.

El Instituto Mulroney aceptó su primer grupo de estudiantes este otoño. El nuevo edificio que lleva el nombre del antiguo primer ministro, uno de los graduados más famosos de la universidad, está programado para abrir en 2019.

Mulroney rechazó una solicitud de entrevista y no contestó preguntas por correo electrónico detalladas sobre por qué cortejó las donaciones de Said y Dahdaleh, en particular.

La única declaración del ex primer ministro sobre el asunto llegó a principios de este otoño, cuando su nombre surgió en los Documentos del Paraíso en relación con Said.

“El señor Mulroney conoce al señor Said y su familia desde hace más de 20 años”, escribió un abogado que representa a Mulroney. “Es un hombre sobresaliente, un inversor sumamente exitoso y un filántropo destacado. También es un buen amigo”.

Wafic Said, centro, recibe un doctorado honorario del presidente de St. FX, Kent MacDonald, a la derecha, y del rector de la universidad, Brian Dunn, el 3 de mayo de 2015. (WaficSaid.com)