INMIGRANDO A CANADA
INMIGRANDO A CANADA
Por Vilma Filici
filici@filici.com
TORONTO. Esta semana, las personas que trabajan como Caregivers en Canadá se encontraron con la enorme sorpresa de que en noviembre del 2019 quienes no cumplan con todos los requisitos de ese programa no van a poder hacer los trámites para la residencia permanente.
Este es un shock muy grande para las Caregivers, así como lo fue también cuando en el año 2014 el anterior gobierno cambió radicalmente el programa, que en ese momento se llamada “Live-in Caregivers”, y lo convirtió en el Programa de “Caregivers” que tenemos hasta este momento. Como consecuencia de esos cambios, el porcentaje de aceptación de Caregivers en Canadá en su proceso hacia la residencia permanente bajó al 20 por ciento.
El programa de Live in Caregivers ha estado vigente desde hace más de 40 años aquí en Canadá dada la necesidad que existe de que vengan personas a trabajar, para cuidar niños, ancianos o enfermos, quedándose en las casas de las familias que las contratan. El programa fue creado precisamente porque era muy difícil conseguir residentes permanentes o ciudadanos canadienses que quisieran trabajar cama adentro en las casas en que se les necesitaba.
En ese sentido, la idea era que las trabajadoras o trabajadores vinieran a trabajar durante dos años cama adentro, y que después de ese periodo tuvieran la posibilidad de hacer su trámite para la residencia permanente. A través de los años el programa fue modificado varias veces, se le agregaron o eliminaron requisitos para adaptarlo a las necesidades del momento, pero en noviembre del año 2014 se implementó el actual programa que excluyo a un porcentaje altísimo de personas de poder obtener la residencia.
En ese momento, el gobierno dijo que iba a eliminar el requisito de que la persona tuviera que vivir cama adentro a fin de parar el abuso que eventualmente vivían algunas empleadas domésticas. Así, cambiaron el procedimiento para que pudieran obtener un permiso de trabajo sin el requisito de tener que vivir en el lugar de trabajo, es decir que lo sacaron del programa especial y lo convirtieron en un programa de trabajador extranjero que se asimilaba más a un trabajador nacional. Si el empleador requería que la persona que quedara cama adentro tenía que hacer un arreglo con la Caregiver. Bajo esta nueva modalidad, el empleador incluso tenía que pagar mil dólares para obtener un Labour Market Impact Assessment, y en el momento que la persona obtenía su permiso de trabajo debía venir al país. Pero a diferencia de los programas anteriores, para la obtención de la residencia permanente la persona debía cumplir con un nivel de estudios, idioma y en algunos casos licencias.
En esta lógica, y dependiendo de si está trabajando con niños, con ancianos o con enfermos, ahora la persona debe cumplir con ciertos requisitos que son bastante estrictos. Por ejemplo, si ha estado trabajando durante dos años con niños, debe probar también que ha estudiado un programa de por lo menos un año de duración de estudios post secundarios, debe probar que tiene un nivel de inglés de cinco al hacer el mismo examen de inglés que hacen los trabajadores calificados, y debe acreditar en Canadá todos sus estudios hechos en su país de origen. Eso significaba que, si la persona que vino a Canadá a trabajar como Caregiver y no tiene estudios post secundarios o un nivel de inglés de cinco, debe obtenerlo mientras está trabajando en Canadá para poder calificar para la residencia permanente.
Ahora bien, si la persona cuida ancianos o enfermos, debe trabajar los dos años, debe obtener un nivel siete en el examen de inglés, y debe obtener una certificación como Enfermera, como Personal Support Worker o como Health Worker. Es decir que para obtener la residencia permanente se les ha impuesto un nivel sumamente alto en relación con lo que fue el programa anteriormente, durante casi cuarenta años.
Ana Malla, del Centro de Acción para Caregivers de Toronto, dijo recientemente que estos cambios que se han hecho, y el aviso de que el programa se cancela en noviembre del 2019, es una manera cubierta por medio de la cual el gobierno, de manera muy callada, quiere eliminar una avenida hacia la residencia permanente para los Caregivers.
Muchas de las personas que vienen como Caregivers son de las Filipinas y obviamente esta situación ha golpeado a la comunidad filipina que vive en el país, así como también a muchas profesionales que aún viven en dicho país y que ya tienen los planes para venir a Canadá bajo este programa. Obviamente también es un golpe duro para las familias que dependen de trabajadoras que están dispuestas a venir a trabajar y quedarse cama adentro, particularmente para esas familias canadienses que trabajan fuera de la casa y que tienen que estar ausentes durante muchas horas, por lo cual necesitan tener a una persona de confianza que se encargue de sus niños, de sus ancianos o de sus enfermos.
Por su parte, el gobierno canadiense dice que lo que quiere es hacer una evaluación del programa para poder determinar si lo cancelan o si le hacen cambios importantes.
Esperamos que lo que suceda es que le hagan cambios como han hecho con muchos otros programas migratorios y de ciudadanía, que han sido para mejorar los procesos. Aunque realmente lo que se debería hacer, tal y como ya se ha hecho con muchos otros programas, es volver al pasado, es decir, volver a convertir estos programas en lo que fueron anteriormente.
Porque el programa Live-in Caregivers fue muy exitoso dado que les permitía a las personas, después de trabajar durante cierto tiempo en Canadá, poder obtener la residencia permanente en una especie de recompensa por haberse sacrificado trabajando cama adentro, separados de sus familias. Y esa opción para la residencia permanente abarcaba no solamente a la Caregiver, sino que también a su familia.
En ese sentido, la expectativa que yo personalmente tengo es que este programa no sea cancelado, sino que por el contrario haya un regreso al programa que tenía el país antes del año 2014.
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