La UE prepara represalias comerciales como respuesta a la guerra del acero
La UE prepara represalias comerciales como respuesta a la guerra del acero

La comisaria europea de Comercio, Cecilia Mälmstrom, en una reunión de ministros celebrada esta semana. En vídeo, Donald Trump anuncia los aranceles al acero y el aluminio extranjeros.
Europa lleva meses temiendo el proteccionismo que rezuman los discursos de Donald Trump y ya tiene medidas preparadas para la guerra comercial que ha declarado el mandatario estadounidense. La Comisión Europea analizará el próximo miércoles posibles represalias comerciales como respuesta a los aranceles que Estados Unidos quiere imponer sobre el acero y el aluminioprovenientes del exterior. Bruselas ha elaborado una lista de productos estadounidenses (el acero mismo, productos agrícolas y de otro tipo) que serán posible objeto de trabas —gravámenes comerciales— para su exportación a la UE.
Las fuentes consultadas eluden dar más detalles con el argumento de que Estados Unidos aún no ha detallado su estrategia ni ha dicho a qué países afecta. Pero incluso si la intensa presión diplomática que ha ejercido Europa sobre la Administración estadounidense acabara eximiendo al bloque comunitario de los gravámenes, las medidas de Bruselas podrían llegar igualmente. Porque si los aranceles a China desvían una buena parte del acero producido en ese país al territorio europeo, la Comisión Europea contemplaría igualmente mecanismos de defensa. La iniciativa estadounidense, por tanto, amenaza con desatar un efecto dominó.
Perjuicio para Estados Unidos
Los portavoces comunitarios han querido apartarse del mensaje belicista adoptado por Trump y han insistido en que cualquier medida que adopte el Ejecutivo comunitario respetará las reglas de la Organización Mundial de Comercio. Bruselas alerta también de que las propias empresas estadounidenses se verán perjudicadas. “Estas medidas impactarán negativamente en la relación transatlántica y en los mercados internacionales. Además, elevarán los costes y reducirán la oferta para los consumidores estadounidenses de acero y aluminio, incluidas las industrias que importan estas materias primas”, ha avisado la comisaria europea de Comercio, Cecilia Malmström.
Fuentes comunitarias recuerdan que ya hubo un precedente similar en 2003,bajo mandato de George Bush. Estados Unidos había impuesto un arancel de hasta el 30% al acero proveniente de Europa, entre otros territorios. La UE elaboró entonces una lista con represalias para productos estadounidenses. El acero, los motores de barcos y artículos de consumo como zumo de naranja, gafas de sol o fotocopiadoras figuraban en ese catálogo. Algunos de ellos pueden servir de ejemplo para lo que Bruselas lance ahora. Finalmente, tras menos de dos años en vigor, Bush retiró las medidas —justo antes de que la UE aplicara las suyas— en un intento de zanjar el enfrentamiento comercial. Las posibilidades de rectificar en esta ocasión, con Trump al frente del mando, resultan mucho más inciertas.
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