La inocencia perdida

La inocencia perdida

Niños afganos en Badakhshan. El sufrimiento de la guerra reflejado en sus rostros.

Los niños en 2017 se convirtieron en las grandes víctimas de los conflictos armados, ya que fueron usados como escudos humanos, reclutados como kamikazes, víctimas de los bombardeos, violados y hasta padecieron hambre.
    Esta es la dura denuncia de UNICEF, el Fondo de las Naciones Unidas para la infancia, la cual activó la alarma luego de analizar la situación de los menores en diversos países, desde Afganistán a Yemen, desde Siria a Somalia o Nigeria.
    “Los niños son expuestos a ataques y violencia brutal en casa, en las escuelas, en los lugares de juego”, afirmó Manuel Fontaine, director de los programas de emergencia del Fondo de la ONU para la infancia.
    “Mientras estos ataques continúen año tras año, no podemos pasar indiferentes, esta brutalidad no puede convertirse en algo normal”, resaltó.
    Entre los países evaluados figuran Afganistán, con 700 menores muertos en los primeros nueve meses del año, Nigeria y Camerún, donde Boko Haram obligó a 135 niños a convertirse en atacantes suicidas -cinco veces más que en 2016-, Irak y Siria, donde los infantes sufren los bombardeos y son usados como escudos humanos.
    A estos se suman Sudán del Sur, con el reclutamiento de más de 19.000 menores en las fuerzas armadas y en los grupos armados, y Somalia, con al menos 1.740 casos de reclutamiento reportados en los primeros diez meses de 2017.
    Entre las peores situaciones, está aquella de Yemen, donde cerca de mil días de combates entre rebeldes chiítas Houthi y fuerzas del presidente Abd Rabbo Mansur Hadi, apoyadas por los bombardeos de la coalición guiada por los sauditas, que causaron la muerte y heridas a al menos 5.000 niños. Pero el sufrimiento de los más pequeños no se detiene aquí.
    En este mismo país, en realidad, que ya era el más pobre de la península arábiga antes del estallido del conflicto, 1,8 millones de niños sufren de malnutrición, y de estos 385 mil están en riesgo de muerte.
    Al mismo tiempo UNICEF resaltó también los peligros para 220 mil niños ucranianos, “continuamente bajo la amenaza de las minas y de otros explosivos residuales bélicos” a lo largo de la “línea de contacto” en el este del país, y “la violencia impactante y difundida” que han sufrido o fueron testigos en Myanmar los niños Rohingya cuando fueron atacados y obligados a dejar sus viviendas en la región de Rakhine.
    UNICEF lanzó entonces un llamado “a todas las partes en conflicto para que respeten sus obligaciones previstas por las leyes internacionales y cesen inmediatamente la violencia contra los niños y los ataques a las infraestructuras civiles, comprendidas las escuelas y los hospitales”.